Stiles esta embarazado |M-preg| [En Pausa]

capítulo 9

Stiles no respondió a ninguna llamada el día siguiente o el posterior, se sentía ofuscado de todas las emociones que lo atormentaban. Lo que Derek le dijo fue molesto porque se sintió como si Derek no quisiera hacerse responsable de los bebés, aunque tal vez todos esos sentimientos fueran consecuencias de las hormonas por el embarazo Stiles no podía no sentirse... decepcionado.

Llegó a pensar incluso que, si Derek le decía que no tuviera a sus bebés una vez más, Stiles simplemente lo dejaría de lado y continuaría con todo tal y como estaban yendo las cosas ya. Él podía hacerse responsable de todo, no era como si alrededor del mundo no hubiera miles de madres adolescentes que se hacían cargo de sus nenes solas, además de que también tenía un padre amoroso que lo apoyaba y un sinfín de amigos que está seguro, nunca lo dejarían solo; sin embargo, su enlace lo regresaba a la realidad.

Era imposible alejarse de aquel hombre lobo gruñón e intentar criar solo a bebés que eran además hombres lobo cuando había un enlace de por medio. La idea de solo vivir con sus bebés y con su papá ayudándolo era encantador, pero también tenía miedo de que las cosas se salieran de control. Deaton se lo advirtió cuando hablaron del tema de los enlaces y toda esa mierda, el hecho de que no podían estar separados por tanto tiempo lo hacía pensar que aquello podía afectarlo durante el embarazo, además... sí Derek y él terminaban, ¿Qué les pasaría a sus bebés?

Miro su teléfono con un montón de notificaciones sin leer. La mitad de ellas se trataban de llamadas y mensajes de la familia Hale y la otra de amigos que le escribían para hacer planes durante las vacaciones, todas ellas ignoradas por casi tres días desde que se enteró de su embarazo. Justo cuando revisaba algunos de los mensajes uno de Lydia lo alerto. Era un simple mensaje que decía si ese día se iban a reunir para seguir viendo folletos de universidades.

Ciertamente se le había olvidado a Stiles que ese sería su último año en la secundaria y pasaría oficialmente a la universidad de sus sueños. La noticia de su embarazo lo había hecho olvidar que estaba en planes y en espera de aplicar en al menos tres universidades diferentes y que Lydia lo iba a acompañar a recoger folletos para poder elegir el lugar correcto.

Stiles no podía dejar que las cosas fueran así, abrió el chat de Lydia y respondió que se vieran en el café de la plaza comercial para ver sobre los folletos, teniendo la idea de que tal vez era momento también de contarle poco a poco a la manada sobre la nueva noticia.

(...)

Derek se despertó con un sobresalto cuando escucho la puerta de la casa Stilinski cerrarse con fuerza. No se había despegado de ahí desde que supo del embarazo, pero no había podido acercarse porque Stiles había puesto una barrera de protección.

Ver a su compañero caminando hacia su auto lo reconfortó, Stiles lucía un poco mejor, con mejor color en la piel y con un poco más de peso. Sin embargo, lucía todavía enojado. Su ceño fruncido cuando se percató del camaro de Derek lo revelo.

Seguramente Stiles ya sabía que él estaría ahí, él era el más inteligente de todos.

Aun había tantas cosas que decir, pero aun cuando Derek estaba ahí, Stiles no se acercaría para hablar. No lo hizo durante los tres día que estuvo encerrado y no lo haría en ese momento. Derek lo sabía, fue su error después de todo, así que, Derek dejaría que las cosas se calmarán un poco para ir a hablar con él.

Por ese instante, solo rondaría por ahí vigilando que nada le pasará al humano hiperactivo o a sus bebés...

(...)

Lydia lo saludo con la mano cuando lo vio entrar en el pequeño local. Stiles le regreso el saludo mientras se acercaba más ahí donde Lydia lo esperaba.

—Desapareciste durante mucho tiempo, Stiles —murmuro Lydia mientras le ofrecía la bebida que le había pedido con anterioridad. Un chocolate caliente que desde siempre había sido su favorito, aunque apenas pudo contener las ligeras nauseas del olor—. Scott me estuvo preguntando por ti, dijo que no habías contestado tampoco a sus mensajes.

—Lo sé —suspiro—. No fue mi intención dejarlos todos así sin explicaciones, pero ocurrieron tantas cosas...

—Escuche que Derek ya está aquí —se apresuró a decir—. Él tampoco se ha presentado a los entrenamientos ni le ha dicho nada a Scott, ¿ocurrió algo?

—Sí, de hecho, ocurrieron bastantes cosas... —confeso a medias sin saber cómo decirle las noticia a Lydia.

—¿Estas molesto con él? —Stiles asintió—. Vaya... Scott no estará feliz cuando se enteré. ¿Qué fue lo que paso exactamente?

Stiles suspiro recordando lo que paso a Derek, las palabras que soltó, los sentimientos que dejo a su paso y todos los escenarios que había pensado alrededor de todos esos días que estuvo "ausente". Un dolor pequeño y punzante se instaló en su corazón al pensar que tal vez todo acabaría... las palabras se le atoraron en la garganta ahogándolo. Estaba a punto de llorar, otra vez las hormonas de embarazo estaban al borde de todo.

Miro a Lydia un segundo antes de simplemente decir.

—Derek es un idiota...

—Cariño, la gran mayoría de los hombres lo son —confeso Lydia mientras tomaba un poco de su propia bebida—. Pero estoy segura de que lo que sea que hizo no lo hizo con verdadera intención de lastimarte, él es un poco distante con todos los que tiene a su alrededor, pero tu eres diferente. Él te adora y hará todo lo que le pidas, estoy segura de que solo es cuestión de tiempo que venga a pedirte perdón.

—No —contesto alzando un poco más la voz—. No vendrá, no le importo en lo más mínimo y no quiere lo mismo que yo quiero, incluso si dice lo contrario... Derek es tan indeciso y solo piensa en él... él solo es un... hombre idiota y sin consideración —Stiles solo estaba hablando desde su enojo, lo sabía, pero aun así las lágrimas de tristeza lo invadieron. Tal vez todo era parte de su embarazo, quizás solo estaba actuando como un niño mimado haciendo berrinche, porque la realidad es que Derek no era nada de eso. Derek solo había dicho las palabras que Stiles no quería oír, pero eso no significaba que no lo amará o que solo pensará en él.

Stiles nunca mereció a Derek, y tal vez era ese pensamiento lo que hacía que estuviera casi seguro de que en algún momento Derek se acercaría a él a decirle que había descubierto una forma de deshacer el enlace que tenían y lo dejaría solo con sus hijos... Estúpidas hormonas de embarazada, todos sus sentimientos y pensamientos eran tan confusos. Lo odiaba demasiado...

Lydia trato de consolarlo y luego de un par de segundos después, Derek entró a la cafetería, con su ceño fruncido que no se comparaba con las ojeras que tenían y con las pisadas fuertes que retumbaron en las paredes del lugar. Lydia y él se quedaron congelados en sus asientos, el corazón de Stiles latiendo a mil por hora esperando lo peor...

—¿Qué ocurre Derek? —gimió Lydia antes de que Derek tomará la mano de Stiles, se hincará ante la mirada de todos los comensales y simplemente dijera.

—Por favor, Stiles —Stiles se sintió nervioso—. Solo quiero hacerte el hombre más feliz de la tierra y está bien, soy un idiota desconsiderado, pero me preocupo por ti. Te amo más que a nada en este mundo, tú eres todo lo que tengo y también todo lo que quiero tener. Quizás dije las cosas sin pensar demasiado, pero la noticia me cayó de golpe y no supe cómo reaccionar... pero mi corazón... todo de mí, solo quiere estar contigo.

—Entonces... ¿quieres formar una familia conmigo? —preguntó avergonzado.

—Sí... quiero estar a tu lado durante este proceso y para siempre.

El corazón de Stiles latió con fuerzas, todas esas palabras parecían haber curado todos los pensamientos negativos que había tenido. Sonrió y abrazó a Derek bajo la expectante mirado de Lydia que no sabía nada de lo que estaban hablando. Solo hasta que esta fingió tos para que le prestarán atención antes de preguntar.

—¿De qué me perdí?

Stiles miró a Derek y Derek lo miro con las mejillas rojas de vergüenza, porque al parecer su actuación no fue desapercebida por los otros comensales.

—Creo que hay algo que debemos decirles a todos los de la manada.

Stiles asintió.