𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 13

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Hades Santoro

Dormir con la Rusa no era lo más sabio que pude haber hecho.

Tener a una chica virgen a mi lado durmiendo en la misma cama era una verdadera tortura y más cuando esa chica era Adara.

Tenía que mantenerme cuerdo y no dejar que el deseo a ella me ganará porque necesitaba que hablara luego sobre la ubicación de su familia para tomar más ventaja en esta guerra.

Adara creía que yo no me daba cuenta lo inquieta que estaba por las noches, las veces que se salía de la cama y se sentaba en la ventana o el sillón de la habitación mientras miraba fijamente a un punto.

Ahora mismo ella estaba acostada en la cama dandome la espalda creyendo que yo no me había dado cuenta de que estaba despierta. Era claro que no sabía disimular su respiración.

—si crees que no se que estas despierta, pues te diré que estas muy mal—le digo y su respiración se corta—. Cámbiate, bajas a desayunar y luego vas a mi despacho, ¿esta claro?

—si—susurra

Salgo de la habitación dejándola sola en ella y camino hacia mi despacho sin muchas ganas de desayunar. Solo necesitaba un puto trago y saber donde estaba la mansión Petrov. No debía de estar tan lejos del bar de hace unas semanas atrás pero no quería errores. Necesitaba que esto fuera perfecto para ganarle a esos putos rusos.

Entrando a mi despacho me encuentro a Luca que estaba tomando un vaso de Whisky. Enarco una ceja hacia el.

—¿no es temprano para tomar licor?—pregunto

—no—responde

—¿por qué no estas en la mesa?—le pregunto

—no le apetece desayunar y menos ver a la Rusa temblar del miedo por nuestra presencia hermano. Si no fuera porque tu estas a la nada de marcarla ya estaría muerta—dice Luca

—no voy a marcarla—gruño

—¿entonces puedo matarla? Su carita de cachorro me da dolor de cabeza

—no, ni tu ni los demás van a poner un solo dedo encima de ella. Yo me encargare de ella cuando sea necesario

—¿o cuando te tenga la polla agarrada de una sola mano?—sonríe de lado

—¿quieres un puto tiro en la cabeza?—pregunto ya fastidiado

—me da igual—encoge sus hombros

Suspiro mientras que miraba a Luca.

El siempre fue así, tan despreocupado y a la vez tan sádico. Pasaba demasiado tiempo con mi padre y aprendió demasiado en el, de un instante todos en la familia creímos que seria el quien tomará el lugar de mi padre dejándome a mi como Sottocapo o Consigliere, pero el jamás le interesa el poder. Solo quería matar y lo haría siendo o no líder de la Mafia Italiana.

Luca tenía muchas facciones de mi padre, entre ellas los ojos verdes como mi padre, lo fuerte que era y la mirada intimidante que tenía. Por alguna razón creía que Luca nos soportaría mucho a Adara y la mataría en cuestión de días pero ha tenido paciencia.

—así que hermano, la Rusa esta durmiendo en tu misma cama—se estira en el sofá—. ¿Vas a follartela?

—¿te he dicho lo cabron que eres?—pregunto

—si—responde

—si la tengo durmiendo en la misma cama que yo es porque la necesito vigilada de cerca y así aprenderá también a temer a quienes verdaderamente le harán daño.

𝑺𝒆𝒓𝒆𝒏𝒅𝒊𝒑𝒊𝒂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora