Capítulo 7: Verde

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Violet - 10 años

Están en la calle trasera de The Last Drop, al lado de ese viejo grafiti, con los ladrillos en la calle manchurreados de musgo y malas hierbas. Vander está agachado delante de Vi, con dedos certeros que sostienen sus pequeñas muñecas mostrando lenta y pausadamente como debe ir envolviendo las vendas correctamente

— Esto es algo que nunca debes olvidar Vi; con esto mantendrás protegidas tus manos. Así que presta atención. — dice Vander cuidadosamente — Una vuelta sobre cada nudillo apoyándote en el pulgar, y luego, vuelves para vendar hasta el antebrazo ¿Okay? —.

La niña pasa un dedo sobre las firmes envolturas que se sienten ajenas sobre la piel y asiente concentrada, el hombre repite la explicación con la otra mano, cargado de cuidadosa paciencia y simpatía. Con su eterno cariño de ojos encendidos y sonrisa sencilla

La amabilidad con la barba mejor recortada del mundo

Una vez terminado el vendaje, el hombre retrocede un par de pasos en el alcance de su visión y extiende las palmas frente a Vi

— Ahora ven aquí y dame el mejor puñetazo que tengas, vamos a ver que tienes y desde donde debemos comenzar —.

Vi retrocede un par de pasos mirando a su padre con indecisión a lo que Vander responde con una sonrisa alentadora, la niña aprieta los nudillos y lo alcanza para golpear con todas sus fuerzas, la palma derecha que acaba de golpear ni siquiera se mueve un poco y la pequeña se queja llevándose su pequeño puño al pecho con una mueca en la cara

— ¡Auch! —.

Vander solo se ríe

— Bueno, no das asco pequeñaja. Pero tu postura está mal, en el boxeo no todo depende de estos – dice, y flexiona mostrando su musculoso brazo — Todo está en esto —.

Violet se mira a sí misma de arriba a abajo y luego mira con confusión a su padre

— ¿Qué? —.

— Tienes que usar todo tu cuerpo para catapultar los golpes, tus piernas son tu eje y funcionan como palanca, tu espalda es el centro. Si fueras una maquinaría, tu espalda sería el corazón, y tus brazos las extensiones, no puedes hacer funcionar una máquina si el corazón no está bien aceitado —.

Caitlyn sonríe cuando de pronto, el tatuaje marcado fielmente sobre la espalda, y brazos de Vi toma todo el sentido del mundo

Vander mueve a Vi cuidadosamente, sus piernas abiertas y ligeramente flexionadas, el torso ligeramente doblado

— Toda tu postura debe estar un poco echada hacia adelante, pero debes tener cierto equilibrio porque si no te vas a caer con el golpe, y luego están tus puños. Tus nudillos van a recibir todo el impacto, por eso siempre debes tenerlos protegidos, incluso si usas nudilleras o incluso usando mis guantes, siempre tráelos vendados. Te ahorrarás muchos dolores, te lo digo por experiencia —.

— Siempre vendados — repite Vi.

Vander asiente con firmeza

— Ahora, tienes que poner tus puños así, con el pulgar bien posicionado, y tus nudillos no deben estar totalmente derechos, sino ligeramente curvados, en esa posición con un golpe muy fuerte te romperías la muñeca. Además, no golpees directamente, reparte la zona de impacto por toda la mano, sino también te vas a lastimar —.

Violet asiente con cada explicación completamente atenta a lo que dice Vander

— El pulgar fuera del puño. Lo tengo —.

El color del alma [Caitlyn x Vi] **En edición**Donde viven las historias. Descúbrelo ahora