| • Capítulo 23 • |

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Aquel recuerdo le atormentaba la cabeza a ambos, a Claire porque sabía que no fue algo fácil de superar en su momento y a Bucky porque tenía en cuenta que la chica fue especial para él, y tal vez lo siga siendo.

La rubia se fue de su apartamento una vez que comenzó a sentir el ambiente muy denso.

Al soldado no le molestó pues él también quería pensar de mejor manera y con ella ahí le sería imposible.

Claire había llegado a las calles cerca del complejo, quería aire y pensar. Un pequeño ladrido la hizo sacarla de sus pensamientos al ver un pequeño cachorro por unas bolsas de basura.

Y Ultrón era el malo ¿cierto? - se dijo a si misma la rubia al no poder creer que habían aventado ahí a la pobre criatura como si de chatarra se tratara.

- Ven aquí, pequeño - lo carga entre sus brazos y con una sonrisa se va caminando hasta el complejo.

El perrito tardó en familiarizarse a un tacto de una nueva persona que no fuera de maltrato. Poco a poco se recargó en el pecho de la chica pues su tamaño no era nada comparado con el de ella.

Pietro y Thor estaban comiendo helado en la cocina por lo que escucharon a Claire llegar, el platinado empujó al rubio para que no llegara antes que él.

- Maldito Sonic.

- Hola, Claire linda - el ojiazul detiene su hablar al ver a la bola de pelos en sus manos - ¿Dónde conseguiste está ternurita, por dios - se le acerca para tomarlo entre brazos y comenzar a jugar con él.

- Lo abandonaron en la basura - Pietro cierra los ojos y respira con profundidad para evitar maldecir a cualquier ser humano presente en la tierra - Me lo quedaré.

- ¿Crees que Steve te deje?

- Steve técnicamente vive bajo el techo Stark, tengo más derecho que él con meter una mascota. Además que le importe una mierda.

- No huelas mi martillo así - el pequeño perrito estaba en la mesa donde el martillo de Thor se encontraba, estaba lamiendolo - No dejes tus gérmenes - lo quita de ahí y el perro se le queda viendo - Bueno, no puedes tener más gérmenes que mi hermano.

Thor se limita a cargarlo para verlo más de cerca y el cachorro le lame la punta de su nariz haciendo que él rubio sonría para los chicos.

- Me lo quedo yo.

- ¿Te fue bien?

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- ¿Te fue bien?

- ¿A qué te refieres? - Claire estaba bañando a la bola de pelos en estos momentos con ayuda de Pietro.

- Al lugar desconocido dónde siempre vas ciertos días de la semana - la rubia por instinto se puso nerviosa y no paso desapercibido por el otro quien arrugó la entreceja.

- Me fue bien, todo normal.

- Bien - ya no dijo nada más pues sabía que ella no le diría lo que quería saber, no esperaba que hiciera algo malo pero si no lo es, ¿entonces por qué no decirle?

El perrito se dejaba mimar por los mayores pues le gustaba la sensación de amor hacia él.

- Que pequeño está - Pietro acaricia su cabecita y le da un besito en la nariz pequeña que tiene - ¿Puedo autodominarlo como nuestro hijo?

- Si eso quieres - se encoge de hombros realmente no puesta al 100% en lo que estaba pasando ahí pues ella tenía más cosas en su mente que ya comenzaban a abrumarla feo.

El platinado da un suspiro y termina por sacar al perrito de la bañera y secarle su pelo bajo la mirada de la chica en él.

Claire pudo notar de mejor manera a su compañero mejorado, llevaba una camisa de manga corta pegada dejando a la vista su trabajada y perfecta espalda, sus brazos se tensaban al tener que tomar la secadora con su mano y peinar al perro con la otra. Sus cabellos largos le caían por la frente y sus lindos ojos azules estaban completamente concentrados en el pequeño ser frente a él, sus labios rojizos se mantenía levemente abiertos por la concentración y su respiración era suave y tranquila, disfrutando de lo que hacía.

- Atractivo - lo vieras por dónde sea, lo era. Claire no pudo evitar sentir un cosquilleo en su estómago al verlo tan concentrado, le gustaba verlo de aquella manera y no sabía con certeza desde cuándo comenzó a gustarle.

- Puedo sentir tu mirada, linda - le dice con voz suave pero con un tono divertido a la chica sin mirarla - ¿Puedo ayudarte en algo? - el acento que tenía - debía admitirlo - comenzaba a matarla todos los días, su voz era suave pero fuerte siempre, el acento lo hacia verse más atractivo de lo que ya era y en estos momentos no le estaba ayudando de mucho que lo usara.

- Me gusta verte, solo eso - la sinceridad en sus cortas palabras hicieron que el platinado sonriera como todas las veces que ella le decía algo lindo. Claire pudo sentir la emoción dulce que desprendía y ella sabía que él lo hacia a propósito para que ella pudiera sentirlo.

Una vez que Pietro terminó con el cachorro lo lanzó - despacio - a la cama quien rápidamente ya calientito y esponajdo se recostó en la cama con miles de almohadas a su al rededor.

Claire y Pietro sonrieron para ellos mismos al verlo tan tranquilo durmiendo, verdaderamente era algo lindo de apreciar.

El platinado ve el perfil de la rubia, instintivamente la toma de la mano haciendo que ella lo voltee a ver con un mini sonrisa.

- También me gusta apreciarte, Claire - se acerca a ella para juntar sus frentes - En todo momento me gusta hacerlo - el chico se separa unos centímetros para verla con más detalle y se topa con aquellos lindos y rosados labios que ya anteriormente tuvo la oportunidad de besar una vez - y claro que lo haría de nuevo -

- Te voy a besar - no le da tiempo de responder nada pues él platinado ya había pegado sus labios con los de ella sin ser brusco, pero claro que a como el tiempo pasaba, ellos seguían atrayendose más al cuerpo del otro.

Sus labios danzaban en los del contrario dejando millones de sensaciones nuevas para ambos, fiestas de fuegos artificiales explotaban en el estómago de ambos, a decir verdad, no podían explicar ni siquiera lo que en esos momentos sentían.

Lo único que sabían era que ambos se querían, y se deseaban tanto como el otro. Querían descubrir todo lo que a ambos les atormentaba y les gustaba, querían descubrir las pequeñas cosas por las que el otro se emocionaba y por supuesto querían estar presentes cuando el otro tuviera sus momentos máximos de superación y felicidad.

No eran perfectos, tampoco lo serían. Pero ambos estaban dispuestos a trabajar en ellos mismos para darle su mejor versión al otro, ambos estaban de acuerdo que ellos querían hacerlo, querían que el otro se sintiera cómodo y amado.

Yo puedo decirles que Claire y Pietro son una de las parejas más raras y tiernas que he visto, su amor sincero y puro puede traerles cosas hermosas, pero también sabemos que las mejores personas sufren de mayor manera. Solo esperemos que su amor pueda superar todas las barreras, aunque una vez escuché a alguien decir que a veces el amor no lo puede todo ¿es cierto?













Atte:Gomixkill_43

Hate You • | Pietro Maximoff | •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora