Miró con un poco de nostalgia a los trabajadores en el muelle mientras terminaban de guardar los equipos. Ese día era el ultimo que trabajarían allí y poco a poco el campamento que habían instalado, iba quedando vacio. Se cruzó de brazos sin ganas de irse al hotel, y enfocó la mirada en el horizonte que oficiaba como telón de fondo. El sol se estaba ocultando y deseo con todas sua fuerzas hacer un paquete con sus recuerdos, sus nostalgias y sus sentimientos para asi entregarselo a Febo Apolo para que pudiera dejarlo en el palacio del sol por el resto de la eternidad, antes que Artemisa ocupara los cielos con la luna. Lamentablemente no era así de facil y los humanos debian llevar la carga a rastras sin que ningun dios se compadeciera de ellos por el momento.
En silencio, recordó el día en que llegó a Australia con su equipo. El primer día de esos dos meses y medio del demonio que tuvo que vivir. Las imagenes fueron pasando por su mente en sucesión. El día que conoció a Adán o mejor dicho el día que le prestó atención. Los días siguientes donde el castaño se empeñaba en salir con él y él se negaba por estar en medio de una batalla campal con Zeus. Luego, cuando lo aceptó y comenzaron a salir. Ese día que se emborrachó y se bajó del taxi en plena calle solo por ir al hotel que Zeus habia reservado para él.
Recordó los otros detalles del dios. El papel escrito en griego que aun guardaba, donde le pedía. que soñara con él. Ese primer sueño que logró donde Zeus lo habia llevado a un muelle donde se podia ver Creta o el otro sueño, el ultimo que tuvo con el pelinegro aunque si habia sido la primera vez que tenia un sueño erótico y con otro hombre y que ademas se despertaba dolorosamente empalmado por el maldito despertador que interrumpió a mitad del viaje.
Rió cuando recordó esa noche que habia decidido despachar a Zeus y cuando quiso darse cuenta, se encontró con el pelinegro y el castaño en pleno duelo, en la habitación del hotel donde se hospedaba. Ese dia estaba que echaba humos pero ahora le parecía gracioso, especialmente porque al verlo en retroceso era un duelo por demas de desparejo. Adan sin saber siquiera quien era, fingiéndo una vida que no le pertenecía y Zeus, que lo sabia absolutamente todo y trataba de mantenerse en calma y no terminar revelando mas de la cuenta. Hizo una mueca de disgusto.
Después de eso tenia que recordar las incontables salidas y momentos memorables con alguien que solo habia sido un muñeco de Hera y que ahora ni siquiera lo recordaba. La noche del accidente, en la que se habia sentido superado por los dioses, extranjero en su propia esencia y desconocido en su propio imperio. Donde estuvo a punto de morir ahogado para ironías del destino pero decidió desafiar a Las Moiras salvándole la vida a nada mas ni nada menos que a un humano. Que ahora ni siquiera lo recordaba, valga la redundancia.
El verse expuesto ante los jueces del Inframundo, dejando que juzgarán sus actos. El verse castigado por estos mismos. La mirada de decepción y compasión de Hades al verlo en el Inframundo. La mirada de compasión de Zeus al revelarle que habia caido en la trampa de Hera. El encuentro con esa bruja en las celdas internas del Palacio de Hades. Zeus yendo a buscarlo para luego sacarlo de ahi y contarle todo lo que habia pasado. La primer noche que durmió entre sus brazos después de quedarse dormido llorando ante todo lo que habia descubierto.
Los días que pasó cuando regresó a Australia, la visita al Acuario, el encuentro con Zeus. La noche con el dios, su primer y unica noche juntos, sin sueños de por medio sino en propia carne, vida real, en tiempo y espacio del mundo terrenal. La mañana siguiente cuando se despertó con la energía suficiente para devorarse al mundo solo para que el desgraciado le dijera que se iría y que lo vería cuando terminara su castigo. Los dias siguientes donde se acostaba de mal humor y se levantaba a rastras de la cama con la sensación de que el mundo se lo comería a él en cualquier momento.
"El tiempo pasa rápido" habia dicho Zeus. Pues, en lo que a él respetaba el tiempo habia sido un desgraciado miserable, con el mismo rostro que habia tenido Cronos en la guerra contra los Titanes. Era consciente que las sociedades cambiaban con los siglos y que hasta los mismos dioses se actualizaban ante la inminente evolución de los humanos, por eso aceptaba que el castigo haya sido diferente pero si le daban a elegir, prefería mil veces volver a levantar la muralla de Troya con sus propias manos y de forma gratuita, antes que volver a tener una experiencia similar donde terminaba con miles de cicatrices en el alma en vez de cayos en las manos.
Recogió un caracol de color azul verdosos con motas violáceas que halló en el camino de unos tres centímetros de longitud y lo guardó en su bolsillo. Después de eso se despidió en silencio del muelle y levantó la mano para saludar a los trabajadores que ya estaban abandonando el lugar. Sin tantas despedidas demas, dio la vuelta y se encaminó al hotel donde solo le quedaba preparar las valijas e irse a dormir antes de tomar el vuelo que lo llevaría nuevamente a Virginia.
Cuando llegó, se propuso a preparar todo lo necesario para el viaje y cuando terminó fue directo a la ducha. Habia pedido una pizza con extra de queso para cenar porque nuevamente no tenia hambre y solo deseaba perderse en las manos de Hypnos hasta el dia siguiente. Pero cuando abandonó la ducha, vestido solamente con la parte inferior de su piyama y se dirigió a la sala de estar se encontró cara a cara con Hermes, quien se habia instalado en el sofá y estaba devorando su pizza.
Éste cuando lo vió se encogió de hombros y sonrió con desfachatez.
__Tio, se siente increible volver a ser un dios pero el tener que hacer estos trabajos, apesta. Ya nadie te da propina.
Poseidon lo miró con una cara que expresaba todo su disgusto por tenerlo allí invadiendo su privacidad pero algo que habia dicho el menor llamó su atención.
__¿Trabajos? ¿De qué trabajos estás hablando?
Hermes se limitó a señalar hacia un costado de la isla que dividía la cocina de la sala de estar y luego robó otra porción de pizza y desapareció. El rubio caminó hacia el paquete de color azul que estaba acompañado por un ramo de rosas color durazno y un sobre de manila. No tenia emisor alguno a la vista pero a juzgar por el color de las rosas que le recordaban a aquellas que habia soñado hace semanas atrás, quiso creer que sabia de quién se trataba.
Abrió el paquete y encontró una caja de bombones dentro. Se encogió de hombros y la guardó en su mochila para el viaje de retorno. Ignoró las rosas porque lamentablemente se tendrían que quedar en la habitación del hotel, y además estaba mas intrigado por el contenido del sobre. Lo abrió y encontró una hoja de papel blanco, como la ultima vez que recibió un sobre similar y al desdoblarla, encontró de igual manera unas palabras escritas a mano en griego con tintal azul:
Έχεις τον παράδεισο στα χέρια σου. Ελπίζω να έχετε ένα όμορφο ταξίδι. Σε σκέφτομαι.
Tradujo el texto mentalmente y sonrió ante el juego de palabras:
"Tienes el cielo en tus manos. Espero tengas un buen viaje. Pienso en ti."
No habia firma alguna pero estaba claro quién le habia enviado el paquete. Pues por él, el Soberano de los Cielos podia pensar todo lo que se le diera la gana. No iba a responderle.
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༄ℙ𝕣𝕠𝕗𝕦𝕟𝕕𝕚𝕕𝕒𝕕𝕖𝕤๛
FanficPoseidon, dios de los mares habia sido castigado por Zeus despues de haber sido victima de un "error" de Eros. Suponia que el dios del trueno se había pasado de la raya con su castigo, producto de un resentimiento personal y estaba dispuesto a hacér...