Hoy es mi primer dia en el colegio, empezaré quinto de primaria. Mi mami me dice que crezco muy rápido, que no siga creciendo -tonterias de madrea...-. Ah, casi me olvido, me llamo Layla y he decidido contarte todo lo que ocurra en mi vida, debo recordaros que no tengo gran memoria -de pequeña sufrí un accidente, los médicos me miraron pero dijeron que no era grave-, ya he llegado al colegio, estoy muy feliz.
Una chica de repente se me acerca y me pregunta:
*¿Quien eres?
-Soy Layla. Espero ser tu amiga. Por cierto, ¿como te llamas?
*Me llamo Keren. Vamos a clase juntas. Ok?
-Espera que le doy un beso a mis papis.
*¿Beso? ¿Papis? Que infantil que eres, me das pena.
-¿Pero que hay de malo?
*¡No me hables no quiero que piensen que soy una cría! ¡Lárgate!
Esas palabras se me quedaron clavadas en el corazón, "lárgate". Había una cosa clara, una niñata no me podía quitar la felicidad sin más. Mis padres me miraron pero hice como si lo que me había hecho no me afectase, les dí los besos como siempre y entré en la clase. Miré alrededor, ví a Keren con un grupo de chicas señalandome y riéndose, pasé de ellas como cuando mi mami pasa de mí cuando empiezo a lloriquear por algo que quiero conseguir.
Decidí ir a hacerme amiga de los chicos -tampoco debía ser tan malo..., creo-. Ví un chico hermoso; ojos verdes y pelo castaño. Cuando estaba a un solo metro de ese chico, oigo a Keren decirme cría y de fondo unas risas, la ignoré -otra vez-.
Ya estaba sentada al lado de ese chico y de repente oigo una dulce pero floja voz decir:
*Hola.
-Hola -le contesté con inseguridad-, ¿como te llamas?
*Max. ¿Y como te llamas?
-Layla.
*Ah, eres la renacuaja. Mejor dejame.
Me quedé boquiabierta por esa contestación, ya solo llevo un dia y dos personas me odian. Pero si soy adorable... Estube toda la clase pensando en esas frases, estaba indignada. En menos de dos minutos ya tenía un apodo.
Al acabar las clases vienen las barbies -Keren y su grupito de pijas-, y me preguntan:
*Hey, tu, la renacuaja.
-¿Que quieren? -contesté sin ganas-.
*Queremos ver como les das los besitos a tus papis -dijeron burlandose-.
No estaba de humor para esas tonterias, así que las volbí a ignorar. Cuando llegué al coche mis padres se pelearon para darme el beso, para su sorpresa los aparté y no les dí ningun beso a nadie.
Cuando llegamos a casa subí a mi habitación, estaba sin apetito, sin ganas de socializarme con nadie. Al acostarme desee que mañana las barbies estuvieran enfermas, o Max, no me importa, pero quería a alguien molesto fuera de mi vida.
Pensando en la clase que tuve esta mañana me dormí.
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Bullying
RandomUna chica que da su vida. Un chica que quiere... bueeeh, no hago SPOILER, mejor leed. Es una historia con esos finales que deseas matar a la escritora, incluso hay veces en que me mataría a mi misma por la forma de acabar de escribir un capitulo. Es...