Cap. 22: El Titiritero.

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-“¿En serio esto es necesario hermanita?”

-“Por dechimotercera vez Leni, nueshtra unidad fraternal masculina está muy enfermo, por lo tanto, y como el individuo másh inteligente de esta casa, no, de esta ciudad; esh mi deber ofresherle una cura mediante el absoluto método científico.”

La pequeña niña genio de la familia Loud parecía estar muy ocupada mientras trabajaba a toda velocidad frente a un ordenador, un aparato en su habitación con una gran pantalla construido con lo que parecían ser piezas desechables de diferentes máquinas y aparatos eléctricos. La segunda hermana mayor de la familia miraba confusa el panorama, había entrado de improvisto hace unos minutos a la habitación para buscar un cambio de pañal para Lily por orden de su madre, desde entonces no parecía haber dejado de molestar a su pequeña hermana con preguntas, cosa que ya estaba comenzando a irritar a Lisa, quien no soportaba mantener conversaciones con seres que ella consideraba de menor intelecto, de hecho a Leni solo la soportaba por ser su propia hermana únicamente.

¿Pero cómo no generar tantas preguntas si el panorama que podía observar era bastante poco usual? Sobre una camilla metálica, siendo sostenido por varios brazos robóticos que le impedían moverse, se encontraba un joven Lincoln Loud observando el techo de aquella habitación, contando las grietas y observando sus hermosas formas. Y era que desde hace cierto tiempo, el joven de cabellos blancos ya se encontraba acostumbrado a esa situación, pues Lisa lo usaba frecuentemente como sujeto de pruebas para sus experimentos, usando como justificación alguna enfermedad, alguna que otra inventada por ella misma aprovechando el desconocimiento e ignorancia de la propia familia sobre esos temas tan complejos.

Como si fuese rutina para el chico, este ya sabía lo que vendría, si era algo sencillo o de poca relevancia, su hermana probaría sus nuevos inventos con él, le haría pruebas físicas para comprobar los resultados, y tal vez con un poco de mala suerte, le infectaría con algo para justificar lo de su falsa enfermedad y de esa forma poder seguir usándolo como cobaya humano durante los siguientes días. En caso de que fuera algo complejo, él sabía que acabaría inconsciente, su hermana le realizaría pruebas extremas a su cuerpo ignorando cualquier tipo de ética científica, o en el peor de los casos, lo haría manteniéndolo consciente para poder estudiar las reacciones de su cuerpo. Afortunadamente, las palabras de la hermana mayor sacaron de su trance y concentración a la pequeña científica, quien comenzaba a sentir molesta la presencia de Leni en la habitación; pero antes de siquiera poder expulsarla, la rubia habló con un semblante distraído.

-“Como que creo que es algo tarde, Lori se enojará si no estamos todos para llevarnos a la escuela.”

Eso devolvió a la realidad a Lisa, quien observó su reloj atómico, la tecnología más precisa hasta el momento para que se había construido para medir el paso del tiempo, tecnología que la joven científica había conseguido adaptar a un pequeño tamaño de bolsillo y aun así ser tan preciso como el NPL-CsF2. Ciertamente, el horario escolar estaba por comenzar y ya iban algo tarde, resignada liberó a su hermano quien acompañó a Leni hasta la salida de la habitación de Lisa.

-“¿Estás enfermo Lincoln?”

-“No lo sé Leni. Tal vez, sabes que Lisa es la que conoce sobre todo esto.”

-“Pero no pareces enfermo, te vez muy sano.”

-“Gracias Leni. Como siempre sueles ser muy oportuna.”

Ciertamente, Leni había comenzado a comportarse de una manera sospechosa para el chico de cabellos blancos, sin embargo no le daba a esto mucha importancia. Recordando que debía ir a la escuela, fue rápidamente a su habitación y tomó su mochila ya preparada previamente desde la noche anterior, después de todo con diez hermanas, uno aprende a predecir cuándo tendrás algo de tiempo libre, aunque este sea muy escaso. Normalmente hubiera recibido un fuerte regaño por parte de Lori por ser el último en llegar al coche familiar, sin embargo para su sorpresa, aún faltaba Leni, quien llegó un minuto después que el chico justificándose con que lo había olvidado; extraño, pero nuevamente, no era motivo para darle importancia, gracias a eso el chico logró librarse del regaño de Lori, quien simplemente conociendo como era su hermana menor, dejó escapar un pesado suspiro y ordenó que todos subieran al auto para partir.

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