𝑺𝒆𝒓𝒆𝒏𝒅𝒊𝒑𝒊𝒂

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 50

Adara Santoro

Gimo del dolor al mover mi cabeza hacia aun lado sintiendo la fuerte punzada que me hace tensarme de golpe. El cuerpo me dolía como si un camión me hubiera pasado encima.

Estaba sobre una cómoda cama. Abro los ojos poco a poco tratando de acostumbrarme a la luz de la habitación en la cual me encontraba. Miro a mi alrededor confusa y un alivio me recorre al reconocer la habitación.

La habitación mía y de Hades.

No se exactamente como acabe nuevamente en Italia pero el alivio y seguridad me recorren. Me siento en la cama en medio de la sola habitación, de seguro Hades estaba ocupado.

No tenía ni la mínima idea de que hora era.

Llevo mi mano a mi barriga y al sentirla sobre el camisón largo de pijama que usaba me relajo mientras que sonreía levemente.

Borro mi sonrisa de inmediato al recordar lo último que sucedió antes de caer inconsciente.

Kira. Mi hermanita pequeña.

Los horribles recuerdos del como padre abusaba de ella y la golpeaba me hacen respirar agitadamente y los ojos me pican en segundos. Me paro de la cama a pesar del dolor y un sollozo se me escapa de los labios.

No había podido protegerla, siempre sospeche de algún posible abuso pero jamás que fuera de Alek. De quien era nuestro padre. El maldito bastardo se había atrevido a abusar de su propia hija y matándola.

El pecho me empieza a doler y un nuevo sollozo se escapa de mis labios.

Kira había muerto en mis propios brazos y yo no pude hacer nada por ella. La ira se envuelve junto la tristeza que sentía y un grito desgarrador se escapa de mis labios mientras recordaba las palabras de mi hermana.

Adara, yo soy una buena niña, ¿lo sabias?

Pero padre dice que soy una buena niña ahora.

Soy muy buena guardando secretos.

¿También tendre que ser una buena niña para el?

—¿por qué vienes con estas marcas?—le pregunto a Kira cuando llega a mi lado

—me cai—responde

—Kira esto no es una caida—tomo sus muñecas y rozo las marcas rojizas de ellas—. ¿Padre te ha agitado?

Ella asiente en silencio y suspiro molesta.

—fui buena niña —admite

Tengo frío Adara, abrázame

Te quiero Adara

Quiero dormir

Lloro desconsala ante el sufrimiento que paso mi hermana pequeña. Ella era solo un niña de ocho años la cual le habían hecho un infierno.

Unos brazos me envuelven fuertemente y pierdo la estabilidad dejándome caer al suelo sin ser capaz de mantenerme de pie por mi misma. Lloro apoyada sobre un pecho duro mientras que besaba mi cabello y acariciaban mis brazos tratando de calmarme.

—tranquila amor—susurran

—abuso de ella—susurro con la voz rota—el maldito bastardo abuso de ella. ¡Era su hija!—grito

Acarician mi cabello mientras lloro y los últimos momentos de mi hermana me vuelven a golpear con fuerza dejandome una culpabilidad encima mio. Jamás fui capaz de protegerla o tratar de hablar con ella, estaba más preocupada de llevarle información a Hades.