Deslicé mi dedo, yendo directamente al apartado de llamadas y cuando visualicé su nombre, apreté sin pensar mucho el teléfono que indicaba que una llamada había iniciado.
No sabía qué hora era allá pero lo único que le importaba en ese momento era que él responda, sea dormido o más despierto que nunca. Quería y ansiaba escuchar su voz una vez más.
—Hola— Escuché desde el otro lado y sentí como mi corazón se aceleraba.
—Emi, hola— Susurré, buscando las palabras en mi garganta que me permitan decirle lo que estaba sintiendo.
—¿Pasó algo en específico?— No podía deducir su tono al hablar, era difícil de saber cómo estaba si no podía verlo.
—Quería hablar con vos...— Pausé, dudando en si decirlo o tragarmelo como lo estuve haciendo desde hace días. —Te extraño, Dibujin.
El apodo estaba demás pero, quería que no sea tan tenso el volver a tener apenas un poco de diálogo con él.
—Tanto que me estoy desesperando por no tenerte conmigo— Finalicé, escuchando un silencio profundo.
—Pensé que estabas enojada conmigo.
—Al principio sí, pero después se me pasó.— Me apresuré a decir a lo último, escuchando por primera vez su risa. Esa risa que tanto me gustaba escuchar.
—Perdón si no te expliqué bien porque vine para acá.
—Está bien, Emi. No me tenés que dar explicaciones de tu vida, no soy nadie
—No, no está bien, Agustina.— Su tonalidad se endureció y su voz salió más ronca de la normal. Era sería la cosa ahora. —En serio, no pensé cuando te escribí y sinceramente, no tuve tiempo para darte una explicación mejor. Para colmo sentías que no querías ni verme y eso me hacía poner peor.
—No tuve que enojarme, igual. Vos fuiste re bueno conmigo y yo me enojé por un mensaje de mierda.
—Es que tenías motivos.
—Ya está, Emi. Ya pasó.— Le resté importancia, queriendo dejar el tema atrás. —¿Cómo estás vos y tu familia?
—Ahora estoy bien gracias a vos.— Sonreí, sentandome con las piernas cruzadas. —Santi está jugando en la pileta con mi mamá. Los dos están bien y mamá está muchísimo mejor.
—Me alegro mucho por ustedes. Cuando terminemos la llamada decile a Santi que lo extraño y que papá noel vino a dejarle un regalito.
—Dale, yo le digo.
—¿Le gusta Spiderman, no?
—Sí, sino no sería mi hijo.
—Que tarado.— Fui la última en hablar, dejando otra vez un silencio entre los dos. Sólo que ahora era menos incómodo.
—Yo también te extrañé, sabes.— Dijo, mientras dejaba salir todo el aire que tenía en él. Y era tierno porque incluso podía escucharlo respirar. —Extraño tus besos.
—¿Sí? Yo extraño ver tu cara de culo.— Murmuré, mordiendo mi labio inferior.
—Te quiero tener acá conmigo y dormir abrazado a vos.
—Yo quiero que estés acá conmigo y que duermas abrazado a mí.— Seguí con su juego, deseando poder sentir sus brazos rodearme por completo.
—Cuando vuelva voy a ir a tu casa, te lo prometo.
—¿Me traes un recuerdo de ahí?
—¿Qué sentido tiene un recuerdo si no viniste?— Se burló de mí.
—Bueno, pero igual.
—Te llevo todo lo que quieras, mi amor.
—Por favor, en mi tumba pone que morí por escucharte decirme mi amor.— Exageré, mirando el techo. —No quiero decirlo pero voy a decirlo porque creo que es el momento
—¿Qué vas a decir? A ver.
—Que vos también sos mi amor. En realidad, sos mi re amor.
A/N.
dos capítulos cortitos para recompensar q no actualicé en dos días jajsjs.
nos vemos en el próximo. por fa no se olviden de comentar y votar. las tkm. ❤️🩹

ESTÁS LEYENDO
vínculos perniciosos, dibu martínez.
Fanfic▭▬ ❛ pernicioso, perniciosa; que causa mucho daño o es muy perjudicial. ❜ 𝙀𝙉 𝘿𝙊𝙉𝘿𝙀 𝘼𝙂𝙐𝙎𝙏𝙄𝙉𝘼 comienza a sentir una fuerte atracción por el padre soltero más codiciado de su trabajo, llevándola a una catastrófica perdición. ...