𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 60

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Nikolay Petrov

Pskov Rusia.

Entramos a la mansión Maslov con Dmitry y nos dirigimos hacia el despacho del Boss para empezar con el plan de Hades.

Al entrar al despacho vi que mi padre, Leonardo y un Caporegime estaban con el Boss hablando. Al vernos enarca una ceja.

—¿Sucede algo?

—sabemos donde esta Hades—habla Dmitry—y debemos de suponer que ahí está Sofia, Adara y Zaria.

—habla—ordena el Boss

—oímos que estan ubicados en una mansión en la ciudad de Positano Italia. Muchos vecinos cercanos a la mansión admiten haber oído gritos de chicas en medio de la noche, como si fueran torturadas—relata Dmitry

—tienen algunas entradas sin mucha seguridad, no más de seis hombres y hay zonas de la mansión las cuales no son vigiladas—relato

—perfecto para atacar—murmura padre

—haremos un ataque y mataremos a los Santoro—habla el Boss

—podemos ayudar—habla Dmitry

—¿Ustedes?—se burla Leonardo

—si, nosotros. Hicimos más que tu y eso que eres Caporegime—le hablo

Leonardo mira a mi padre esperando que opinara pero el solo ignora a Leonardo.

—podemos hacer el ataque pero solo deberiamos ir unos cuantos, se darian cuenta de nuestra presencia—señala Dmitry

—tienes razón—habla el Boss—solo iremos unos cuantos, los mejores para así no tener errores.

••••••

Adara Santoro

Unos días después

Ajusto la coleta alta que me había hecho para así evitar que Raven jalara mi cabello mientras que lo cargaba. Vestía esta vez de unos pantalones negros ajustados, una blusa blanca sencilla y unos tacones negros.

—¿esa es mi esposa?—pregunta Hades mientras que le daba el chupon a Raven

Sonrio mientras que me volteo y me acerco a Hades. Besa mis labios y le quito a Raven dejandolo en mis brazos.

Beso la mejilla de mi bebé mientras que el movía sus brazos. Raven tenia el cabello pelinegro como de su padre, piel pálida como la mía, unos labios carnosos y unos preciosos ojos azules como los mios. Era hermoso aunque tenía demasiado parecido con Hades.

—para tu suerte si—respondo

—que suerte la mía—admite tomando mi cintura

Raven nos mira con sus preciosos ojos azules y beso su mejilla con una sonrisa. No tenía ni dos meses pero ya estaba enamorada de este pequeño.

—¿estarás ocupado el día de hoy?

—un poco—admite—debo atender unos asuntos pero estaré aquí en la mansión.

Asiento y salimos de la habitación juntos, bajamos al primer piso donde entramos al comedor para poder desayunar con la familia. Nos acomodamos en nuestros asientos y recuesto a Raven en mi cuerpo.

Todos empezamos a desayunar y mientras yo desayunaba, Raven se mantenía tranquilo tratando de alcanzar con su mano mi cabello. Al terminar de desayunar nos pusimos de pie y con las mujeres de la familia fuimos a la sala. Alessia carga a Raven y sonrio mientras tomaba asiento en uno de los sofás.

𝑺𝒆𝒓𝒆𝒏𝒅𝒊𝒑𝒊𝒂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora