Capítulo 1

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-¿Qué se supone que tengo que hacer yo ahora?¿Presentarme sola en la boda de mi hermana? -suspiré de forma airada- Debería preguntarle a Javi si quiere venir y...

-¡Eso jamás! -dijo Anna frunciendo el ceño- Después de la manera tan humillante con la que te dejó tras tres años de relación, no deberías ni de volver a mencionar su nombre. Es más, de ahora en adelante está totalmente prohibido mencionarlo-dijo con total seriedad y señalándome con un dedo acusador esperando alguna reacción de mi parte.

Mi mejor amiga tenía razón. Después de esos tres años de relación, de todo lo que habíamos vivido juntos, de el dinero (eso era lo de menos) que me había gastado en ir todos los meses a verle (aunque solo fueran unas horas), coger un avión de dos horas para ir a España, perder tiempo de trabajo en la editorial... Y que luego me dejase con una simple llamada... Los primeros días estuve autoconvenciéndome de que podría haber sido peor, podría haber sido un simple mensaje como "te dejo" o "no quiero volver a verte" o "ya no quiero estar contigo" o un doloroso "ya no te quiero", pero no. Javier sabía muy bien cómo hacer que lo pasara realmente mal, por eso me llamó, sabía que escuchar su voz diciendo esas palabras me dejaría totalmente destrozada, que le iba pedir mil veces que pensara mejor su decisión, que haría todo lo posible por ir a visitarlo más veces de las que realmente me podía permitir por el trabajo, que lo llamaría todos los días, que no se arrepentiría... Pero no sirvió de nada, tomó su decisión y no había absolutamente nadie sobre la faz de la tierra que lo hiciera cambiar de opinión. Y como era de esperar, tuve que aguantarme y no luchar por él, no podía obligarlo a estar en una relación en la que ya no quería estar, ni a estar con una persona de la que ya no estaba enamorada, por más que yo si lo estuviera aún de él.

-Vale vale, pero tienes que entender que no puedo quitarme a Ja...-Anna me miró con cara de que me mataría como dijera su nombre de nuevo- ¿El nombre que empieza por "J" te parece adecuado para referirme a él?- Ella rodó los ojos, pero como sabía que no podíamos no hablar de él se rindió y asintió con expresión cansada- Esa es mi chica. Bueno, solo hace una semana que lo dejamos, no puedo pasar página tan rápido Ann, entiéndeme.

-No me malinterpretes Bi, claro que te entiendo, solo me preocupo por ti, quiero dejar de verte melancólica y que vuelvas a ser la chica que eras antes de empezar a salir con El nombre que empieza por "J".-De repente se le iluminó la cara y una sonrisa pilla se instaló en su rostro.- Tengo una idea...¿ Y si salimos esta noche?¿En plan noche de chicas?

-No se yo Ann, no estoy de humor para ir de fiesta.

-Por eso mismo, necesitas despejarte, y sinceramente, yo también lo necesito. Entre tanta crisis amorosa y todo el trabajo que tenemos por parte de la editorial... Necesito un respiro.

Abrí la boca para hablar cuando la vi salir por la puerta rápidamente, no me dio tiempo a añadir nada más

-Te espero a las diez en la fuente de la plaza, ¡no llegues tarde!- gritó cuando iba por el pasillo.


Ya eran las ocho de la noche cuando me vibró el móvil, era Anna:

-No cenes en casa, he reservado mesa en un restaurante que está super bien.

-¡A sus órdenes mi capitana!(emoticono de sargento).

-Así me gusta, nos vemos en dos horas. Ponte guapa, aunque siempre lo estás (emoticono con guiño y corazón).

Le envié un corazón en respuesta y me apareció en la pantalla una llamada prominente de mi madre, descolgué al primer tono.

Ciao mamma!

-Ciao bella mia, ¿cómo estás?¿Tienes planes esta noche?

- Estoy bien. Si, tengo planes, Anna y yo vamos a ir a cenar fuera, ¿cómo estáis vosotros?

Solo entre nosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora