Oscuro Compromiso

Cap. 4: El Lunes Infernal.

Lunes, 4:00 PM, lo que parece ser solo otro día de verano es realmente el día donde todo comenzará, curiosamente coincidiendo con el primer día de la semana, un individuo traería el cambio no solo para sí mismo, sino para toda la ciudad de Royal Woods. Sin saberlo, los cimientos de aquella sociedad se sacudirían fuertemente, y todo comenzaría con el despertar de aquel quien llevaría tan titánica tarea a cabo.

Un joven de larga cabellera blanca despierta sobre una cama en una habitación que no era la suya, dentro de una casa que no era en donde vivía. La habitación en si era muy oscura, sin embargo un poco de luz entraba por una única ventana, lo suficiente como para hacerle reaccionar y entender cuál era el lugar en que se encontraba. Un gran y aterrador ojo en el techo le daba la bienvenida del regreso del mundo de los sueños, con un poco de pereza y estando aún somnoliento, aparta uno de sus mechones blancos de su rostro.

Aquella imagen sobre su cabeza le hizo pensar muchas cosas, era tan aterrador, pero al mismo tiempo hipnotizante y atrayente, era sumamente hermoso pero sobre todo guardaba un gran significado para él, y para el peculiar artista que lo dibujó. En ese momento lo supo, usaría aquella imagen, sería el símbolo dibujado en la bandera de su nueva vida que estaba por comenzar, ojos que te vigilan, ojos que observan y no pierden detalle de nada, ojos que controlan todo bajo su atenta y eterna mirada. Una leve sonrisa se formó en su rostro, entonces quiso levantarse, sin embargo sintió un peso encima de su pecho, al bajar su mirada pudo ver algo que lo alegró aún más.

El joven se veía un poco incrédulo, por lo que lentamente acercó una mano a los cabellos negros que llamaron su atención, su mano sentía el suave tacto de aquella cabellera oscura, inconscientemente comenzó a juguetear con algunos mechones. Tan delicado, tan hermoso y brillante como las noches más oscuras, supo inmediatamente que aquel maravilloso sueño que había tenido antes de despertar había sido real. Las delicadas caricias en la cabeza de la joven de largos cabellos negros provocaron que poco a poco esta comenzara a despertar, al ver a ese chico junto a ella, una aterradora sonrisa se formó en su rostro a pesar de sus adormecidos ojos.

-“Entonces realmente estás aquí conmigo.”

-“Si… Aunque parece que ya es muy tarde. Ya había olvidado… Lo que era tener un dulce sueño con un buen descanso… Y todo te lo debo a ti.”

-“Trabajas mucho, te esfuerzas demasiado para complacer a esas zorras que llamas hermanas.”

-“Si, pero ya no más. Eso se acaba hoy. Puedo imaginarme sus caras ahora, seguro estarán rabiando por no encontrarme en casa y hacer sus cosas.”

-“¿Cuál es tu plan al llegar a casa?”

-“Al comienzo el conflicto comenzará con insultos, por lo que planeo defenderme con argumentos sólidos. Sin embargo, estoy bastante seguro que la situación llegará a escalar rápidamente hasta llegar a la violencia física.”

-“¿Qué pasará con tus principios? Si permites que todas te golpeen a la vez esta vez acabarás muerto.”

-“No te preocupes, seguiré respetando mis principios mientras viva. Sin embargo, no dejaré que me peguen, se defenderme perfectamente, en esa casa, soy yo quien tiene la ventaja.”

-“Je… Quisiera poder verlo.”

-“Aún es muy pronto, solo ten un poco más de paciencia. Tan solo necesito un par de semanas, pondré patas arriba ese lugar. Y tú mi querida rosa negra, vas a ayudarme, entrarás por la gran puerta, harás aquellas acciones limitadas por mis principios.”

-“¿Ya has pensado hasta tal punto? No por nada te llamaban el Hombre del Plan.”

-“Maggie… Quiero darte otra vez las gracias. Por cuidar de mi todos estos años.”