| • Capítulo 19 • |

16 1 0
                                    





Claire llegó al complejo a las 10:40 de la noche. No era tan tarde pero dado que había salido desde las 7 de la mañana pues solo hizo que varios se preocuparan.

Y por preocuparse era más referencia a Pietro quien aún con la inmensa duda de donde estaba no se levantó del sofá ignorando la presencia de la rubia.

Claire lo vio de reojo y negó con la cabeza suspirando. Si de verdad le comenzaba a gustar debía ser más sensata con él quien solo a demostrado el afecto e importancia que tiene hacia ella.

- Pietro - se sienta a su lado para llamar su atención - ¿Puedes mirarme al menos? - el platinado pone pausa a Princesita Sofía - que claramente solo puso diez minutos antes de que llegara - La observó de manera seria que hizo que Claire se preocupara y sintiera mal - Es estúpido que pregunté si estás enojado pero ¿lo estás?

- Se que tienes tus problemas y cosas que hacer pero Claire - se voltea bien para estar frente a su rostro - Por favor dime si realmente sientes aunque sea algo por mi - implora - Si es así créeme que me harías muy feliz pero si no sientes nada - se cortó a sí mismo dado al abrazo oportuno que ella le dio.

Después de segundos analizándolo Pietro la toma de la cintura para alzarla un poco y hacer que ella quede encima de su regazo. El platinado hunde su cabeza en el hueco del cuello de la rubia pues ella ahora dotaba centímetros mayores que el chico, la rubia por su parte recargó su cabeza en la de él mientras respiraba su aroma totalmente embriagante.

- Me gustas, Claire. De verdad me gustas - se despega para que pueda mirarlo y cierra los ojos de satisfacción ante las caricias que ella le proporcionaba en su cabello y nuca - Tus ojos son lo único que quiero y deseo ver a la hora de despertar en las mañanas, por supuesto también quiero verte en el almuerzo y la comida y la cena y en tus malos momentos, en los buenos, después de que llores, después de que rías y... y estoy comenzando a hablar rápido ¿cierto? ¿ya la cagué?

Claire ríe fuerte ante la ternura que le daba verlo así, siente como Pietro le aprieta la cintura para traerla más a él y sus brazos rodean completamente su cintura.

- Durante años lo único que pensaba era en venganza y en sobrevivir, Pietro. Tenme confianza y cree en mis palabras cuando digo que en verdad me importas - el chico la escucha atentamente mientras la ve fijamente sin despegarse más de lo debido de su cuerpo - Estoy segura que me gustas, pero dar cariño a veces no es mi fuerte - da una mueca - Pero créeme que hago lo mejor que puedo para mejorar, intentaré seguir mejorando para que te sientas de la misma manera que tú me haces sentir a mí con cada muestra de afecto a mi.

La felicidad de Pietro era de otro mundo sin duda, que ella admitiera tener atracción hacia él más allá de lo físico lo hizo gritar internamente de la emoción. No pudo evitar estrujarla más a él por lo risueño que estaba, escuchó su leve risa y decidió que mirarla directo a sus orbes verdes sería lo mejor que haría esa noche.

El platinado toma la mano de Claire para colocarla en su pecho - Siéntelo - menciona con una sonrisa en su rostro - Concéntrate en las emociones que mi cuerpo desprende por ti - susurra al notar como la chica hacía caso a su petición y se concentra para que una ola de sentimientos de amor y felicidad le inunde cada célula de su sangre y cada parte de su cuerpo - Siéntelo cada vez que quieras, Claire. No cambiará.

Encima de él, sí. Pero en ningún momento Pietro vio de otra manera a la rubia ni la manera en la que estaban acomodados que no sea la demostración de casi amor por parte de los dos.

- Sí mis padres estuvieran aquí estoy seguro que te amarían - anuncia después de estar media hora recargados el uno con el otro - De todos modos se que ya deben amarte donde sea que estén - la rubia le toma la mano en señal de apoyo pues la nostalgia y tristeza de Pietro fue lo que sintió al momento de decir aquellas palabras.

- Estoy segura que estarían más orgullosos en el hombre que su hijo se convirtió.

- ¿Guapo y musculoso? Por supuesto, estoy buenísimo.

Lo primero que Wanda observó al despertar era a su hermano en el piso con las rodillas en su pecho alzándose de enfrente hacia atrás como niño pequeño

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Lo primero que Wanda observó al despertar era a su hermano en el piso con las rodillas en su pecho alzándose de enfrente hacia atrás como niño pequeño.

- ¿Te picó algo o por fin Claire admitió su amor a ti?

- Me picó un mosquito en la noche y no admitió su amor pero admitió que le gusto - grita para abalanzarse a su hermana - Lo ves, lo ves, logré gustarle - besaba los cachetes de su hermana con efusividad mientras ella trataba de lanzarlo para el piso.

- Pietro eres el gemelo más raro y estúpido que me pudo tocar - se soba la sien al ver que Pietro simulaba tocar la guitarra mientras festejaba que Claire había admitido gustarle - Ya deja de moverte - grita - Pareces chango.

- Un chango bonito, iré a comer - abre la puerta y antes de cerrarla avisa - Dile a Visión que ya te bese o algo para que dejes tu mal humor - corre lo más rápido posible para evitar cualquier golpe de su hermana.

- ¡idiota!

Los presentes en la cocina vieron a Pietro bajar las escaleras con una enorme sonrisa en su rostro

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los presentes en la cocina vieron a Pietro bajar las escaleras con una enorme sonrisa en su rostro.

Claire comía helado mientras escuchaba música, Thor a su lado le aventaba bolitas de papel.

El platinado llama la atención de los demás excepto de los anteriores nombrados, se dirige hacia la rubia que sintió su presencia detrás de ella y antes de que pudiera voltear completamente a él siente los labios del chico en su mejilla y él como éste mismo movía el audífono de su derecha para darle los buenos días.

Thor frunció el seño y miró a los demás para preguntar sigilosamente lo que pasaba entre los dos. Los demás tenían sonrisas pícaras en su rostro mientras que Claire explotaba de vergüenza, sus mejillas debían estar probablemente más rojas que el mismo color.

Pietro le robó una cucharada de nieve y la ve divertido. La rubia lo toma del brazo y lo guía a su habitación rápidamente aún con la intensa mirada de los demás.

- ¿No te gustó mis buenos días?

- No fue eso, me gustó - admite y sus mejillas se calientan aún más - No me repugnó - le intenta cambiar para que no sonara más cursi pero el platinado se acerca peligrosamente a ella dándole una sonrisa coqueta mientras la toma de las caderas y la pega a su escritorio.

- Te encantó.

- ¿Qué te hace estar tan seguro?

- Tú nerviosismo, tu respiración, tu sonrojo, tu sonrisa, tu mirada - enumera sin despegar sus ojos de los de ella - Claire, linda. Eres tan hermosa.























Atte. Gomixkill

Hate You • | Pietro Maximoff | •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora