Griffin's Call #11

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Narrador:

Era la mañana del 15 de octubre de 1978, en la casa de la familia Blake todo iba de mal en peor, el señor Blake siempre estaba borracho, volvieron a molestar a Finney y Gwen dormían en clases por su falta de sueño en las noches, las notas de Robin empeoraron en matemáticas, pues ya no tenía quién lo motivará a mejorarlas.

Los detectives perdían las esperanzas de resolver el caso de los niños perdidos, tenían cinco desapariciones por resolver, nadie sabía el paradero de Griffin Stagg, Billy Showalter, Vance Jopper, Bruce Yamada y mucho menos del de Miranda Blake, quien era la única chica desaparecida en este caso.

Los carteles de desaparición aumentaban, al igual que el miedo de los padres al dejar salir solos a sus hijos, con la angustia de que no regresen a casa.

Era al rededor de las ocho de la noche, Miranda desde la mañana sentía una sensación...extraña, como si algo fuera a pasarle, no sabía que sería, pero estaba segura de que no sería bueno. El viejo teléfono sonaba, ella ya había recibido las llamadas de Bruce, Vance y Billy, ese sonido le taladraba la cabeza.

-¿Qué?- Pregunto ella.

-No te queda mucho tiempo - Respondió una voz joven, como la de un niño.

-A qué te refieres con eso?

-El no ha dormido muy bien.

-¿Qué? - La voz de este niño, que ella supuso que era Griffin, la confundía cada vez más.

-Pero ahora sí, ya se durmió, en su silla...esperando que salgas a jugar...

-Jugar? Qué espera que juege?

-"Niño travieso" si tu no juegas a niño travieso, el no puede ganar y si no gana, pasa al siguiente nivel...y el siguiente nivel de niño travieso, es su parte favorita...

-Cuál es la siguiente parte?

El soltó una pequeña risa-No te queda mucho tiempo

-Un segundo, la puerta está abierta.

-Exacto la puerta está abierta

-Y sólo... Salgo?

Griffin le explicó que había un candado en la puerta que da a la calle, le dijo que la contraseña estaba un una pared "23317".

-Debes ser muy silenciosa y cuidadosa.

-Lo haré, gracias.

Ella tomó valor y subió las escaleras y...hay estaba él, trató de no hacer el mínimo ruido mientras caminaba, llegó al candado, intentó una y otra vez hasta que por fin lo consiguió, por desgracia, el perro que estaba ahí comenzó a ladrar, lo que despertó al raptor, ella corrió lo más que pudo, pero fue en vano, venía la camioneta detrás de ella, trató de meterse entre los árboles pero el tipo la alcanzó, los minutos de Miranda estaban contados, ella se resignó a su fatal destino pero...era demasiado tarde para hacer algo...su mano cayó al suelo, lo que más temía pasó, el pensamiento que tanto la atormentaba se había hecho realidad, se convirtió en una víctima más de La camioneta negra.

Mientras Gwen dormía, un sueño la atormento de repente, era su hermana, corriendo de la camioneta, vio como su hermana perdía las fuerzas lentamente, la camioneta arrancó dejandola en ese jardín. Despertó sudando y con una respiración agitada, no dudo en salir a buscarla, tomó su impermeable y agarró su bicicleta, busco y busco con todas las fuerzas y esperanzas a su hermana, pero no la encontró por ninguna parte, lloró, ella era tan solo una niña, había pasado por tanto en su vida, primero su madre y ahora su hermana, era imposible no sentir desesperación de que pudo haber pasado con tu hermana, si tu sueño era real o no, era una angustia terrible para una pequeña niña.

"𝐓𝐇𝐄 𝐁𝐋𝐀𝐂𝐊 𝐕𝐀𝐍" || 𝑹𝒐𝒃𝒊𝒏 𝑨𝒓𝒆𝒍𝒍𝒂𝒏𝒐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora