𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 59

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Adara Santoro

Un mes y medio más tarde

26 de Marzo de 2019

La llegada de Raven a la familia provoco que la seguridad de la mansión aumentará aún más. Hades se estaba encargando que nada sucediera a Raven, a mi y la familia.

Mi pequeño Raven era un bebé muy tranquilo, aveces lloraba por el hambre o porque mancho su pañal, pero casi siempre estaba durmiendo o muy tranquilo en mis brazos o en los de su abuela.

Había estado en una especie de cuarentena, un reposo de cuarenta días para mejorarme del parto de Raven. Hades había estado esos cuarenta días conmigo de cerca para asi ayudarme y a la vez cuidarme mientras trabajaba.

Alessia me había recomendado usar faja bajo la ropa, ayudaba a que mi cuerpo poco a poco retomará su figura mientras que la barriga iba desapareciendo poco a poco. El médico dijo que tenía alrededor de seis a doce meses para recuperar mi peso anterior, pero había bajado gran parte del peso de mi embarazo en estas últimas semanas aunque aun quedaba.

Me acerco a la cuna de Raven y acaricio su mejilla mientras dormía. Tenía un chupon en su boca mientras que la manta lo mantenía acurrucado y muy calentito.

—estará bien si lo dejas un rato solo—habla Hades a mis espaldas

—solo veía si estaba bien—me alejo de la cuna

—vamos—me hace una seña

Salimos de la habitación y dos soldados se ponen en la puerta de la habitación de Raven cuidando mientras que el estaba ahí.

Bajamos al primer piso y camino hacia la cocina, saco un trozo de pastel de moras y un vaso de jugo. Hades se apoya en la encimera.

—¿tienes mucho trabajo?—pregunto

—un poco, solo debo de hablar algo con Dmitry y tu hermano—responde

—¿Nikolay esta aquí?—pregunto

—llegara en una hora quizás—responde

—¿se quedará poco? Me gustaría que conociera a Raven

—estará unas horas, debe de volver a Rusia, pero seguramente tendrá tiempo—me calma

Asiento mientras daba una probada al pastel de moras, Hades juega con un mechon de cabello rubio y sonrio.

•••••••

Hades Santoro

—la búsqueda de Zaria y Adara se desplegó en París ahora mismo—señala Dmitry

—¿no sospechan que están acá en Italia?—pregunta Luca

—no, todo lo que han oído es que las ven en distintos lugares pero luego desaparecen—responde Nikolay—algunos soldados ya sospechan de nosotros y más de Dmitry.

—según ellos estoy muy despreocupados por la desaparición de Sofia y mi hija—explica Dmitry

—hay que acabar ahora—habla Alessio

—¿Como? Ir a Rusia seria ir a la muerte—habla Flavio

—no si ellos vienen acá—hablo

—¿de que hablas?—pregunta Dmitry

—es arriesgado y totalmente estúpido pero ganaríamos si esto sale como creo que debe de ser—hablo—. Traer a Alexander y Alek a la mansión sin ninguna seguridad.

—¿Qué?—pregunta Dmitry

—como oyes, ustedes podrían decir que mientras viajaban oyeron sobre nuestra ubicación actual y que se rumorea que ahí está Zario y Adara. Digan que para no levantar sospechas deben venir pocos hombres y solo deben entrar ellos dos solos así atacan cuando menos lo esperen—explico

𝑺𝒆𝒓𝒆𝒏𝒅𝒊𝒑𝒊𝒂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora