24

50 9 3
                                    

<Narrador>

Ariel y sus hermanas, Chromia y Arcee, fueron a un bar luego de que cada una saliera del trabajo. Siendo Ariel la mayor, Chromia la del medio y luciendo una armadura azul, y Arcee la menor, llevando una armadura de color celeste.

Las tres se habían pedido cubos de energon con algo de etanol. Al estar bebiendo, Ariel solamente escuchaba a sus hermanas hablar de cómo estuvo su día, pero su mente seguía en la oficina de Orion Pax, pensando en lo que le dijo sobre aquel gladiador.

Nunca estuvo cómoda con las andanzas de Orion Pax en la política, no porque creyera que no tenía futuro en ella, sino porque, conociendo la visión que este tenía sobre Cybertron y la opinión hacia el régimen "democrático" imperante, lo volvía un sujeto que encendería todas las alarmas en el poder.

Con Chromia comentando sobre un compañero del trabajo y con Arcee negando con una sonrisa a las exageraciones de su hermana respecto al físico del mech y los detalles que este tenía hacia ella, la rosada veía a la calle por la ventana que tenía a su lado izquierdo.

—Pero, si no puedo hacerlo yo... ¿Quién más estaría dispuesto a correr esos riesgos?

Repasaba lo que alguna vez le dijo su mate' mientras pasaban tiempo en un campo a las afueras de Iacon, y sin darse cuenta, terminó soltando un suspiro del que las dos femmes que la acompañaban se dieron cuenta.

—¿Ariel? — preguntó Chromia al verla tan distraída, a lo que la susodicha dirigió su mirada a ella apartándose de la ventana.

—Si... lo siento. Estaba pensando en otras cosas, ¿De que hablaban?

—No te perdiste de nada— contestó Arcee, comenzando a imitar a Chromia. —¡Ay! Que guapo y caballeroso es él. La respuesta de la azulada; un golpe a palma abierta en su nuca.

—Yo no lo dije así— dijo Chromia de forma seria viendo al frente y sentándose erguida. Arcee negó divertida sobando su nuca.

—¿En qué pensabas? ¿Peleaste con Orion? — le preguntaría Arcee, aún a sabiendas de que ambos jamás peleaban.

—No, para nada. Son... asuntos personales de él.

—Los asuntos personales de Orion son asuntos tuyos— comenzó Chromia, inclinándose sobre la mesa, invadiendo el espacio de Ariel. —Y tus asuntos son asuntos nuestros.

—Chromia... eso es muy tóxico— replicó la rosada viendo a su hermana con grandes ópticos.

—Toxico o no, si te afecta nos preocupa— volvió a sentarse. —Ya, suéltalo.

—Es que... — titubea un poco sobre si decirles o no.

—Chromia no creo que sea algo que nos concierna— le dice Arcee.

—Calla— le puso el dedo índice sobre los labios de ella, viendo fijamente a Ariel, quien cedió a la presión de su hermana.

—Orion fue al coliseo de Kaon y allí conoció a un gladiador que dijo un discurso político o algo así y ahora quiere contactarlo.

—Uhhhh un gladiador— Chromia puso ambos codos encima de la mesa.

—¿Aún sigue con eso? Creí que al empezar a trabajar en el salón lo dejaría de lado.

—Parece que empezar a trabajar en el salón solamente hizo que su interés por la política aumentara. Me preocupa demasiado que se quiera involucrar en eso.

—Lo sé, pero...

—¿Pero el gladiador está guapo? — Arcee aplastó a Chromia contra la mesa para que dejara su tontería.

Transformers Prime: MegatronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora