Capítulo 6: Un borracho nunca miente.

9 1 0
                                    

Luego de varios días navegando en la alta mar, llegaron a una montaña cuyo valle era un prado verde precioso; pinos que al pasar la brisa silbaban, el crujir de sus mismas ramas y las aves que cantaban les dieron la bienvenida al pueblo donde Katrina vivía.

- ¡Bienvenidos a Satania! -

Un pueblo pequeño, distintas cabañas se alzaban a lo largo de la entrada, campesinos pasaban y entraban con baldes de agua, leña, plantas... Todo reflejaba un ambiente tranquilo y silencioso, lo que era perfecto para Salva luego de días de estrés y pánico constante - Aquí será más sencillo quitarle cualquier maldición a Salva, y además es seguro, no nos encontrarán aquí - Mickey se acercó a Katrina y le dio unas palmadas en el hombro.

- Gracias por ayudarnos, en serio -

- No te preocupes, vamos a mi casa para decirles donde se quedarán -

La cabaña de Katrina tenía un aspecto bastante parecido a la cabaña de Demet, con plantas a su alrededor y una chimenea humeante. Vivian estaba en la cocina haciendo pasteles de manzana. Los piratas pasaron y Vivian se acercó a ellos para saludarlos, Katrina pasó a presentarlos - Muchachos, ella es... -

- La cosa más hermosa que mis ojos han visto... - Mauricio interrumpió a Katrina, empujó a sus amigos, y sus ojos conectaron con los de Vivian.

Su pecho se aceleró, sus pupilas se dilataron; se deslizó sobre su rodilla en el suelo hasta ella, tomó su mano y le dio un beso delicado y tierno, Vivian quitó su mano antes de que el beso terminase, retrocedió unos pasos impactada y un tanto sorprendida por la presentación del chico. Los demás piratas observaban la escena con vergüenza y pena ajena.

Mauricio se puso de pie, tosió un par de veces para hacerse el interesante, y se dirigió a la chica - Mauricio Fernández, pirata experto y el más apuesto de toda la tripulación - Mickey se rio en burla, mientras que Kenny y Erick compartían expresiones de absoluta impresión por la osadía de su amigo, Salva mantenía semblante de desagrado - ¿Con quién tengo el honor? -

- Se llama Vivian, es mi amiga - Katrina se plantó entre ambos, empujó a Mauricio por los hombros hacia atrás, haciendo que retrocediera - Y tú te quedas lejos de ella -

- No puedes separar el amor verdadero, Katrina - Dijo mientras movía su cabeza para ver a Vivian detrás de ella, le guiñó un ojo y ésta no reaccionó más que subiendo una ceja.

- ¿Qué tal si damos un paseo? - Mickey tomó a Mauricio por el hombro y se lo llevó hasta la entrada de la cabaña, Mauricio no salió de allí sin antes lanzar un beso al aire a Vivian.

Katrina se volteó a su amiga, sin poder ocultar la evidente vergüenza que sentía en ese momento - No sabía que tus amigos eran... Tan cariñosos - Le murmuró Vivian a su amiga mientras que limpiaba su mano con desagrado.

- Lamento eso... Ignóralo, es un idiota - Salva escuchó el murmuro de Vivian y se acercó a las dos chica - Soy Salva, básicamente soy la razón de por qué estamos aquí -

- Está maldito y me pidieron ayuda para romper su hechizo - Katrina continuó la explicación de Salva, él asintió y Vivian comprendió.

- Un placer conocerte finalmente, Salva - Vivian extendió su mano para saludarlo, quien él recibió cordialmente - Te puedo asegurar que no debes preocuparte por tu maldición, Katrina sabrá cómo quitarte eso otra vez - Un silencio incómodo se generó en el lugar; los piratas restantes se miraban entre sí, esperando a que alguien hiciera algo; Katrina se dirigió a Vivian con la mirada, mientras disimuladamente le hacía un ademán para que no dijera más nada, Vivian no entendió las reacciones de los demás, así como Salva no entendió lo que esta quiso decir.

ABISMO 2: Tratos con el DiabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora