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<La noche de ayer, fuimos testigos de un acto cruel y que no tiene precedente en nuestra historia reciente>

Después de la "pequeña" discusión entre Magnus y Wheeljack, el escuadrón continúo con su misión, adentrándose cada vez más en la ciudad. En cada metro que recorrían, debían enfrentarse junto a otros escuadrones a más y más insecticons.

<Con dolor y rabia, leía los numerosos informes que me iban llegando de la ciudad de Kaon, proporcionados por la Guardia de Élite, cuyos soldados, valientemente se adentraron en la ciudad para proteger a los civiles y exterminar a los insecticons que asolaban nuestra ciudad>

En cada calle que conseguían retomar, se encontraban con escenas cada vez más terribles. Los soldados se encontraban con cadáveres no solamente de la policía kaoniana, sino también de civiles; desde ancianos, hasta sparklings.

<Si esas bestias pudieran entendernos, les preguntaría porqué nos atacaron, porqué destruyeron la vida de tantos mechs y femmes>

Magnus, patrullando una zona ya retomada, se encontró con el cascaron sin vida de un mech, cascaron que tenía un gran rasguño en su pecho, cuello y cara, más atrás de él había una femme decapitada y un pequeño brazo que el cadáver de la madre no quiso soltar. Tal escena motivó al gran mech azulado a continuar con su labor en la ciudad. Con gran valor, Magnus lideró a los escuadrones en la eliminación de los salvajes y el resguardo de los civiles, dicha campaña duró hasta el amanecer. Kaon despertó con decenas de cadáveres por sus calles.

<Pero sé que eso es imposible. Cuando el gran dolor que invadía mi spark cesó y me permitió pensar lógica y racionalmente, empecé a investigar sobre estas bestias. Lo que averigüé fue... alarmante>

Ciudades más avanzadas como Tyger Pax, Simfur, Tarn y Stanix enviaron ayuda para los damnificados, sin embargo, la ayuda de la capital, Iacon, la ciudad más rica y poderosa de Cybertorn, jamás llegó. De Iacon no llegaron más que palabras de aliento, las fuerzas militares de la Guardia de Élite salieron de otras ciudades, pero el grueso del ejército se quedó estacionado en la capital. En resumen, ni energon ni tropas salieron de la capital, la encargada de garantizar la protección y estabilidad se desentendió por completo durante la crisis, la única acción que se tomó desde allá fue la autorización del despacho de las tropas de otros cuarteles.

<Sus colmenas en la luna Omega One, son demasiadas... es evidente que vinieron a Cybertron a buscar nuevos lugares para establecer nuevas colmenas, por lo que... seguirán atacándonos>

Pero gracias a la preocupación y aflicción que reinaba en Kaon, ningún ciudadano se había percatado de la evidente ausencia de la capital.

<Pesé al dolor que sentimos todos ¡Debemos ser fuertes! ¡La debilidad hará que muchos otros sufran el mismo destino... que sufrieron nuestros hermanos de Kaon... que en paz descansan con Primus! >

Cuando los noticieros, radios matutinas y letreros digitales de todo Cybertron daban la noticia de lo acontecido la noche anterior, todo el Alto Consejo fue convocado a una reunión de emergencia. En dicha reunión no se acordó una cuota de envió de suministros a la ciudad, tampoco el que harían en caso de una ola de refugiados que opten por salir de la ciudad, sino que Proteus puso sobre la mesa la declaración de guerra.

<Hace algunos minutos atrás, concluyo la reunión de emergencia, donde discutimos varios puntos... entre ellos, qué hacer ante el peligro que suponen los insecticons>

El debate duró poco, puesto que todos estaban de acuerdo con la propuesta de Proteus, todos excepto Halogen, íntimo amigo de Alpha Trion y los ojos y oídos de este último dentro del Alto Consejo. Halogen fue el único que se opuso a la movilización general de tropas, ya que conocía muy bien la corrupción que recorría los pasillos del palacio de gobierno y sentía que había algo raro detrás de todo lo que estaba ocurriendo.

Transformers Prime: MegatronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora