Capitulo ocho

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Eijirou comenzó a caminar por los pasillos de la universidad, digamos que no iba de un buen humor este lunes. (para no decir que nunca trae una cara amigable.)

Todos decían a un lado dejándolo pasar, esta vez nadie le sonreía, ni le llamaba o lo saludaban. Quizás todos sabían la cagada que habían cometido el sábado por la noche.
Eijirou se enteraba de todo ñ, no es idiota.
Después de esa llamada el único que llegaría salvarse sería Mirio.
Claro si es que estaba de compadeciente y no le agarra por tambien querer partirle la cara.

Cuando dobló la esquina del pasillo, justo por el baño de hombres, encontró a los del equipo de fútbol americano, riéndose entre ellos y portando el uniforme del equipo.
Excepto Mirio que no estaba con ellos.
Justo en el momento cuando vieron a Kirishima se quedaron callados. Eijirou no estaba para rodeos, Así que apenas vio a Monoma Neito quién era el Mariscal del campo lo tomó por la camisa y lo arrastro directo al baño.

Éste comenzó a forcejear para poder soltarse, pero era inútil, Kirishima era más fuerte y más hábil.
Cuánto de una patada abrió la puerta y aventó a Neito al suelo los chicos que estaban ahí apenas vieron la escena salieron huyendo del baño.
Dejando a Kirishima y a Neito solos.

Cuando Neito trato de levantarse, el pelirrojo le dio una patada justo en las costillas, haciendolo caer nuevamente adolorido.
El chico se dio cuenta de lo jodido que estaba al no ver a ninguno de sus conpañeros entrar al baño para ayudarlo. Era obvio que nadie queria estar es sus zapatos. Por otra parte, Eijirou tenía muchas personas para golpear, todos los hombres que estuviesen en la fiesta. Era obvio que el equipo había asistido y que habían sido cómplices de las idioreces que gritaba aquel chico Shinso.
Ninguno se iba a librar, de esto estaba seguro.
Pero ahorita no tenía tiempo para ellos, solamente para el principal, el capitán del equipo.
Neito le iba a ayudar tanto...

Kirishima no de explicaciones cuando comenzó a golpearlo, aunque Neito fuera lo suficiente ágil para esquivar algunos golpes, no era suficiente para detener al pelirrojo. El mismo se arrastró por el suelo hacia uno de los baños, rogándole y llorando como un niño para que Eijirou ya no lo siguiera golpeando. En ése momento estaba haciendo todo lo contrario de un titular.
Se supone que los mariscales no se dejan intimidar.

El pelirrojo lo miro desde arriba.- Dime Neito ¿Que los entrenos no son por las tardes?.

-Oh, s..sí.- titubeo. Kirishima se inclino hacia delante recostando sus manos en las rodillas.

-¿Entonces que hacen con el uniforme?

Este se recostó en la pared quejándose. -Es... los de la preparatoria necesitan entrenar. La liga se aproxima y... Quieren que los Entrenamos.

-Háblame de la fiesta, dime como estuvo. -
El cambio repentino en la conversación hizo que Neito se tensara.
No queria parar molido, no.
Asi que, olvidándose que era el rudo titular, comenzo a llorar, de nuevo.

-Perdóname, Eijirou. No me pegues, por favor yo... -El pelirrojo lo tomo por la camisa este siguio suplicando. Él sabía a lo que se refería, se maldiyjo por haberse emborrachado-.Yo estaba borracho y... y no sabía nada.

Se aferro a la pierna de Eijirou, rogando su compasión. El pelirrojo no tenia ninguna expresión. -Dame tu uniforme.

El chico lo miro aturdido- ¿Que?

-Quitate el uniforme.- ordenó. Neito no lo dudo ni un segundo y se comenzo a quitar la ropa, quedandose solamente en boxers.

Eijirou tomo la ropa y comenzó a vestirse, sin importar dehar desnudo al chico que tenia en frente. Neito lo miro aturdido por un momento.

-¿Y entonces? -empezó-. ¿Que tengo que hacer yo?

Eijirou lo miro con una sonrisa justo en el momento en que había terminado de ponerse las hombreras.- Tu sólo quedate. Yo entrenare a esos chicos.

Posesivo [Kiribaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora