ℝ𝕖𝕘𝕣𝕖𝕤𝕠.

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Contrario a todos los pronósticos, cuando despertó a la mañana siguiente Zeus aún seguía allí. En parte se regocijó. Llevaba tiempo sin descansar realmente, y el abrazo del pelinegro lo habia envuelto de tal manera que ahora mismo sentía una vitalidad insospechada. Pero por otra parte, sabia que era Lunes y como tal, debia renunciar a la comodidad de su coma y a la compañia del dios para ir a trabajar.

La alarma no habia sonado aún pero él ya se sentía completamente despierto. Estiró el brazo hacia la mesa de noche y miró la hora en el reloj. 5:45 a.m. Hasta las 7 am el cacharro infernal no sonaria anunciando una nueva jornada por lo que tendría tiempo de sombra para ducharse y comer un buen desayuno. Contrario a otros días, esa vez sí tenia ganas de empezar el día con el pie derecho. Sentía como que todos sus problemas se hubiesen resuelto y el cansancio y la carga proveniente de los mismos, le hubiesen abandonado. No era un día que mereciera ser desaprovechado. Pero habia algo que lo retenía a la cama. Una sensación que le impedía levantarse y poner en marcha sus planes.

Giró sobre sí mismo, volteando para quedar cara a cara con Zeus y sonrió al encontrarse con esos ojos azules abiertos, contemplándolo en silencio. Estaba claro que Zeus no haría planes por él y se limitaría a esperar que él reaccionara de alguna forma para acomodarse a la agenda del rubio. El pelinegro le sonrió con dulzura y le saludó antes de darle un beso en los labios. Beso que el rubio correspondió de buen agradó devolviendo el saludo. Se le hacía raro comenzar un dia así de esa manera, mas cuando se habia pasado los ultimes meses odiándolo con toda su alma pero no pensaba volver a esos días ni mucho menos le daria cobijo a esos sentimientos contradictorios con los que habia tenido que lidiar en ese entonces.

__No creí que te quedarías toda la noche. ¿Vacaciones?

__¿Qué mas quisiera yo? Solo un paréntesis. Nos lo merecíamos después de tanto.

No iba a discutir eso pero tenia que admitir que se desinfló al comprender lo que significaba ese paréntesis. Nada habia terminado aún y probablemente apenas se levantara de la cama, los problemas volverían a asecharlo. O quizás no. Frunció el ceño a percatarse que lo peor que habia vivido esas ultimas semanas, habia sido producto de sus propios pensamientos. Increiblemente estaba terminado su penitencia con un orden y una tranquilidad escalofriantes. Recordó que le solicitó a Zeus que se hiciera cargo de Hera, quien habia sido la unica en darle problemas, y por un momento sintió escalofríos. El dios no habia mencionado nada al respecto, pero la ausencia de la diosa era demasiado significante y no sabia si quería descubrir las razones de esa ausencia aun. Prefería abocarse al presente y hablar solo de ellos dos antes de perder el tiempo con la reina del olimpo.

__¿Eso significa que te irás apenas me levante de la cama?__Sabia que Zeus no estaba hecho para vivir entre los mortales y que su presencia estaba mas que limitada pero aun así no podia evitar sentirse cabizbajo ante la idea de tener que despedirlo tan pronto. Zeus, como siempre, veía mas allá de lo que el rubio pretendía mostrar aunque tenia la consideración de hacerlo sonar divertido para quitarle un poco de peso.

__¿Lo preguntas por que vas a extrañarme hasta el punto de sentir que no puedes respirar si no es conmigo?

__No. Preguntaba porque ya estás empezando a molestarme y no veo la hora de que me dejes en paz.

El pelinegro quedó boquiabierto mostrándose ofendido y herido al mismo tiempo, cosa que lo hizo reir porque era una expresion que Zeus nunca usaría, al menos que fuera para burlarse de alguien.

__Osea que primero me usas, y cuando te sientes satisfecho, me despachas sin remordimiento. En mi vida me habia sentido mas usado.

El rubio rió con mas ganas ante la acusación y el tono exagerado que habia usado el rey del Olimpo para mostrarse indignado. El mismo habia reido con él indicando que ni él mismo se creía el papel de victima que estaba intentando interpretar. Tenia que admitir que era una buena manera de empezar el día y aunque le resultase mas que tentador seguir jugando con el pelinegro, sabia que debia levantarse si al menos quería darse una ducha, cosa que necesitaba con caracter de urgencia. Se alejó del contrario y se puso de pie, sin molestarse por cubrir su cuerpo e ignorando por completo el suspiro de Zeus. Caminó sin pudor hasta el baño y cerró la puerta con pestillo detrás de él. No le incomodaba su desnudez pero tampoco pretendía que lo invadieran mientras se duchaba y conociendo a Zeus, todo era posible. Aunque sabia que una traba en la puerta no iba a impedirle al dios entrar, confiaba en que el mismo haya entendido el mensaje.

Cuando salió del baño, Zeus ya no estaba en la cama. Trató de ignorar la punzada de decepción que sintió y se dedicó a vestirse. Sabia que se iría tarde o temprano y además, si lo hacia o no, no cambiaría nada. De todas formas tenia que llegar al trabajo y aunque era temprano, todavía le faltaba desayunar y preparar sus cosas, ya que la noche anterior no se habia ocupado de los papeles que debia llevar para obtener los permisos para proceder dentro del área marina. Eso ocupó sus pensamientos los minutos que le llevó vestirse y cuando se dirigió a la cocina por café, se encontró al pelinegro sirviéndose una taza. Frunció el ceño un poco descolocado pero siguió caminando e imitó la acción para ir a sentarse a la sala.

Zeus le siguió y dejó un plato con tostadas sobre la mesa baja. Solo en ese momento se percató del desayuno que habia preparado para dos mientras él se duchaba. Aunque lo mas seguro es que lo haya sacado de un simple chasquido de dedos, pero resultaba un buen detalle y se veía apetecible. Mucho mejor de lo que él seria capaz de preparar si era sincero. El pelinegro se sentó a un lado y atrapó un trozo de beicon con los dedos y se lo llevó a la boca. Mientras masticaba sin apuro alguno, tamborileaba con los dedos sobre la taza sumido en sus pensamientos. Poseidon sentió un ambiente tenso y procuró en ordenar los papeles que habia conseguido junto a la impresora asegurándose que tenia todo lo que necesitaba para ese día. Zeus le interrumpió después de unos segundos.

__Escucha...sé que estarás ocupado hoy pero necesito que hablemos antes de que ambos comencemos nuestra rutina.

Dejó la taza de café sobre la mesa y le quitó los papeles de la mano, para luego sentarse frente a él en un espacio libre de la mesa baja.

__Debo regresar al Olimpo y resolver unos cuantos asuntos allí. Me llevará tiempo pero quiero terminar con eso antes del 04 de enero.

Poseidon asintió sin entender demasiado a qué se refería exactamente pero sí sabia que ese día mencionado era el día que su penitencia acabaría y él podria regresar al Olimpo y recuperar su divinidad.

__Falta poco para que termines aquí así que he decidido que ya no volveré. Seguiré pendiente de ti y estaré si me necesitas. Sabes que aun puedes contactarme en tus sueños pero estoy seguro que todo irá bien. Nos volveriamos a ver cuando regreses.

Hizo una pausa considerable después de transmitirle sus planes. Quizás solo le daba tiempo a asimilar la situación o a retener la información, o simplemente esperaba una respuesta de su parte, pero le fue imposible reaccionar. La novedad le habia caído como un balde de agua fría con hielo encima de la cabeza y lo habia dejado medio estupefacto. Se felicitó a sí mismo por mantener el rostro inexpresivo pero en su interior era una especie de volcán a punto de estallar. Zeus pareció preverlo porque de inmediato hizo una mueca con la boca y se puso de pie alejándose todo lo posible. Cuando tomó una distancia prudencial, decidió que se le habia acabado el tiempo para responder y volvió a hablar él.

__No me gusta tener que desaparecer justo ahora pero son asuntos que no puedo ni quiero postergar. No lo tomes como que estoy huyendo o burlandome de ti. Te prometo que haré que valga la pena, solo quedan pocas semanas hasta el Solsticio, unos días mas y le dices adiós a todo esto. El tiempo pasa rápido, mas para nosotros. Estaré allí para recibirte.

Poseidon no respondió. Se limitó a guardar los papeles en una carpeta que fue a parar a su mochila. Tomó las llaves de la habitación y una campera que colgaba del perchero detrás de la puerta para luego salir de la misma sin emitir ni una sola palabra ni mirar hacia atrás ni una sola vez. Quizás estaba siendo caprichoso o desconsiderado pero le importaba bien poco. Habia esperado que le dijera que no se verian por unos días pero no por un mes y medio. Si él pensaba que el tiempo pasaba rápido es porque no tenia ni la menor idea de lo que significaba ser un mortal, un humano. Y lo peor de todo, es que ni siquiera habia sabido ponerse en su lugar ya que él no era un humano y no pertenecía a ese mundo donde segun el dios "el tiempo pasaba rapido". En fin, podia irse adónde quisiera cuanto quisiera. No se dejaria influenciar otra vez. Llamó al asensor y se metió en el mismo apretando el boton de la planta baja. Las puertas se cerraron y bien podria recordar ese dia como la ultima vez que habia visto al pelinegro durante la ultima etapa de su estancia en el mundo de los mortales. Y lo empezaba de la misma manera que solia terminarlo meses atrás.

__Maldito Zeus...

༄ℙ𝕣𝕠𝕗𝕦𝕟𝕕𝕚𝕕𝕒𝕕𝕖𝕤๛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora