Capítulo 10: Fiesta en Satania.

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Katrina reunió a toda la tripulación en la cabaña al decirles que tenía una noticia para ellos – Ésta noche habrá una fiesta en la entrada del pueblo ¡Y me honra decir que todos están cordialmente invitados! – Mickey y Lepiar aceptaron en seguida, sin embargo, Erick se opuso tajante a la idea.

- ¿Qué no se supone que vinimos por la maldición de Salva? No para "fiestas" - Erick miraba por la colilla del ojo a Kenny, quién yacía sentado en el sofá cabizbajo mientras tomaba del brazo a Lepiar.

- Bueno, cómo todos estos días han sido tan abrumadores yo creí que una fiesta les haría bien... - Retrocedió unos pasos luego de sentirse atacada por su amigo.

- ¡Vamos Erick! - Unas fuertes palmadas le llegaron a este por la espalda - Será divertido, y lo de Salva está prácticamente resuelto, ¿Qué podría pasar? - Mickey le daba ánimos para aceptar ir a la dichosa fiesta, mientras que Erick intentaba darle señales para que no continuara apoyando la idea. Sin embargo, no sirvió de nada porque al final todos accedieron.


Él sol cayó y la fiesta iba a comenzar, la multitud caminaba hasta la entrada del pueblo por el camino de antorchas que los guiaba. La llama de las hogueras se avivaba mientras que los demás se sentaban a su alrededor. Los piratas quedaron fascinados por tal espectáculo de antorchas, era precioso de ver. Había una rueda de antorchas en el centro, con algunos troncos para sentarse y contemplar el espectáculo que iba a tomar lugar allí. Sin embargo, a la hora de elegir un asiento, Lepiar y Mickey se sentaron junto con Kenny, mientras que Marie y Erick solo lo miraban con rabia y decepción de vez en cuando; Kenny muchas veces le insistió a su amiga para irse, pero esta no se lo permitió.

Salva se sentó solo en un tronco frente a una hoguera, Vivian quiso acompañarlo, pero Mauricio siempre se aparecía de la nada, terminando los tres juntos..

Salva buscó a Katrina con la mirada por todos lados, pero no lograba verla. Era cierto que con tanta gente ella se pudo haber separado de él, pero igualmente, se le hacía extraño perderla de vista tan repentinamente.

Finalmente, un hombre se paró en el centro y con ánimo le habló al público - ¡Bienvenidos, sean todos, hijos de la noche! Que la estrella azul en sus frente los guíe en sus caminos y que la bendición de la diosa baje hasta ustedes - Muchos pueblerinos bajaron sus cabezas en forma de agradecimiento y el hombre continuó - ¡Recibamos con un aplauso a la hija de Demet Lavender, interpretando "La Danza del Fuego"! -  Los músicos comenzaron a tocar, y Katrina apareció en el centro de la rueda, cantándole al público a su alrededor.

¿Cuánto más he de esperar?

¿Cuánto más he de luchar?

Para poder encontrar...

La luz que sé que hay en mí -

Los piratas miraban y escuchaban con atención a Katrina, quién se sentía feliz de tener a sus amigos allí con ella, sin embargo, ella sabía que faltaba alguien...

He vivido en soledad...

Rodeado de multitud.

Nunca he conseguido amar,

pues no me quiero ni yo... -

La canción siguió, los músicos no pararon. Katrina se dejó envolver de tal manera por la melodía que se olvidó que tenía todo un público viéndola.

Cuando veas una estrella fugaz, guárdala en tu corazón

Es el alma de alguien que consiguió para los suyos su amor.

ABISMO 2: Tratos con el DiabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora