Capítulo treinta y uno

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“Por el amor que te tengo, es por ello que no me voy.”

Shinso va desprendiendo poco a poco los pétalos de la flor que tiene entre manos, como si estuviese jugando al me quiere o no me quiere. Se siente como un tonto ahora que ha recordado todo lo que sucedió en el bar hace días atrás.

¿Le dijo a Katsuki que le gustaba?
¿¡En qué estaba pensando al haberlo hecho!?
Se sentía avergonzado consigo mismo, por eso era que Katsuki había pasado evitándolo todos estos días.

Shinso observó hacia adelante, viendo a la distancia a Katsuki caminar por el parque del colegio. Se supone que la flor que tenía entre sus manos era para él. Era un hermosa margarita. Exacto, era. Porque ya lo estaba destrozando.

-—Linda flor… —-le había dicho Tetsutetsu la primera vez que lo vio. Re acomodó su garganta y apartó el pensamiento de que era para él—-.
¿Para quién es?

Shinso contempló la flor, su color era hermoso. No le dijo nada y solamente se alzó de hombros. No quiso mencionar que era para Katsuki, porque en los últimos meses Tetsutetsu solía irritarse cada vez que pronunciaba el nombre del menor y no entendía el porqué.

—-S-solo la encontré por ahí…

Tetsutetsu apretó los labios, asintiendo y cerrando su casillero. -—¿Te sucede algo?

No le había mencionado nada del bar.
No quería que su amigo pensara que era un estúpido, que se enojara o incluso sintiera lástima por él.

—-No sucede nada.

Shinso lo miró, Tetsutetsu le estaba sonriendo.

Su piel morena clara y sus ojos platinados parecían relucir muy bien con el sol de aquella mañana. Shinso quedó encantado con sus ojos… olvídenlo, solo es un vago recuerdo. El caso es que nunca se había fijado en ellos.

—-Que lindos tus ojos. –dice sin pensar, y al reaccionar, no se sorprende de ello, porque se lo dijo de una forma normal. Pero Tetsutetsu se sobresaltó y sus mejillas se acaloraron.

Shinso seguía viéndolos como estúpido.

-—¿Saldrás hoy? —-lo saca del trance.
Shinso niega y por primera vez se dedica a ver su rostro detenidamente. Pero que pestañas tan hermosas… Sonríe, era un enano, a penas si le llegaba a la barbilla, aún no entiende con qué descaro intentó inscribirse al equipo de americano. Por supuesto, no lo habían aceptado. Pero el chico era una preciosura.

—-No, no saldré.

Tetsutetsu intenta ocultar su nerviosismo, así que evita ver esos lindos ojos y hace como si le interesara un punto fijo que no sea él.

—-Genial. Llega a mi casa esta noche, podemos jugar play, ver una película o algo… No sé, salir los dos… —-dice lo último como una indirecta, pero sabe que Shinso no lo va a captar.

Shinso asiente.

—-¡Sí, suena genial! –No, definitivamente no lo había captado.

Tetsutetsu comienza a frustrarse pero no lo demuestra. Bueno, sí, un poco, porque deja de sonreír. Se despide de Shinso con un beso en la mejilla, algo que últimamente ha empezado a hacer.

Ahora, Shinso sigue sentado en el parque, solo. Está debatiendo consigo mismo entre ir hacia Katsuki o no.
¿Qué podría decirle?

—-Hola, Katsuki. Mira, ahmm te traje una flor y lamento lo que te dije hace unos días, que en realidad es “mentira” y no pienses que la flor significa algo. A-Aunque en realidad sí significa algo porque me importas, pero no en ese sentido de “importar” ehm… oh bueno, sí en ese sentido. Aún así no lo tomes a mal, pe…
¡Ya sabía que era algo muy tonto!

Posesivo [Kiribaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora