Cap. 6: Miércoles Laboral.

611 55 6
                                    

El teléfono comenzaba a sonar temprano en la casa Loud, era extraño pues no recibían muchas llamadas. Siempre que el ruido estridente del aparato de comunicación comenzaba a sonar se formaba un pequeño caos entre las hermanas por ver quien tenía el derecho de contestar. A Lori esto no le importaba, ella tenía su propio teléfono, además pronto debería ir a su trabajo. Por otra parte, Leni observaba a sus hermanas pelear por el derecho de atender la llamada, se veía confusa y preguntó a Lori sobre el motivo por el cuál sus menores están así de desesperadas, sin embargo la hermana mayor se encogió de hombros demostrando desconocimiento hacia la respuesta de esa pregunta; para ella ya era normal que ese peculiar caso se formara, por lo que nunca lo vio con ninguna importancia. Leni se disponía a ir a contestar mientras sus hermanas peleaban, pero sin querer quedó involucrada tontamente en el conflicto, un pequeño grito se escuchó de la modista mientras era arrastrada por su estupidez, Lori veía todo aquello con decepción, no podía creer que su hermana fuera tan tonta. En un despiste ocasionado por la reciente inclusión de Leni, la hermana gótica de la familia usó sus habilidades de sigilo para escabullirse entre el conflicto y llegar exitosamente al teléfono, frenando la discusión inmediatamente, pues todas se quedaron mirando a su hermana de negro quien las había burlado exitosamente. En un principio la familia pensó que podría tratarse de sus padres, que llamaban para saber sobre sus hijas y decir cuando regresarían de su viaje familiar, tal vez se trataba de una amiga de alguna de las hermanas, o en el peor de los casos podría tratarse de una de esas llamadas con intensiones comerciales para cambiar de línea telefónica que solían ser muy molestas. Sin embargo, la voz que saludó formalmente como cortesía, la voz que se escuchó del otro lado de la línea, dejó confundida a la gótica, pues le sonaba muy familiar, no tardó en darse cuenta de quién se trataba.

-“¿Haiku?”

-“Ahhh… Eres tu Lucy.”

-“Es extraño que me llames. Hace tiempo no hablamos amiga. ¿Cómo has estado?”

-“…He estado bien.”

-“¿Qué te parece si un día de estos nos reunimos y nos ponemos al día? ¿Llamas para quedar?”

-“Lucy, no pretendo hablar contigo.”

-“¿Qué?”

-“No llamé, para hablar contigo.”

-“Pero eres mi amiga, dudo que hayas llamado para hablar con alguna de mis hermanas.”

Un breve silencio se escuchó del otro lado de la línea, Lucy inclinó su cabeza inexpresiva a modo de duda, había algo extraño, sentía incomodidad en su amiga; finalmente el silencio fue interrumpido con un pesado suspiro de parte de Haiku.

-“… En primer lugar Lucy, tú y yo ya no somos amigas. Y en segundo lugar, tienes toda la razón, no tengo intención de  hablar con ninguna de tus hermanas, contigo tampoco por supuesto. Quiero hablar con Lincoln, sé que está allí.”

-“¡¿Lincoln?!”

El mencionar el nombre del único hermano varón de la familia hizo que todas las hermanas dirigieran su atención hacia la pequeña dama de negro con el teléfono en la mano. Lori fue la que se vio más intrigada, pero aun así mantuvo su distancia para observar detenidamente para no perder detalle, cualquier información sería útil si podía usarlo contra aquel enano. Desafortunadamente la voz del joven de blancos cabellos interrumpió el momento, bajaba las escaleras como intuyendo la situación que se creaba en aquel lugar, como si supiera que aquella llamada era para él.

-“¿Me llamabas hermanita? Gracias por atender la llamada por mí, pero ahora yo me encargaré.”

-“Pero Lincoln yo…”

Oscuro CompromisoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora