Unos labios se acercaron a su oído y le susurraron "te quiero". Bajaron por su cuello depositando tiernos besos a medida que recorrían su artería, la cual la sentía mas inquieta que nunca. Se notaba agitado y con una fina capa de sudor cubriendo su piel, aunque sabia que estaba vestido con unos jeans y una camisa, ambos de color blanco. La camisa estaba totalmente desprendida y una de las solapas hacia sido desplazada hacia un costado exponiendo parte de su torax.
Alguien estaba encima de él. No lo apresaba sino que estaba perfectamente acomodado. El colchón que sentia a sus espaldas cedía ante el paso de unos antebrazos que sostenían el cuerpo del desconocido. Su entrepierna se acomodaba sobre la suya, encajando lo suficientemente bien como para que la fricción fuera perfecta y lo hiciera suspirar cada vez que el otro se movia.
Tenia los ojos cerrados pero era consciente de todo. Sus brazos estaban abiertos a cada lado y sus manos se cerraban en un puño aprisionando la sábana. No estaba en contra de su voluntad sino que se sabia totalmente entregado al momento. Separó sus labios porque le estaba costando respirar. Sentia que sus mejillas ardian al igual que el resto de su piel y tenia una erección que jamás habia llegado a experimentar. Estaba descalzo y se oía musica clasica como si saliera de otra habitación. Un instrumental de violines.
Una suave brisa que entraba por alguna ventana entreabierta le removía algunos mechones que caían por su frente y le erizaba la piel. Se sentía intrigado por saber dónde estaba y quién era ese desconocido que estaba tomándolo con excelsa calma y confianza pero no queria abrir los ojos por temor a que fuera un simple sueño. Su cuerpo parecía reconocerlo y dejó que fuera su instinto quién reaccionara. Los labios llegaron a la nuez de Adan y chuparon la piel de esa zona, una lengua se aventuró a dibujó pequeños círculos siguiendo el contorno de la protuberancia en la garganta antes de que los labios volvieran a tomar el control y descendieran directo hacia las clavículas.
El desconocido movió las caderas en un circulo sin apuro y él se vió obligado a tragarse un gemido. El roce le aceleró aun mas el corazón y apretó con mas fuerza las sábanas. Creyó percibir un amago de sonrisa confiada en los labios que lo recorrían pero fue efímero. Pronto, éstos envolvieron el pezón que tenia al descubierto y la lengua comenzó a darle golpecitos sueves e interrumpidos poniéndolo mas erecto de lo que ya estaba. Lo atrapó entre sus dientes y lo soltó, solo para despalzarse al lado contrario y repetir la acción en el otro pezón.
La totalidad de su torax quedó al descubierto y el desconocido dejó una estela de besos desde el centro de su pecho, pasando por el centro de su abdómen hasta rozar el borde del pantalón. Maldijo la prenda, o mas bien el hecho de que la misma estuviera abrochada o que nadie se hubiere molestado en quitar el cinturon del medio.
__Calma...
Otro susurro. Aunque ese lo habia inmovilizado por completo. Sus nervios reaccionaron a esa voz y como si lo hubiese estado esperando, todo su cuerpo obedeció esa orden. Soltó una exhalación y sintió desinflarse. El dueño de la voz se elevó y buscó sus labios, atacándolos, apresándolos apasionadamente y fundiéndose con él en ese beso como si dejara la vida en ello. La lengua invadió en busca de la otra igual para sumergirse en una danza sin principio ni final. Chocaban entre si, se rozaban, se rodeaban, se exploraban y si no fuera por que sus pulmones necesitaban un poco de aire, jamás hubiese buscado separarse.
El otro lo liberó del beso a regañadientes pero pronto se apropió de la piel de su cuello como si estuviese sediento y él fuese la unica fuente de agua a la redonda. Si cadera volvió a moverse pero no una sino varias veces. Embestía contra él apasionado, aprovechando la fricción entre ambos, imitando el coito por encima de la ropa. Mordió su labio inferior y apretó mas los párpados negándose a que terminara de algun modo, y liberó las sábanas solo para abrazar al desconocido por la cintura. La camisa que llevaba fuera del pantalón cubrían su piel pero Poseidon la levantó hasta poder apoyar las manos sobre los omoplatos del contrario, directamente sobre la piel que sentía tan caliente y sudorosa como la suya aunque muchisimo mas apetecible.
Separó las piernas un poco mas y lo atrajó mas hacia mi mismo, negándose a soltarlo e intentado reconocerlo entre la bruma de la pasión que obnubilan sus sentidos, pero el otro se detuvo abruptamente. Le dió otro beso en los labios pero este fue diferente. Sabia a despedida. Luego sintió que la frente del contrario se apoyaba sobre la suya y se armó de valor. Habia algo en ese gesto que lo acercaba a la identidad del amante desconocido, pero cuando estuvo a punto de decir su nombre, el otro lo interrumpió.
__Te quiero...no lo olvides. No "me" olvides.
Todo se tiño de negro. La musica de fondo dejó de oirse y en su lugar oyó un estruendo que bien podria calificarse como mortífero. Se negó. No quería eso. Quería regresar a donde sea que habia estado y confirmar la identidad de ese hombre. Pero el despertador sobre la mesa de noche seguia insistiendo y sabia que ya no podria volver a dormirse, aunque lo arrojara al suelo. Abrió los ojos y vio que los primeros rayos de Apolo irrumpían sobre la habitación solitaria y silenciosa.
El colchón sobre el que estaba acostado no era el que habia estado sosteniéndolo. Ni siquiera las sábanas se sentían con la misma textura. No había ninguna brisa entrando por la ventana, ni ninguna musica clasica sonando desde lejos. Él apenas llevaba la parte inferior de un piyama de dos piezas. Pasó la lengua por sus labios y los notó secos. No los sentia hinchados por lo que sentenció que no habian sido apasionadamente besados. Sí tenia una erección pero eso solía repetirse bastante seguido por las mañanas ultimamente asi que no supo si relacionarlo o no.
La experiencia se habia sentido demasiado real como para que fuera un sueño pero todo indicaba que no habia sido mas que eso. Llevaba dos semanas desde que habia visto al dueño de esa voz por ultima vez y prácticamente no habia pensado casi nada en él por ocuparse en el trabajo o salir con Adán. Y ahi estaba teniendo sueños eróticos al principio y luego con unas tremendas ganas de llorar por percatarse que habia sido solo un sueño. Seguramente estaba volviéndose loco.
La billetera habia dejado de llenarse con dinero mágicamente. El celular que le habia dado habia dejado de funcionar. La tarjeta del hotel no habia vuelto a él desde que la habia dejado sobre la mesa ese domingo. Todo lo que le quedaba era la nota donde Zeus le habia pedido que soñara con él pero no se habia atrevido a volver a leerla. No la buscaría. Miró su muñeca izquierda y encontró el Rolex en su lugar. La cifra de adelante era cada vez mas chica y eso tambien era un recordatorio.
Estaba cumpliendo su palabra y Zeus estaba esperando que tomara una decisión. No saldría corriendo a buscarlo desesperadamente y mucho menos ahora que estaba avanzando con Adan. No tenia razones para hacerlo. Zeus era Zeus. Lo mejor que podia hacer era olvidar ese sueño y seguir viviendo como lo habia hecho ultimamente. Sin pensar en él.
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༄ℙ𝕣𝕠𝕗𝕦𝕟𝕕𝕚𝕕𝕒𝕕𝕖𝕤๛
FanfictionPoseidon, dios de los mares habia sido castigado por Zeus despues de haber sido victima de un "error" de Eros. Suponia que el dios del trueno se había pasado de la raya con su castigo, producto de un resentimiento personal y estaba dispuesto a hacér...