Capítulo 04

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Harry se despertó con la desagradable sensación de una varita pinchando en su pecho.

— ¿Qu-? — luchando por abrir los ojos. Su cabeza dolía horrible y su boca se sentía como si hubiera estado cubierta de hongos. Por un momento no pudo recordar por qué.

La varita lo golpeó de nuevo. Parpadeó y abrió correctamente los ojos y vio a Riddle mirándolo fijamente.

— Ven — le susurró Riddle.

Harry se enderezó en la cama, tratando de ignorar el dolor que golpeaba su cabeza mientras se movía demasiado rápido. Miró más allá de Riddle para ver que al menos algunos de los otros todavía estaban en la cama dormidos, no más que formas boca abajo debajo de las sábanas.

— ¿Qué quieres? — Harry susurró de vuelta.

— Tenemos que discutir — dijo Riddle con frialdad — sobre lo que sucedió anoche —

Y entonces los recuerdos de la noche anterior resurgieron.

Harry palideció — Sí, está bien — dijo. Pensó en preguntar por qué esto no podía esperar hasta más tarde en el día, y luego lo pensó mejor. Se levantó de la cama, consciente de que aún llevaba los pantalones de la noche anterior, aunque al menos no estaban pegajosos. Su rostro ardía ante la idea. Encontró su jersey tirado en el suelo y se lo puso rápidamente, antes de agarrar su varita y seguir a Riddle mientras salía de la habitación.

Riddle cruzó la sala común, afortunadamente vacía a esta hora un domingo por la mañana, y salió al pasillo. Sin embargo, no fue mucho más lejos, sino que se dirigió a una de las aulas más cercanas. Estaba cerrado, pero por supuesto eso no detuvo a Riddle por un momento. Un hechizo murmurado después y ambos estaban dentro, Riddle cerrando la puerta detrás de Harry.

— Esto — dijo Riddle, girando hacia atrás para mirar a Harry — es intolerable —

Harry abrió la boca y luego la volvió a cerrar. No estaba seguro exactamente de lo que estaba sintiendo. Era horrible, lo sabía, estar tan indefenso con Tom Riddle, que sus propias emociones lo traicionaran de esa manera, olvidar todo lo que Riddle había hecho o iba a hacer en el momento en que Riddle pusiera sus manos sobre él.

Pero a Riddle le desagradaba tanto como a él. Y así, cuando se trataba de terribles trampas mágicas en las que Harry había sido atrapado, esta estaba bastante abajo en la lista.

Y parte de su mente seguía pensando en el hecho de que nunca se había corrido tan duro como la noche anterior.

— Oh, estoy de acuerdo — dijo, haciendo a un lado eso. Definitivamente no debería pensar en eso con Riddle parado como piedra frente a él.

— Me doy cuenta — dijo Riddle, algo tenso zumbando en su voz — que no pareces estar tan frustrado por esto como deberías —

Harry se encogió de hombros — Estoy frustrado — dijo — Lo estoy — Riddle lo miró con escepticismo y Harry suspiró. Tenía demasiada resaca para esto. Todavía debería estar en la cama, o al menos tomando una opción para la resaca — He pasado por cosas peores, supongo — admitió — Esta no parece la peor maldición en comparación, ¿de acuerdo? —

Algo brilló en los ojos de Riddle ante eso — ¿Enserio? — dijo.

— Y, de todos modos — protestó Harry — no parecía importarte mucho ayer — aunque honestamente estaba un poco confuso en los detalles. Fue difícil, entre el güisqui y la maldición, enfocar algunos de los eventos de la noche. Harry no estaba del todo seguro de lo que realmente había sucedido y lo que podía ser parte de un sueño — Entonces — terminó — ¿es tan malo que a mí tampoco me importe? —

Sueños en la Oscuridad| TraducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora