Capítulo 5: ¿Nos conocemos?

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- Ya llegó - Lepiar buscó a Mickey, quien se encontraba en la cocina tomando un trago de ron, ambos bajaron corriendo por la entrada del barco. Katrina estaba esperándolos en el muelle, con bolsas en los ojos por llorar y no haber dormido en los tres días que estuvo en Playa Paraíso.

- ¡Katrina! Que gusto verte - Mickey le dio un medio abrazo y Lepiar la saludó con la mano. 

- Igual para ambos -

- Supongo que recibiste mi carta -

- Horriblemente hecha, pero si... ¿Salva está bien? -

- Por ahora - Lepiar fue la que contestó - Las cosas malas que le pasan a Salva solo aumentan cada vez y no sabemos qué tan lejos pueda llegar -

- Por algo vine, ¿subimos? - Asintieron y subieron.

El barco estaba igual a como Katrina lo recordaba, las cajas de botellas regadas por el piso, las ventanas pequeñas por las que se lograba ver el mar... Kenny, quien iba saliendo de la cocina, gritó al verla - ¡¿Katrina?! -

- ¡KATRINA! - Marie, salió detrás de su amigo y se acercó ella rápidamente y se abalanzó en un abrazo - Me alegra tanto que hayas vuelto -

- Si... Yo también los extrañé, no han cambiado nada - Katrina se acercó a Kenny para abrazarlo, pero él solo le dio un beso en la mejilla y le sonrió, Katrina se sintió confundida por un momento debido a esto, la sonrisa de Kenny era... Extraña. Katrina dirigió su mirada hacia un nuevo pirata que no había estado antes - ...A ti no te conozco -

- Permíteme presentarme - Sacudió su gabardina roja hacia atrás e hizo una reverencia forzada - Mauricio Fernández, los muchachos me han hablado de ti, ¿eres la bruja, no es así? -

Katrina tomó la falda de su vestido también simulando una reverencia y le dio una sonrisa a el chico - Sip, me llamo Katrina -

- Un placer conocerla - Tomó de la mano a Katrina, y le dio un suave beso en la misma, con la misma fue interrumpido por Mickey.

- Déjate de eso Mauricio, ella es de Salva - Mauricio soltó a Katrina y mostró sus manos limpias - Ella fue la que le dejó el brazalete -

- Anda... Con que Salva tenía una noviecita secreta - Ellos dos se rieron, pero Katrina estaba confundida.

- Disculpa, ¿de qué...? -

Su conversación se vio interrumpida cuando Salva entró por la puerta de la sala. Todos voltearon a él, volteaban a Katrina con poca disimulación, Katrina quedó helada al verlo de nuevo, y de su boca salió inconscientemente un saludo - Salva... Hola -

- ¿Hola...? - Salva respondió al saludo por cortesía pero con intriga de saber quien era la extraña que lo saludó con una sonrisa cálida, como si se conocieran de antes. Recordar que Salva no tenía memoria de nada de lo que vivieron juntos chocó con Katrina como una cachetada.

Mickey se dio cuenta del momento incómodo y se posicionó junto a Salva - Salva, ella es la bruja de la que te hablamos - Salva suspiró y se volteó hacia el oído de Mickey, hablándole en un susurro.

- ¿En serio vamos a hacer esto? -

- Si hay una posibilidad de que estés embrujado, no nos vamos a arriesgar, además tu hermana amenazó con matarnos si no lo hacíamos -

- Todos están dementes - Salva saludó a Katrina con la mano y se fue hacia su cuarto.

Ella le devolvió el saludo con la sonrisa más falsa que jamás haya hecho - ¿No le dijeron nada, verdad? -

- Nope... Nadie mencionó nada - Katrina suspiró pesadamente y siguió sonriéndole con nostalgia a Mickey - Debe ser algo difícil que no te recuerde, y todo eso... -

- Es mejor así, estaré bien... Necesito algo de aire - Katrina subió hasta la popa y se quedó ahí un rato para ver las olas.

