Transformers Prime: Megatron

2

Salí del cuarto en el que había despertado sin mis manos ni mi óptico, tardé más de la media hora que ese señor me había dado para prepararme, pero no creo que sea mi culpa, acostumbrarme a mis nuevas... "manos" era algo difícil.

Aún me costaba asimilar que esa era mi nueva vida, ganándome el energon honradamente en uno de los peores lugares de todo Cybertron, las minas de energon, ciego de un óptico y manco.

Me pregunté si habrían más younglings en mi situación aquí, aunque lo dudé mucho en un principio. Con el taladro sujetado por mis ganchos, me acerqué al mech, quien era el capataz de aquella mina.

—S-señor? Ya estoy lis...

—Sí, sí, sí, que bueno, ¡ponte a extraer energon! ¡Rápido, tenemos cuotas que cumplir! — me interrumpió y contestó dándome empujones a una pared en donde había una mena de energon.

Siendo honesto, no esperaba mejor trato que ese en un lugar así. Activé el taladro y procedí a extraer la mena de energon, en ese momento me di cuenta de lo solido que era realmente el energon en su estado natural, necesitaba más firmeza en mis nuevos servos y producto de mi falta de destreza, perdí el control del taladro.

Mi herramienta se empezó a mover sin control alguno sobre la superficie de la mena, hasta que cayó al suelo y en sus erráticos movimientos avanzó hacia otro minero que estaba trabajando.

—¿Eh? ¡Ahh! — el taladro se ensartó en el hombro del minero, el cual cayó hacia atrás intentando quitárselo —¡Auxilio! ¡Ayuda! ¡Aghh! —

—¡Ayúdenlo! — otros mineros se acercaron para ayudarlo, incluido el capataz. Finalmente pudieron liberarlo del taladro apagándolo, en ese instante, todos los ópticos se posaron sobre mí.

—¡¿Qué crees que estás haciendo?! — el capataz se acercó hacia mí y me golpeó en la cabeza con el mismo taladro que estaba usando.

—¡Agh! — choqué contra la pared, muy cerca de la puntiaguda mena de energon y caí sentado—P-perdón— me palpé mi cabeza para calmar el dolor.

—¡Ten más cuidado o mataras a alguien! Ahora usarás solamente tus manos para extraer el energon— se giró en dirección al mech herido, llevándose mi herramienta —Llévenlo a la enfermería—

Yo continuaba en el suelo palpando mi cabeza. Al levantarla, me fijé que lo llevaban al mismo cuarto en donde yo había estado, entendiendo que aquel era la enfermería, un lugar tan limitado se usaba para atender a cientos de mineros que podían sufrir accidentes graves... como el que yo le provoqué a aquel mech.

Me puse de pie y, mientras miraba mis ganchos, escuché a dos mineros a pocos metros de mí.

—Niño imbécil, lo pudo haber matado— dijo uno de ellos, pude escucharlos ya que aún no activaban sus taladros.

—Iría a incrustarle mi taladro en el cuello ahora mismo—

—Descuida, cuando empiecen a rotar las secciones y nos envíen a las minas del núcleo, lo empujas a los rieles de transporte—

—Ja, ja, ja, sí tienes razón, así nadie armaría escándalo por nosotros—

Fingí desentendimiento ante lo que escuchaba. No iba a durar mucho en las minas, fuera por quienes ahora querían extinguir mi spark o fuera por la naturaleza asesina del lugar.

Quería ponerme a llorar, esto no se comparaba a recibir un par de patadas y amenazas cuando normalmente me atrapaban robando, pero ciertamente en mi último robo, me metí con quien no debía.

Intentando volver a mi función, agarré la mena entre mis ganchos y traté de tirar de ella, pero resbalaron y me fui hacia atrás. Iba a ser una tarea difícil extraer el energon sin un taladro.