𝕊𝕦𝕖ñ𝕒 ℂ𝕠𝕟𝕞𝕚𝕘𝕠.

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__Terminen de descargar lo que hay en el muelle y luego regresen al hotel.

Dio la orden mas que agradecido. Estaba exausto y no veia la hora de regresar, darse una ducha, comer algo rapido y luego dedicarse a dormir hasta el día siguiente. Esa habia sido su rutina mas o menos desde que llegó a Australia casi un mes atras. Los primeros días estaba demasiado nervioso para conciliar el sueño (cortesia de Zeus) y terminó la primer semana, completamente alterado. Debia trabajar en ese proyecto y pretendia hacerlo igual que los demas, quizas mas que todos y poder asegurarse que las redes eran bien extraidas de los mares o divizar a los delfines con sus propios ojos para quedarse tranquilo, pero parte del castigo le impedia regresar a las aguas. Ni siquiera podia sambullir los pies sin que algun trueno resonará a lo lejos. (Tambien cortesia de Zeus)

Pero conforme pasaron los días, habia logrado superar esas pruebas y establecer un buen ritmo de trabajo. El clima los habia favorecido bastante y la financiacion del proyecto les aseguraba buenas embarcaciones, asi como un buen numero de ayudantes, equipos de calidad y un excelente hotel donde poder descansar. Se veian buenos progresos a pesar del poco tiempo que llevaban alli y eso ponia de buen humor a todos, incluyendo al doctor Bulki, quien parecia mucho mas relajado y conforme con sus ordenes. Por el resumen recien expresado, el tambien deberia estar de buen humor y sentirse en paz consigo mismo. Hasta podia añadir a la lista que Zeus no habia vuelto a hacerle advertencias extrañas ni habia recibido mensajes de alerta. El celular que le habia dado, el cual llevaba siempre en el bolsillo ni siquiera habia sonado desde que lo llamó en el taxi. Deberia estar en la cuspide del climax pero no era así.

Contrariamente y como pasa siempre que Zeus estaba involucrado, se sentia contrariado. En vez de agradecer por su buena suerte, no dejaba de preguntarse porque el dios no se habia vuelto a poner en contacto con él. Adrede, pronunciaba su nombre con mas frecuencia, especialmente cuando estaba solo y buscaba provocarlo maldiciendolo cada vez que tenia la oportunidad. Hasta se habia tomado la molestia de aprender nuevos insultos de los trabajadores que estaban con el para dedicarselos al rey del Olimpo. Lo insultaba en todos los idiomas que conocia y la ultima semana, habia empezado a insultarlo en griego antiguo. En sus momentos de mayor desesperacion usaba hasta su nombre romano pero por muchos puntos debiles que tocara, Zeus no daba señales de vida.

La cuenta regresiva del Rolex indicaba que le quedaban 875: 24: 13 lo que sean. ¿Horas? ¿Días? ¿Semanas? Intuia que tenia algo que ver con su mortalidad. No habia forma de que alguien le pusiera una cuenta regresiva a un dios inmortal asi que descartó los años, pero ese fue todo su avance en el acertijo. Se quedó dos horas mas en el muelle y cerca de las 19: 34 horas cerró la puerta del hotel a sus espaldas con llave. De pura curiosidad miró el reloj, 872: 10: 56. Hizo los calculos mentales y confirmó que se trataban de horas. Mientras mas horas pasaban en su vida como mortal, mas se achicaba la cifra de adelante. Pero ¿cuantos días eran 872 horas? Alrededor de 36 días, 37 si contaba el de hoy. A esos debia sumarle los siete días anteriores al accidente del Rolex, cuando subió al avion y daban como resultado 44 días. Mas o menos, un mes y medio.

