saltaron chispas- pablo gavi -

xvi- dieciseis

"nos vieron bailando pegados,
entre besos y tragos"

Ainhowi.

llego el día, hoy es o si o no.

no he podido dormir en toda la noche, y creo que Fer, que era el único despierto, tampoco, por el bombardeo de mensajes que le di.

—relájate, mi amor, te va a salir muy bien—mi abuela me dejo delante un té, cómo cada vez que estaba nerviosa por algo.

esto se dividía en dos partes o fases, la fase obligatoria o general y la fase específica o optativa, eran 8 exámenes en total, 4 obligatorios y 4 optativos.

obviamente si hacías todos salías mejor para las universidades.

en mi caso tendría que hacer cuatro hoy y cuatro mañana.

lo que lo hacía más complicado y con mas ganas de vomitarlo todo, las peores a mi parecer.

hoy no tenía que ir a las ocho y media como cada día normal, sino que lo intercambiaba por ir a las diez.

—avísame cuando hayas terminado todo, y te esperamos aquí—me planta un beso en la frente, deseándome buena suerte.

por el pasillo apareció con cara de sobado mi hermano.

—¿ya te vas tata?—fui hasta el y le abrace fuerte levantándolo del suelo.

era fácil, tenia seis años y pesaba literalmente como una pluma, pero no paraba de moverse y reír.

—si me voy peque, nos vemos luego ¿vale?—el asintió frenéticamente corriendo a sentarse a desayunarse su colacao con galletas.

—suerte tata—para todo esto el ya estaba sentado en su sillita mas alta que las demás, esperando a su colacao.

...

hoy había decidido ir sola, y mucho mejor, no quería despistarme nada, todo tenía que ser perfecto, aunque mi carrera no necesitara la excelencia necesitaba entrar de sobra allí, ya que en esta universidad puedo cambiar la matrícula al año a la de Barcelona.

entre, tarde pero llegaba bien, seguro que Ari ya estaba y con lo dramas que es, estará histérica.

al entrar estaba todo el mundo en silencio y todo el mundo sentado en su sitio, que vergüenza por dios.

—señorita, casi no llega, corra a su sitio—la señora estaba firme y sus palabras salían a la perfección.

me fije en el final de la sala donde se situaba el chico que hace unos días hizo que me quedase todo el día pensando en una situación.

en el beso.

pero no pensemos en eso ahora.

—como iba diciendo antes de que entrase la señorita—empezó a parlotear y yo no podía parar de repetirme él temario entero en mi mente, sin distracciones.

...

no es por fardar, pero la mayoría me habían salido genial, no me iba a casa para nada entristecida.