𝑺𝒆𝒓𝒆𝒏𝒅𝒊𝒑𝒊𝒂

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 36

Adara Santoro

Tenía que guardar reposo, eso había dicho el médico, reposo de tres días para así poder descansar.

Me había mantenido en cama y trataba de dormir lo más posible para evitar recordar el aborto que había sufrido. No podía creer que alguien que estaba en esta misma mansión me habría puesto medicina para provocarme un aborto.

No sabia como comunicarle a Hades sobre mi aborto, como iba a tomárselo. Después de todo era su heredero.

Hades el día de hoy volvía y no sabía muy bien cómo le comunicaria la noticia, tenía miedo, quizás se enojaria conmigo.

Suspiro mientras me acurrucaba en la cama y trataba de dormir un poco.

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Hades Santoro

Aparco frente a la mansión, suspiro cansado mientras que me bajaba del auto. Había tenido unos largos días en Los Angeles y solo necesitaba llegar a la habitación y dormir por días.

Entro a la mansión y voy hacia la sala donde me encuentro a mis hermanas junto a Luca y Zaria. Alessio y Flavio no estaban ahí.

—hola hijo, ¿como te fue?

—bien madre—respondo—¿todo bien por acá?

—todo bien—murmura madre

—¿donde esta Adara?—pregunto

—Adara esta en reposo, no se ha sentido muy bien—responde Chiara

—¿tiene gripe?—pregunto

—uhm no—niega Zaria

Frunzo el ceño confuso y camino hacia las escaleras, subo al segundo piso y me dirijo a la habitación, apenas entre vi a Adara acostada en la cama cubierta con las sabanas hasta sus hombros y logre ver como jugueteaba con el borde de las sabanas.

—Adara—la llamo mientras me quitaba la chaqueta

Ella no responde pero se queda inmóvil, frunzo el ceño aun más confuso y camino hacia su lado de la cama, me siento en el borde. Su mirada evitaba la mía.

—¿estabas llorando?—pregunto al notar sus ojos hinchados y rojos

Adara me mira y traga grueso, enarco una ceja sin entender que le pasaba.

—acaban de decirme que llevas unos días en cama, ¿que pasa? ¿Tienes gripe? ¿Alergia?

—no—responde

—¿entonces que pasa? ¿El embarazo te hace sentir muy mal?

Los ojos de Adara se humedecen y aprieta sus labios, me canso de ser tan paciente y le quito las sabanas del cuerpo, envuelvo mis brazos en su cintura y la ubico en mi regazo.

—¿que esta pasando?—pregunto

—lo siento...—susurra

—¿sientes que?

—sufrí un aborto—su voz se rompe y la miro mientras analizaba la información—hace unos días pedí un te y me lo trajeron a la habitación junto unas galletas. Mi te tenía Ajenjo y me provocó un aborto espontáneo, el medico dijo que el daño ya estaba hecho y que nada iba a poder salvar el bebé—las lágrimas caen por sus pálidas mejillas—. En verdad lo siento Hades se que era tu heredero pero no había manera de salvarlo.

—¿Quien te hizo ese maldito te?

—no lo se Hades—responde—. Perdón, no te enojes por favor.