Se desvanó los cesos tratando de recordar las fechas del calendario de los mortales. ¿Qué día era hoy? ¿Qué pasaba dentro de 44 días? Recordó que habia llegado al departamento en Virginia un 04 de Julio. Estaba seguro de eso porque creyó que los Fuegos Artificiales eran la primer burla de Zeus de la larga lista que llegó a hacer con el paso de los días. Si habian pasado 37 días mas desde ese entonces, seguro que ya estaba en Agosto, 10 de Agosto segun las cuentas y dentro de 44 días seria 22 de Septiembre. El 22 de Septiembre comenzaba el Eqquinoccio de Otoño. Y eso marcaria, ¿qué? Su castigo terminaba en Enero, poco despues del Solsticio de Invierno, fecha aproximada en la que esperaba regresar a Estados Unidos, dos semanas antes de finalizar la penitencia. Lo que significa que el Eqquinoccio no representaba ninguna fecha especial y que aun estaria en Australia. Entonces, ¿Por qué la cuenta regresiva para ese día?

Se convenció a sí mismo que por mucho que pensara buscando una respuesta, la misma estaba mas allá de su alcance por lo que siguió sus planes. Se duchó, se vistió con la ropa mas comoda que encontró (los joggins degastados y medias en los pies), comió un aperitivo que tambien funcionó de cena y se desplomó en la cama esperando quedarse dormido de inmediato. Pero Hypos no estaba dispuesto a favorecerlo o bien sus pensamientos iban demasiado rapido como para caer bajo el embrujo del dios menor. De cualquier momento se levantó y pidió una hamburguesa doble con queso y papas a la habitacion. Si, no era muy saludable que digamos pero en ese mes que llevaba como mortal habia descubierto que podia hacerse adicto facilmente a la comida chatarra, especialmente de las hamburguesas con queso.

Mientras esperaba el pedido, rebuscó en su mochila solo como para matar las horas, deseando encontrar algo que lo agotara por arte de magia o al menos que lo distrajera un poco y encontró los objetos que le habia dado Zeus un día antes de su viaje. El dinero estaba intacto y recien en ese momento se percató que no eran dolares estadounidenses sino australianos. Los dejó a un lado ya que su billetera magica tenia la mania de llenarse sola con dinero desde aquel suceso en el taxi. Hasta se habia dado el lujo de guardar su salario en el mismo sobre en el que se lo entregaron, asi de util era el servicio economico de Zeus, aunque no pensaba reconocerlo en publico ni mucho menos agradecerle el detalle.

Inspeccionó la tarjeta de plastico pero contrario a lo que creia no era de credito ni de debito. No tenia ni la menor idea de qué era ni qué significaban las palabras que llevaba grabadas en relieve: "Crown Promenade Melbourne". La guardó en su billetera y centró toda su atención en el sobre marrón. No llevaba nada escrito por fuera así que lo abrió curioso. Dentro habia una hoja de papel doblada en cuatro. La desplegó y encontró una frase escrita en puño y letra:

Ονειρέψου μαζί μου

Estaba en Griego, eso era seguro y traducida significaba "Sueña Conmigo". Frunció el ceño de nuevo y se preguntó si era posible para los mortales controlar los sueños. Sabia que los dioses podian interrumpir por cierto tiempo pero hasta ahora no habia escuchado que un mortal hiciera algo parecido. Bueno, tampoco es que haya acostado a dormir dandole ordenes a los Oniros y dejadoles en claro qué queria soñar esa noche como si fuera un menú. Aunque ahora que pensaba sobre eso, se percató que no recordaba ningun sueño desde que era mortal. ¿Habia soñado alguna vez? Como dios no habia pasado. Ellos no tenian conciencia ni muchos menos un subconsciente jugando con su propias mentes. Ni qué decir que los dioses del sueño no tenian poder alguno sobre ellos, ni siquiera Hypnos que era el mas poderoso de todos pero, como mortal era diferente. Tendria que haber soñado aunque fuera una vez y era mas que evidente que los mismos se habian negado a acudir a él.

Sintió un golpe en la puerta y supuso que habia llegado su comida, por lo que dobló la hoja y la guardó en el sobre. Caminó hacia la puerta con paso presuroso con una pregunta rondandole en la cabeza. ¿Tendria su primer sueño esa noche o era solo un presentimiento infundado?

༄ℙ𝕣𝕠𝕗𝕦𝕟𝕕𝕚𝕕𝕒𝕕𝕖𝕤๛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora