saltaron chispas- pablo gavi -

xxv- venticinco

"quiero apagar la lampara
sabiendo que tu estas"

Ainhowi.

le sonrió a la camarera que me deja delante dos granizados completamente diferentes.

granizado limón mil veces mejor que todos los demás y punto.

sin embargo Gavira le gustaba innovar sabores.

cogí uno con cada mano y me despedí con un "gracias, hasta luego"

mi bikini negro estaba prácticamente seco y iba descalza pasando por delante de toallas de gente por la playa.

llegue hasta el sevillano y me senté a su lado, dandole su granizado, pero veía que no lo cogía.

me gire a mirarlo y miraba de donde había estado antes con muy mala cara.

—¿Gavira?

no contesto, como estaba claro.

—¿hay alguien?—pase mi mano por su cara y me gire a descubrir que miraba.

estaba en una especie de duelo mental con un chico de mas edad que nosotros que le miraba con una pizca de chulería.

la mano de Gavira inconscientemente estaba en mi cintura, y aunque el no lo notara yo estaba nerviosa perdida.

de repente se giro, estampando sus labios a los míos, en un beso que me habría dejado embarazada si pudiera.

—¿a que viene...?

—a que el gilipollas que tanto mira, sepa lo que hay—el seguía a centímetros de mi, susurrando.

—no puedes enfadarte con todo el mundo que me mire Gavira—le reñí.

—pues que no te mire el culo al pasar, solo yo.

me reí ante su tono de voz y me di palmaditas en las piernas para que se tumbase encima.

...

—no me apetece salir hoy de casa—se queja Sira desde el sofá abanicándose con una revista vieja.

ya era por la tarde noche y tanta playa dejaba agotado a cualquiera.

—por cierto, ¿dónde esta Nico?—pregunto Ansu fijándose en todo el salón por el que estábamos distribuidos.

—eso, ¿y mi novio donde esta?—pregunto la castaña dandole la razón al anterior hablado.

arrugue las cejas mientras sentía los dedos de Gavira masajear mi pelo mientras estaba tumbada en sus piernas.

—hablando del rey de roma—murmuro la persona que estaba usando de almohada.

entraron riéndose como locos Ferran y Nico mientras hablaban de mierdas sin sentido.

—hola personas, hace calorcito ¿eh?—canturreo Nico tirándose literalmente en medio de donde hablaban Pedri y Olivia.

me reí pero Pablo me mando callar, al ver la cara de malhumor que tenía Pedri en ese momento por separarlo, mientras que Olivia les miraba divertida.