Like a Masala Chai [YunGi]

V

—Finalmente tengo el placer de ver al famosísimo SeongHwa.

MinGi sonrió hacia su amigo luciendo orgulloso, ahora entendía porque HongJoong no se callaba sobre él, y es que parecía un ángel, su cabello rubio —casi blanco— le daban un aspecto aún más irreal, eso sin mencionar la suave sonrisa con la que recibía a sus clientes.

—¿Por qué no has ido a saludar? —preguntó con su cabeza apoyada sobre la mano derecha, llevaban casi veinte minutos ahí y YunHo aún no daba señales de vida—. Me arrastraste hasta aquí para verlo, no actúes tímido ahora.

—Estoy esperando a que tenga su descanso... además ¿dónde está el tal YunHo? Llevamos un buen tiempo esperando y aún no...

Antes de que HongJoong pudiese terminar su frase, la campanilla sobre la puerta principal de la cafetería emitió su característico y suave sonido, anunciando la llegada de un nuevo cliente, uno que MinGi reconoció en cuanto lo vio.

YunHo recorrió el lugar con la mirada y cuando sus ojos encontraron a quien buscaba, MinGi no sabía interpretar el gesto ajeno como un intento de sonrisa o una mueca.

Bien, esto sería definitivamente incómodo.

—Joder, si tiene una cara bonita —dijo su mejor amigo a su lado mientras se ponía de pie—. Pero eso no lo salvará de recibir una paliza si se comporta como un idiota contigo —aseguró antes de darle un apretón al hombro de MinGi e ir donde SeongHwa.

Solo pudo sonreír ante la preocupación de HongJoong, realmente era el mejor amigo que podría pedir, pero no necesitaba darle más problemas, así que quizá le ofrecería a YunHo llevar la charla fuera.

—Lamento la tardanza, cuando recibí tu mensaje llegó un paciente algo... nervioso —se sentó frente a él soltando un suspiro y MinGi no pudo evitar el jadeo de sorpresa cuando notó los rasguños en las manos de su acompañante.

—¿Qué rayos? ¿Estás bien? —sin saber porqué, solo tomó las manos ajenas entre las suyas y sus ojos se abrieron con sorpresa e inquietud—. ¿Tu paciente es wolverine?

YunHo pareció vacilar ante la repentina preocupación y el contacto, aún así, no lo detuvo de soltar una ligera risita.

MinGi no entendía qué le parecía tan gracioso, pero esa risa era algo contagiosa y encantadora, quería sonreír pero necesitba enfocarse en lo importante.

—Nunca has tenido un gato ¿verdad? —preguntó manteniendo una expresión suave, por raro que fuera, la reacción de MinGi le pareció entrañable, estaba tan acostumbrado a siempre tener rasguños, mordidas y moretones que era algo lindo que alguien se sorprendiera y preocupara tanto por algo que, si bien no le ocurría con frecuencia, era de lo más normal en su trabajo.

Sus amigos solían tener la mismas reacciones en un principio, pero pronto comenzaron a familiriazarse y ya ni siquiera preguntaban.

—No... ¿pero no deberías tener guantes o algo para protegerte en estos casos?

—Sí, los tengo, pero a veces soy descuidado, además... me engañó completamente, lucía muy tranquilo y suave cuando lo saqué de su transportador —sonrió mientras en su cabeza volvía a recrear la escena vivida hace unos minutos—. Ese pequeño era un verdadero actor, lo bueno es que YeoSang fue lo suficientemente rápido y astuto como para envolverlo en una toalla.

—Esto se infectará si no lo limpias como se debe —MinGi continuó inspeccionando las heridas recientes en las manos de su acompañante y pasaba su pulgar con cuidado sobre los rasguños como si con eso fuese a aliviar en algo el dolor, fue cuando YunHo fingió toser que las soltó y sonrió algo apenado—. Lo siento, claro, tenemos que hablar.