La luz del sol comenzó a molestarle, frunció el ceño e hizo un puchero como un niño pequeño, tomando una almohada para cubrirse y sintiendo después la sabana siendo acomodada sobre su cuerpo y un besito húmedo en su mejilla.
Nam Joon despertó un par de horas después, se giró en la cama buscando con sus manos alguien a quien abrazar, pero sólo topándose con la otra mitad de la cama vacía, Seok Jin no estaba allí. Se estiró con pereza, pensando que el mayor quizás había salido a hacer las compras de comida de la semana, cosa que descartó de inmediato cuando comenzó a olfatear un aroma delicioso proveniente de abajo y eso le hizo sonreír. Se puso de pie sintiéndose muy descansado, lavó sus dientes y su rostro y bajó más que despierto a la cocina.
—Buenos días, bonito—saludó abrazando al rubio por la cintura, recargando su cabeza en su hombro e inhalando el aroma del cuello del mayor. —Siempre hueles bien.
—Nam, estás haciéndome cosquillas—respondió el mayor riendo y apagando la estufa para colocar sus manos sobre las del menor. —Es peligroso estando cerca del fuego.
Nam Joon soltó una pequeña risita y tomó al otro de la cintura para girarlo hacia él de frente, besó su nariz repetidas veces y luego besó sus labios, siendo correspondido de inmediato por el mayor quien sonrió sobre sus labios antes de besarle de vuelta, enredando sus brazos alrededor del cuello del más alto.
—Buenos días, mi amor—repitió el moreno de nuevo.
—Buenos días, Nam Joon—respondió de vuelta el rubio con sus mejillas sonrosadas, era lindo para el menor ver que su hyung seguía avergonzándose cuando le hablaba de aquella manera. —Siéntate ya, el desayuno está listo.
El castaño obedeció, mostrando sus hoyuelos al sonreír y Seok Jin se dedicó a servir el desayuno para ambos, quedando ambos frente a frente en la mesa alta. Hablaron sobre temas triviales, sobre el trabajo de Jin en el jardín de niños, o el nuevo grupo que Nam Joon estaba formando, su vida era perfecta.
—Me alegra que al fin sea fin de semana—comentó Jin moviendo la comida con su tenedor. —Extrañaba pasar tiempo contigo.
—Estamos juntos por las mañanas y por las tardes—Nam Joon respondió sonriendo, estaba leyendo las noticias en el celular con sus lentes de montura gruesa sobre sus ojos mientras esperaba a que Jin terminara de comer. —Parece que desde que nos casamos te has vuelto más apegado, bebé.
Seok Jin aceptó sonriendo y asintiendo, ambos eran jóvenes y recién hace dos meses al fin habían decidido casarse. Seok Jin al fin encontró un lugar donde ejercer como maestro de los pequeñitos y Nam Joon había tomado un ascenso que se le ofreció apenas terminó los estudios.
— ¿Podemos hacer algo después de desayunar? —la pregunta de Jin tomó por sorpresa al otro, normalmente lo sábados por la mañana los usaban para ver alguna serie o película.
—Por supuesto que sí—respondió de igual forma dejando su celular a un lado y recargándose en su mano para ver al otro. — ¿Qué quieres que hagamos? Podemos visitar a Jimin y Yoon Gi, o podemos salir al parque y...
—Nam Joon no estás entendiéndome—Jin le detuvo antes de que continuara, sus mejillas sonrojadas quizás por la vista fija del otro sobre sí. —Quiero que me folles.
Nam Joon casi se atragantó con su café, sus mejillas calentándose por las palabras que escuchó, ¿había escuchado bien?
—Sí... acabo de decirlo—Jin reafirmó sonriéndole y poniéndose de pie para colocarse a su lado y hacer que se girara para quedar de frente. —He estado extrañándote mucho estos días, y por la mañana estaba tan... caliente, que tuve que distraerme con algo porque no quería molestarte, pero ya no estás durmiendo y mi polla está tan dura que me duele, Nam Joonie.
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30 días de smut challenge - NamJin.
FanfictionLo que el título dice. ♥ Homosexual. ♥ Smut/lemon. ♥ Nam top, Jin bottom. ♥ Resubido. Esta historia es completamente de mi autoría, sin embargo se trata de un fanfic, ficción, si no te gusta, no leas, nadie te obliga. La tercera es la vencida, supo...