Salva y Francesca estaban en una habitación lujosa en un edificio que quedaba lejos de la ciudad. Francesca soltó en la mesa de la sala de estar fotos y recortes de periódicos viejos - ¿Recuerdas el negocio que explotaste hace unos años cuando recuperaste el medallón del abuelo? - Salva se sorprendió de que su hermana supiera de eso - No eras el único que le seguía el rastro al medallón -
- ¿Eso quiere decir que te gané consiguiéndolo? - Salva sonrió victorioso, Francesca rodó sus ojos y comenzó a ordenar los papeles.
- El dueño de ese negocio era "El Teufel de la Mafia", Berthold Richter - Le deslizó sobre la mesa una foto del hombre - Uno de los mafiosos con más conexiones del mercado negro, y con lo mismo, con las fortunas más grandes en todo este mundo -
- ¿Y el punto de todo esto, es? -
- Que después de que explotaras uno de sus principales negocios, puso precio por tu cabeza y corrió la voz sobre que "el príncipe perdido" está en Playa Paraíso - Salva tomó recortes de fotos de el caminando con sus amigos en la playa, de su barco anclado en el muelle, de ellos en Isla Pata de Palo... - No puedes volver a Playa Paraíso, si ya te secuestraron una vez... Estás en su mira -
- ¿Y a dónde se supone que...? - Francesca se acercó a él y le tomó una de sus manos, mientras lo miraba con unos ojos de cachorro recién nacido - No, no, eso no va a pasar -
Sacudió la mano de su hermana, soltó las fotos en la mesa y se alejó de la misma - ¿No crees que ya es tiempo de volver? - Salva negó con su cabeza con la mirada perdida - Mamá y papá te necesitan de vuelta, yo... Yo te necesito, toti -
Salva se abrazó a sí mismo, mientras sentía sus cicatrices por encima de su camisa, negando un par de veces más - ...No estoy listo, France - Su hermana asintió levemente, renuente de la decisión de su hermano, pero la aceptó.
Francesca quiso cambiar el tema para evitar tener otra discusión - Le envié una carta a tus amigos. Les dije donde pueden recogerte y buscar algún lugar para que estén a salvo -
- ¿Cuándo? ¿Hoy? -
- No, mañana, tienes que descansar -
Francesca y Salva pasaron la tarde juntos, y al caer el sol se fueron a dormir.
Una lluvia de tormenta cayó durante la noche, debido a un trueno demasiado ruidoso, France despertó exaltada, sin poder volver a dormir se levantó y fue a la cocina a tomar algo de agua para tranquilizarse. Sin embargo, se sorprendió al ver a su hermano allí.
Sentado en el mesón, con una vaso por la mitad frente a él y la mirada disociada, France lo sacó de su transe con solo hablarle - ¿Salva, estás bien? -
- Si... Solo no puedo dormir por la lluvia, no te preocupes - Salva le sonrió intentando disimular, pero su hermana lo conocía demasiado bien.
- Tus ojos dicen algo más... - Se acercó y se sentó junto a él en el mesón - ¿Qué pasa? -
- No puedo dormir porque... Tengo miedo - Su hermano temblaba sobre sí - Como esos tipos me ataron... Como me arrojaron en medio de todos esos hombres... Cuando escuché la palabra "subasta" sentí el miedo más horrible de mi vida, sentí que no iba a volver a ver el sol, que no iba a... Vivir - Una lágrima corrió por la mejilla de Salva. Francesca se levantó de la silla y lo abrazó por la espalda.
- Toti... Todo está bien, ¿si? Ya estás a salvo... Ya estás a salvo... -
- Recuerdo... Unas figuras estaban alrededor del cuarto, había estrellas al revés en las paredes dibujadas con algo que parecía ser sangre, una estatua de un... Hombre que botaba sangre de sus ojos... - Salva temblaba con solo recordar la situación.
- Ya no pienses en eso... ¿Quieres dormir en mi cuarto? - Salva asintió mientras se secaba una lágrima - Pero en una colchoneta, no te creas que te dejaré mi cama - Salva se rio y el ambiente parecía dejar de ser tan tenso.
Ambos fueron a dormir, y Salva pudo descansar esa noche...
A la mañana siguiente, Salva despertó en la cama de Francesa (al despertarse antes, y el pasarse a esta). Había dormido bien, a pesar de algunas pesadillas recurrentes que tuvo durante la noche, sin embargo, sentirse acompañado lo ayudaba a seguir conciliando el sueño, recordando las noches que pasaban en su castillo en su cuarto compartido.
Salieron en la carreta hasta una costa donde Salva pudo ver a lo lejos el barco de sus amigos anclado a lo lejos. Antes de que Salva pudiera correr hacia ellos, Francesa lo detuvo.
- Toti... Lleva esto - Le entregó un crucifijo blanco con diamantes incrustados.
- No sabía que eras creyente -
- Cuando no sabía si estabas vivo en algún lado y tuve que unirme a la mafia para sacar a la familia adelante... Hacía falta algo de fe para salir adelante - Salva tomó el crucifijo y lo guardó en su bolsillo - Y no te lo doy solo por eso... A Berthold le dicen "Teufel de la mafia" porque hay rumores de que el tipo está en cultos satánicos o algo así... Y por lo que me contaste que viste... Y ayer me dijiste que solo te han pasado cosas malas últimamente... -
Salva ya sabía lo que su hermana insinuaba - Despertar con el cabello desastroso no es que me han embrujado, France - Salva se rio porque la idea de que fuera víctima de brujería le parecía ridícula.
- Me siento más segura de que andes por ahí sin mi si usas eso, solo quédatelo - Salva sacó el crucifijo y se lo colgó en el cuello.
- Tranquila... estaré bien ¿Si? - Salva y France se abrazaron y se despidieron.
Un abrazo que casi lo deja sin aliento por parte de Mickey le llegó a Salva - ¡Amigo... No respiro! -
- ¡¿Crees que te voy a soltar después de haberte desaparecido por dos días?! - Mickey soltó a su amigo, quien apenas había podido retener aire.
- No me desaparecí... Me secuestraron -
- ¡¿QUÉ?! - Gritaron varios de ellos al unísono.
- Es... Una larga historia, solo quiero subir a mi barco y descansar, ¿saben? -
Luego de muchos abrazos y preguntas, todos subieron al barco y se quedaron en una isla solitaria que había en el medio de la nada. Reunidos en el barco, Salva les contó todo lo que su hermana le había dicho, todo con un semblante de burla - ¿Pueden creerlo? ¿Qué ella cree que me embrujaron o algo así? Por favor -
- Salva... - Erick lo sostuvo del hombro, queriendo convencer a Salva aunque sea un poco - Si hubiera una pequeña, muy muy pequeña posibilidad de que fuera cierto, ¿no prefieres...? No sé, ir a ver a una bruja para confirmar que no tengas nada... -
- Si, claro, como ustedes conocen a una bruja - El sarcasmo marcado en el tono de Salva desapareció al ver como varios de sus amigos tragando grueso, desviando la mirada hacia otro lado o mirándose entre ellos esperando a que alguien de una respuesta - ¿Qué, conocen una? ... Esperen, ¿si? -
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ABISMO 2: Tratos con el Diablo
FantasíaCuando la mafia de Playa Paraíso le pone precio a la cabeza de Salva y la magia negra se ve envuelta en su cacería, es tiempo de que Katrina vuelva a casa... ⚠️Violencia gráfica⚠️