𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 53

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Hades Santoro

Un almohadazo llega a mi cara y tomo una profunda bocanada de aire tratando de mantener la paciencia mientras que la almohada de la cama caía a mi regazo.

Mi esposa de solo veintiocho semanas de embarazo me mira fijamente y cruzada de brazos. Había abandonado la ropa formal por ropa holgada y según ella más cómoda para su embarazo.

—¿Sabes? Aveces extraño a la Adara tranquila—le comentó

Ella chilla molesta y me lanza otra almohada, suspiro tratando de no perder la paciencia y Adara se pone frente al espejo. 

—¡Estoy gorda y tu no lo quieres admitir!—lloriquea—¡Ya no quieres estar conmigo en la cama! ¿¡Tienes a otra verdad!?

—¿Qué?—arrugó la nariz

—¡Me eres infiel y yo aquí esperando un hijo tuyo!—me señala

—haber alto ahí Rusa—la señaló—explícame que sucede porque acabas de reiniciar mi vida.

—¿Por qué ya no tenemos sexo?—solloza—¿te parezco fea? ¿Es eso?

—bien creo que ya entiendo, estas pasando por una buena crisis emocional y hormonal a la vez

—¡No desvies el tema!—me chilla y se sienta en la cama lloriqueando. Rasco mi nuca sin saber que hacer.

Habían dos opciones de mi vida ahora mismo.

Podria mandarme a la mierda o tal vez se le olvide en un rato y vaya por algo de comer.

—¡Estoy gorda, mis pies se hinchan como patatas, mis senos duelen y me incomoda dormir ahora y tu me eres infiel con quien sabe que mujerzuela de por ahí! —suelta derramando lagrimas

—creo que no debí embarazarte—susurro

—¡Y ahora no quieres a nuestro hijo!—lloriquea aun mas

—vale ven aquí—la jalo hacia mi

Adara llora mientras la abrazo y acaricio su cabello lentamente jugando con su cabello rubio.

—¿La otra es bonita? —pregunta

—no hay otra—le aseguro

—¿Como que no? Ya no me amas y no tenemos sexo

—¿Todo esto es por no follar?—pregunto

—¡Pues si grandisimo idiota, tengo hormonas corriendo por mis venas y créeme que ando demasiado necesitada, pero el imbecil que dice ser mi esposo no me da lo que quiero a pero si el necesita sexo yo debo de ceder! ¿¡No es así!?—me grita molesta

—¿quieres una barra de chocolate?

Adara chilla más molesta de lo que ya estaba y se zafa de mi agarre para salir furiosa de la habitación. Suspiro tratando de no perder la paciencia ya que no ganaría nada más que no sea dormir en otra habitacion.

—¿Que carajos le pasa a tu esposa ahora?—pregunta Flavio entrando a la habitación al minuto después—casi me lanza un puñetazo cuando me tropecé con ella

—embarazo simplemente—respondo—empezó a decir que la engaño, ¿de donde ha sacado eso?

—mujeres—encoge sus hombros

—que no te oiga Adara que si no las pagaras tu.

—yo digo que las pagara Luca, Adara siempre le grita

—¿¡Por qué te comiste mi pastel!?—Grita Adara

—joder que alguien me de paciencia—me pongo de pie

𝑺𝒆𝒓𝒆𝒏𝒅𝒊𝒑𝒊𝒂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora