01. Sin conocerse.

1.6K 128 10
                                    

Seok Jin veía y escuchaba aburrido como sus padres charlaban con el grupo de personas en su mesa, estas hablaban sobre sus empresas, dinero e incluso en algún momento conveniente alguien aprovechaba para sacar a relucir su nueva casa o automóvil nuevo. Simplemente se limitó a jugar con su celular, divagando también por sus redes sociales.

Kennie:

"¿Qué tal tu noche emocionante,

Seok Jin?"

"Esto de emocionante no tiene nada,
sácame de aquí, te lo suplico"

"No soy tan tonto como para echarme

encima un problema con tu padre""Lo siento, cariño"

"Podría estar en tu casa, contigo..."
"Podríamos estar jugando... y no
precisamente juegos de mesa"

Seok Jin esperó a que el chico le contestara de nuevo, pero su mensaje ni siquiera aparecía como si le hubiera llegado al otro; sin más remedio levantó la vista solo para encontrarse con la mirada molesta de su padre, así que disimuladamente guardó su celular en el bolsillo de su saco. ¡Quería largarse de allí, en serio! Los minutos pasaban y Seok Jin estaba a punto de quedarse dormido, estaba a punto, de verdad, hasta que ese chico apareció.

— ¡Sr. Kim! —su padre fue el primero en notar a la familia además de él, poniéndose de pie para recibirlos. —Los estábamos esperando, pasen y tomen asiento, su hijo puede sentarse allí, justo al lado de Seok Jin.

Y Seok Jin se mordió los labios, se mordió los labios para no sonreír, asintiendo en señal de acuerdo, como si aquello no le importara. El chico asintió y tomó asiento a su lado. Jin nunca fue bueno disimulando, y tampoco es como si le importara hacerlo, así que colocó su rostro sobre su mano, viendo al chico a su lado sin disimulo, su linda piel morena y además, diablos, tenía unos bonitos y gruesos labios, su cabello de un color rubio oscuro, y Seok Jin no se detuvo, observó el piercing en su oreja y juraba que podía llegar a medio ver el inicio de un tatuaje bajo la camisa informalmente desabrochada de los primeros dos botones.

— ¿Se te perdió algo? —el otro chico le preguntó girándose para toparse con su mirada, nadie en la mesa estaba prestándoles atención, por suerte.

— Para nada, solo estaba conociéndote —Seok Jin nunca fue cohibido tampoco, su sonrisa confiada lo demostraba. —Mucho gusto, Sr. Kim.

— Nam Joon —le corrigió el otro de inmediato, sonriendo porque aquella actitud tan despreocupada del otro en medio de un montón de gente decente, le gustaba. — ¿Cuál es tu nombre, precioso?

— Seok Jin, Kim Seok Jin —el de cabello castaño respondió tomando un poco del vino en su copa, pudo ver un extraño brillo en la mirada del otro, acompañada de una carcajada sutil también.

—Se habla mucho de ti, Kim Seok Jin.

Y entonces el castaño entendió, aquello no le molestaba para nada, aún era joven y sin compromisos.

— ¿Y?, ¿te molesta?

—De hecho me agrada, me agrada mucho.

Nam Joon se relamió los labios, llevando sorpresivamente una de sus manos a la pierna derecha de Seok Jin, nadie estaba mirándolos y aunque así fuera, la mesa ocultaba sus movimientos, pero aun así se dedicó a observar si alguno lo miraba extraño, cosa que no sucedía.

— Me gustan las personas libres, reales y decididas —comentó aún más bajo, apretando su mano en aquel lugar.

— Oh, bueno —Jin sonrió y cubrió sus labios con sus manos. — ¿Quieres que te enseñe lo que mi mente y cuerpo liberal pueden hacer?

30 días de smut challenge - NamJin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora