Like a Masala Chai [YunGi]

XIII

—¿Hasta cuándo lo tendrás sufriendo?

—No hago sufrir a nadie, no sé de qué hablas —respondió YeoSang sonando un poco a la defensiva.

YunHo suspiró y siguió anotando cosas en la libreta que llevaba en su mano.

—Además... ¿desde cuándo te importa? —preguntó el rubio casi en un susurro, abriendo otro contenedor de muestras médicas que recibían cada tanto para regalar a los dueños de sus pacientes.

—Mm... desde que salgo con su amigo, supongo.

Ante eso, YeoSang detuvo su tarea y se cruzó de brazos para observar a YunHo con una ceja levemente alzada.

—Así que supongo que fue MinGi quien te pidió que hablaras de esto conmigo.

El joven veterinario y dueño del lugar, sonrió y negó con la cabeza.

—No, en realidad no —dejó la libreta y el lápiz que usaba sobre el mesón donde estaba apoyado y entonces enfocó toda su atención en YeoSang—. Pero he visto como suspira cada que viene a algún chequeo con Mony y como te busca con la mirada, es un buen chico, solo algo torpe.

—Oh, lo dice el mismo que dejó caer tres kilos de alimento para perro cuando su novio apareció por aquí y le dio un inocente beso en la mejilla.

YunHo carraspeó e inhaló aire de forma tranquila para luego sonreír y continuar anotando los medicamentos en la lista.

Un mes hacía desde que MinGi le pidió "formalemente" que fuesen novios, y la verdad es que las cosas solo parecían mejorar entre ellos, a tal punto en que parecían dos tontos enamorados cuando la verdad es que estaban disfrutando el proceso de conocerse como pareja, quizá estaban siendo más pegajosos el uno con el otro y pasaban mucho más tiempo juntos, pero YunHo aún se ponía nervioso o actuaba tímido con las muestras de cariño en público.

—Han pasado dos semanas de eso, por favor, olvídalo, WooYoung está más que encantado de burlarse cada que tiene ocasión, no hace falta que lo ayudes —se quejó sin sonar molesto en realidad—. Solo digo que es muy obvio que también te interesa JongHo, así que... ¿por qué no solo darle una oportunidad? —se encogió de hombros y creyó que con eso darían por finalizada su conversación.

Pero YeoSang hizo un suave sonido acompañado de una leve mueca que le hacían ver algo afligido.

—¿Cómo lo sabes?

—¿El qué? —cuestionó el alfa sintiéndose confundido.

—Olvídalo... —volvió a sacar cajas con medicamentos para ir agrupándolos en orden alfabético—. Terminemos con esto, quiero irme a casa.

No hizo falta que YeoSang diera contexto, porque YunHo creyó haber entendido rápidamente a donde iba su pregunta.

—Yeo... te sonrojas, tartamudeas y desvías la mirada cada que JongHo aparece por aquí, eso sin mencionar que eres el único a cargo de Mony, nunca me has dejado siquiera darle una galleta de regalo a esa linda criatura —protestó olvidando nuevamente su tarea—. Y cuando se marcha, tienes una sonrisa boba en el rostro el resto de la tarde... eso y que la veterinaria huele a suavizante para ropa por un par de horas cada que el policía está de visita.

YeoSang abrió la boca para protestar, pero la cerró y simplemente se mordió el interior de la mejilla mientras fruncía suavemente las cejas.

—Pero... lo rechacé tantas veces desde el principio ¿no sería extraño que ahora quisiera conocerlo un poco mejor? —cuestionó luciendo nervioso—. Nos hemos hecho algo cercanos, supongo que amigos, no quiero arruinar eso, además... ¿qué se supone que haga? ¿invitarlo a salir? Como... ¿en una cita?