IX

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—Entonces... se supone que todo esto me hará sentir mejor ¿no?

—Claro.

—Genial —sonrió con sarcasmo—. Porque no lo están consiguiendo chicos.

MinGi estaba sentado sobre la tapa del retrete en la casa de HongJoong, con el cabello ligeramente húmedo mientras SeongHwa comenzaba a cortar cuidadosamente el exceso de pelo.

Resulta que MinGi era alguien que usualmente se preocupaba mucho por su apariencia física, pero desde su último intento por hacer felices a sus padres y la fallida boda con su mejor amigo, se había dejado crecer el cabello lo suficiente y había olvidado retocar el color grisáceo que llevaba cuando conoció a YunHo.

HongJoong dijo que sería buena idea un cambio. Teñirlo era su especialidad, y confiaba en él, pero ahora mismo no estaba en una situación donde pudiese llegar a casa de sus padres con el cabello de algún color fantasioso presentando a su familia al falso novio.

—Debo admitir que no confiaba mucho en la idea de un cambio en cuanto a color, pero HongJoong hizo un muy buen trabajo —comentó SeongHwa a la vez que compartía una sonrisa con el recién nombrado.

—Te lo dije, sutil, tradicional, pero sin perder el toque rebelde que tanto caracteriza a MinGi —su expresión era de pura dicha, lucía realmente orgulloso de su trabajo, eso y que los halagos de SeongHwa seguramente le elevaron el ego.

MinGi rápidamente sintió parte de la tensión desaparecer, estar con esos dos era curiosamente reconfortante, se sentía cuidado y querido, además, debía admitir que ver a su mejor amigo tan feliz era algo que ponía una sonrisa en su rostro.

La relación de los dos mayores era algo que le daba una sensación cálida en el corazón, se sentía en paz sabiendo que HongJoong estaba con alguien como SeongHwa.

—¿Ya puedo ver? —preguntó el menor intentando descubrir el espejo que su amigo se había encargado de tapar con una enorme toalla.

—No —intervino SeongHwa—. Ahora tengo que secar y peinar —se quedó quieto frente a él, lo observó fijamente y sonrió satisfecho—. Eres tan guapo que me parece un poco injusto.

MinGi no pudo frenar la risa irónica que salió de sus labios—. Me lo dice alguien con cara de ángel.

—Mientras ustedes dos siguen coqueteando como si yo no estuviera aquí, iré a preparar algo de comer y un poco de té —comentó HongJoong luciendo complacido de que su mejor amigo y su actual pareja se llevaran bien.

—Si tardas mucho puede que me quede con él —bromeó MinGi antes de que el único alfa presente desapareciera de la habitación.

SeongHwa tomó el secador de cabello y lo conectó con calma, pero antes de encenderlo, su semblante tranquilo y amistoso cambió a uno un poco más serio.

—MinGi.

—¿Hmm? —el aludido cerró los ojos esperando que comenzaran a secarle el cabello, pero los volvió a abrir al no sentir ningún movimiento por parte del mayor—. ¿Ocurre algo?

—Escucha, quería agradecerte por cuidar de YunHo este último tiempo —comenzó diciendo sin quitarle la mirada de encima.

Ante la mención de ese nombre, no pudo evitar sonreír con cariño, su reacción —que aunque sútil— pareciendo llamativa para SeongHwa.

—No tienes que agradecerme por eso —murmuró sintiéndose tímido de repente—. Le he tomado cariño y me gusta pasar el tiempo con él, se convirtió en un gran amigo.

—Sí, he notado que últimamente se volvieron muy cercanos, YunHo es alguien muy amigable, es difícil no quererlo ¿verdad?

—Lo es.

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