El color del alma [Caitlyn x Vi] **En edición**

Capítulo 20: Lavanda

Vi - 23 años

Habían ganado la charla con el concejo, y aunque había aceptado ayudar en la lucha contra Silco y dejar de atacar indiscriminadamente a los zaunitas, el precio por la amnistía, libertad y ciudadanía de Vi, había sido, que trabajara en Piltover junto a Caitlyn

Una bendición en muchos aspectos

Una maldición en otros tantos

Habían regresado de comprar el uniforme de Vi, y ahora, Caitlyn estaba en la sala del nuevo departamento de la zaunita, mirándola silenciosamente, la ejecutora en cuestión estaba parada frente a ella, incómoda en su nueva ropa

- Jayce y Viktor están trabajando en tu arma, sin embargo - Dijo la Sheriff - ¿Alguna vez te quitas esas vendas? -

Vi, tan acostumbrada al tacto de la tela, tardó un momento en analizar lo que estaba diciendo, y si, de manera bastante obvia las vendas en sus manos discrepaban con el pulcro uniforme, las miro y las palabras de Vander, que sonaban lejanas, la atacaron

"Mientras las uses, te mantendrás segura"

Eso era lo que sus ataduras significaban para ella, seguridad, y de forma definitiva Piltover no la hacía sentir segura; Los ojos en todos los lados, los comentarios ácidos, se sentía como un monstruo en una feria, todos pasaban a mirarla, a juzgarla, a burlarse, y ella solo intentaba hacer su trabajo

Miro a Caitlyn, y se encogió de hombros tratando de sacudir la pesada sensación

- ¿Por qué debería? Una Sheriff muy inteligente, dijo alguna vez, que los criminales no descansan, así que debo estar lista para un ataque en cualquier situación -

Era, medio verdad, medio mentira

- ¿Al menos las has cambiado? - Insistió Caitlyn

Vi, no respondió de inmediato. Es decir solía usarlas, incluso al ducharse, y de paso, les lavaba la sangre y el polvo, luego, al salir, se las quitaba, y una vez secas, volvían a donde pertenecían, sus antebrazos, no le restringían ningún movimiento

¿Por qué debería quitarlas?

Eran, en todo sentido, como una segunda piel para ella

Ante la falta de respuesta y la mirada obviamente culpable, Caitlyn gimió ¿Indignada?. Se levantó, solo para volver con un botiquín de primeros auxilios

- ¿Estás herida? -

La zaunita lo pensó un poco antes de responder, la pregunta sonaba irreal

"¿Alguna vez, en los últimos 7 años, he estado completamente sana?"

¿Se le habrían curado los moretones de su última paliza en Stillwater? ¿Los de la pelea con Sevika? ¿Los de las peleas con los matones de Silco?

La pregunta, le supo ridícula

¿Cuál era la última vez que alguien le había preocupado su estado de salud?

Caitlyn, la del escenario, sintió un pinchazo en el pecho

La Sheriff del recuerdo, negó con la cabeza ante el encogimiento de hombros de la zaunita

- Ven aquí y dame esas manos -

- Cupcake no-

- No te estoy preguntando, siéntate y dame esas manos -