Jugaba con el pendiente que Salva le había regalado, le daba vueltas entre sus dedos mientras recordaba todas las cosas que hicieron juntos, como nadaban por Playa Paraíso, la Fiesta de las Rosas y lo bien que la pasaron. Ella frotaba su cabeza mientras recordaba, pensó que volver a verlo no sería tan difícil, se equivocó. Mientras pensaba en él, unas cajas rechinaron detrás de ella, Salva las había tropezado sin querer. Se sonrieron mutuamente con incomodidad - ¿Quieres que me vaya? - Katrina sabía que el lugar seguro de Salva cuando quería estar solo era allí arriba, y sin que él la recordara, no quería perturbar su paz.

- No, está bien... De hecho, subí para preguntarte algo -

- ¿...A mi? - Mariposas de confusión y nervios se aparecieron en el estómago de Katrina -

- Si... ¿De dónde conoces a los muchachos? -

- Ah... Bueno, somos amigos de hace años - Salva no le creía a Katrina, y más sabiendo que sus amigos nunca salen sin él, es estúpido pensar que ellos conocieran a alguien que Salva ignorara.

Salva vio los ojos marrones de Katrina, y por un momento, sintió un recuerdo chocar contra él - ¿Nos conocemos? -

- No... Supongo que no -

- ¡Espero, te recuerdo! -

- ¡¿Qué?! - El corazón de Katrina comenzaba a latir más rápido mientras que el suspenso de Salva aumentaba.

- ¡Tú fuiste la chica que me salvó del policía en la playa! Te me hiciste conocida cuando te vi adentro pero no sabía de donde - Cualquier sentido de esperanza se desvaneció de Katrina - No sé si me recuerdes, antes era un poco más bajito -

- No, no, ¡sí recuerdo! qué coincidencia verte de nuevo -

- Si... Nunca te agradecí por eso, sino no fuera por ti hubiera muerto -

- Je... Tranquilo, no me agradezcas - Katrina se colocó el pendiente de nuevo, al que Salva le prestó particular atención.

- Lindo pendiente -

- Oh, gracias, fue un regalo - Katrina se volteó para irse y para sí misma en su cabeza resonó "...Tú me lo regalaste"

Bajaron todos a comer y al caer la noche, todos volvieron al barco para seguir un nuevo curso. Estaban todos dentro bebiendo y hablando, cuando Salva salió por algo de aire a la popa, donde se dio cuenta que no estaba solo, Kenny estaba en silencio observando las olas.

- ¿Qué haces aquí arriba solo? - Kenny se exaltó al escuchar la voz de su amigo.

- Ah, nada... -

- ¿Estás bien, amigo? -

- Si, solo no me siento muy bien, así que estoy tomando aire -

- ¿Te importa si te acompaño? - Una leve expresión de sorpresa se apareció en el rostro de Kenny.

- No... adelante -

Ambos hablaron por un rato con la luna dando a sus espaldas, rieron y demás, hasta que Kenny dio un pequeño temblor por el frío - Ten - Salva se quitó su chaqueta y se la colocó a su amigo, Kenny se sorprendió porque él se había dado cuenta que estaba temblando por la brisa gélida.

Salva sonrió cuando vio a su amigo - ¡Hey, te queda mejor que a mi! -

- ¿Tú crees? - Salva le asintió con la cabeza y volteó hacia dentro del barco, vio pasar a Katrina, sacudió un poco su cabeza y le dio un golpe de despedida a Kenny en el hombro.

- Devuélveme la chaqueta mañana, que descanses -

- ... Buenas noches -

Salva bajó y Kenny se quedó observando las estrellas, inhaló y sintió el aroma de Salva salir de la chaqueta del mismo, una sonrisa pequeña se le escapó en medio de la oscuridad...

"¿Quizás...?

ABISMO 2: Tratos con el DiabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora