Arthur Havisham ansiaba poder y riqueza. Tal vez era una cara bonita, pero su codicia era grande, Tal vez llegó a sentir amor pero fue lo más minimo pero poder le hacia perder la cordura.
Yo mori injustamente acausa de su avaricia. Pero el recuerdo...
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Aquella noche no podía dormir, sentía las carias y los besos de Arthur en mi cuello. Sentí esa sensación tan placentera que incluso podía jurar que cada que lo recordaba mis piernas temblaban y mi interior se humedecía Yo quería que el pasará a otro nivel. Pero el se detuvo. Podía jurar que el estaba aún lado de mi respirando y jugando conmigo. Si tan solo el rompiera la barrera.
Yo quería un poco más de Arthur pero el me dijo que aún no era el momento. Era algo que me ponía triste. Pero entre más lo pensaba la idea me parecía facinante. Tal vez pudese entregarme a Arthur y que el me enseñará los placeres del sexo.
Mis pensamientos me mantengan tan ocupada que no pude darme cuenta en el momento en que el sol salió. Eran aproximadamente las 7 de la mañana para ese entonces yo tendría que seguir dormida.
Abrí lentamente la puerta de mi habitación y mire la puerta Arthur. Quería entrar hacia el pero era demasiado vergonzoso atreverme a tanto.
Camine con dirección a la cocina y antes de poder entrar pude escuchar a amelia hablando con unhombre.
— Está es la lista de las jóvenes solteras del pueblo. Son señoritas de la alta sociedad. No son muchas pero son de la misma clase social que ustedes . Son damas muy cultas y reservadas—.
— Mi padre deseaba que Arthur se casará con una buena mujer de su misma clase. Me temo que Arthur tendrá que elegir si o si a alguna de ellas —.
— Amelia, Arthur es la persona más amargada que e conocido y todo le molesta a el. Tu no te preocupes por nada, yo le traeré a buenas mujeres, que estén a la altura de el —.
— Espero tener mejor suerte que mi padre.¿Recuerdas cuando lo obligó a casarse con Cristina?. Pobre mujer la dejo plantada frente al altar —.
— Claro que la recuerdo. Mira tu no te preocupes, para eso entonces el solamente tenía a una chica y en este caso ahora tiene una lista de varias mujeres —.
—No lose primo—.
— ¿No le as dicho sobre las clausulas del contrato? —.
— No del todo. Estoy segura que si el de entera podrá enojarse.... Pero si el se llegará a casar con una joven, yo no tendría la necesidad de decirle—.
— Bueno Amelia, si eso no llegará a suceder el no podrá recibir nada de la herencia de su padre. Es necesario que el se case para obtener esa pequeña parte —.
— Eso sería la única alternativa, si el no escoge a una esposa —.
— Aproposito¿la joven que vive con ustedes es algo de Arthur? —.
