Cuando dijo eso pensé haberla oído mal, pero su inexpresivo rostro y la seguridad que se siente en su postura, me dieron a entender que realmente había hablado. Me siento en la cama, percatándome en las cosas que Pamela trajo, el cepillo de dientes, una peineta y unas tijeras, los dos últimos me los dejo para que yo me recortara un poco el cabello, según ella, actualmente parezco un vagabundo.
— ¿Es eso relevante?
— Lo es todo lo que te incumbe a ti.
Es halagador que lo considere de ese modo, pero no lo es.
— Creo que debería ser sincero con el doctor y confesar que te veo.
Lo admito, no hay nada racional en ver a alguien y eso no me deja tranquilo. A lo mejor si he perdido la cordura y ella no es más que una creación de mi imaginación, en un intento desesperado por llenar uno de mis tantos vacíos.
— ¿Por qué no crees en mis palabras?
— Porque soy el único que te ve y no hay ningún tipo de prueba de que existas de verdad.
— ¿Hay una demostración que te interese?
Eso capta mi atención, ¿Demostración que me interese? Hay algo en tal consideración que me produce cierta incertidumbre.
— No, no la hay.
— Bien.
Desvía sus ojos hacia la puerta y comienza a hablar.
— En unos dos minutos una practicante de enfermería entrará por esa puerta. Tomará algo de la cajonera que está a un costado de la camilla y te pedirá que extiendas el brazo izquierdo para medirte la presión, pero no podrá evitar caer en cuenta de las cicatrices de cortes que tienes en las muñecas. Te mirará con lastima y eso te molestará, pero no dirás nada. Ella tratará de hablar de algo irrelevante y para cuando menos lo esperes te preguntara sobre las marcas, tú solo dirás que es algo irrelevante. Eso bastará para que todo se vuelva incómodo, porque no lo es, nunca lo ha sido.
— Lo es para mí —la interrumpo.
— Porque has decidido que sea de ese modo.
Suspiro, no quiero caer en este juego de tú, dices algo y el otro te lo coloca en duda, así que desvió mi atención a la puerta cuando esta se abre.
Y todo ocurre tal como lo ha contado, la enfermera dice lo que debería decir, hace lo que debe hacer y me pregunto si podré cambiar algo de todo para bien o para mal, aunque la verdad no es que me importe.
— ... Es un hecho, trate de quitarme la vida, pero lo considero irrelevante. Es mejor percibirlo de ese modo a hablar de temas y cosas de las que no quiero hablar, ¿No te parece?
— Lamento mi pregunta —se disculpa la mujer agachando la cabeza— no era mi intención incomodarte.
— Oh, no te preocupes, para nada, estoy un tanto acostumbrado... a la curiosidad.
Por otro lado, Eluney todo este tiempo se ha mantenido al margen, distante y aun en el lugar que ya parece pertenecerle. Intercambio una mirada con ella.
— En fin, me siento cansado. Creo que me voy a dormir sin rodeos, a pesar de haberlo hecho por seis meses —bromeó, consiguiendo una sonrisa por parte de la enfermera.
—Lo siento —se vuelve a disculpar.
— Está bien, no pasa nada.
— Entonces te dejaré solo. Ten una linda noche. Mañana lo más seguro es que comiencen las pruebas de rendimiento físico, por lo que te recomiendo descansar.
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Siempre...
عاطفية¿Qué harías si un día tienes un accidente en el que debías morir, pero sobrevives y ahora ves al que resulta ser tu ángel guardián? Eso es lo que le sucede a Valentín, un hombre de 32 años que tiene una vida común como cualquier persona, pero que lu...