14. Sumiso-dominante.

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Lenguaje fuerte.

Seok Jin bufó molesto, estaba cansado luego de haber terminado con el concierto. Estaba molesto también, porque Nam Joon prácticamente no se le acercó en toda la noche, claro que él no se quedó quieto, no, hizo su habitual show con Tae Hyung, el fanservice nunca estaba de más y era algo a lo que ambos estaban acostumbrados. Excepto por algo, Seok Jin sabía que su cercanía con Yoon Gi era la única que realmente lograba molestar al menor, ¿y qué estaba haciendo? Utilizando eso a su favor.

Estaban todos detrás de escena, cansados y tratando de descansar un poco antes de poder ir finalmente a casa. Nam Joon no le había hablado o abrazado como usualmente lo hacía después de cada concierto, ambos se abrazaban y tomaban una siesta así, excepto por esta vez.

—...que Jimin ha estado extraño últimamente y... ¿estás escuchándome? —Suga preguntó llamando la atención del mayor.

—Ah, sí, sí, que Jimin ¿qué? —preguntó Seok Jin sonriéndole y posando una mano en la rodilla de Suga, la caricia fue tan sutil que Min ni siquiera se inmutó, siguió contándole sobre alguna cosa que Jin no escuchaba bien porque estaba ocupado observando las reacciones del menor. Por el rabillo del ojo alcanzaba a ver como Nam Joon parecía no mirarle tampoco, entretenido con su celular, pero la forma en la que una de sus manos estaba hecha un puño y su postura rígida le decían a Seok Jin que estaba prestando atención a sus movimientos.

Nam apretó el vaso que tenía en su mano, tan fuerte que este se quebró, provocando un ruido que asustó a Jimin y alertó a los demás, Nam Joon solo observó su mano sangrando por varias cortadas y luego miró a Seok Jin, este último tragó duro cuando observó su mirada, quería acercarse y curarlo, pero no lo hizo.

—Es hora de irse—su manager anunció entrando a la sala, frunciendo el ceño cuando vio al líder. — ¿Otro vaso, Nam Joon? —suspiró preocupado por su mano y le indicó a una de las enfermeras que solían tener por cualquier cosa que se encargara de eso. 30 minutos después todos estaban llegando a la casa, en completo silencio, por el sueño o por el cansancio, así que cada uno corrió a su habitación para asearse. Seok Jin siguió a Nam Joon en silencio hasta la habitación que era del mayor pero que parecía de ambos.

—Joonie—Seok Jin llamó con cautela después de varios minutos en silencio en los que el menor solo había estado sentado en la orilla de la cama, su respiración se agitó cuando Nam Joon lo miró de vuelta y esa mirada se lo dijo todo.

—Ven aquí, Jin—llamó con una sonrisa que no parecía feliz, Jin lo hizo de inmediato y se paró frente a él, las manos de Nam Joon rápidamente se aferraron a su cintura, levantando su camisa un poco y dejando una mordida que resultó dolorosa, porque estaba destinada a eso, a castigar. —Deberías desnudarte.

— ¿Es una orden o...?

—Desnúdate, Seok Jin.

Jin obedeció de inmediato, nunca había entendido porque es que el menor podía someterlo tan fácil, le gustaba incluso, le encantaba, el poder que Nam Joon tenía sobre él, incluso si no estaba relacionado con el sexo. Se deshizo con rapidez de toda su ropa y quedó completamente desnudo frente al rubio.

—De rodillas—indicó el menor y Jin lo hizo casi con maestría, sin ayuda de sus manos y sin llegar a ser tosco, no necesitó la orden de Nam Joon cuando ya tenía sus manos detrás de su espalda y la mirada en el suelo. Los pocos vellos de su piel se erizaron al sentirse intimidado de esa forma, sin observar, sin saber lo que vendría a continuación. — ¿Debería azotarte primero? ¿O ir directamente a complacerme? —el rubio preguntó hablándole al oído por detrás y dejando una dolorosa mordida en su hombro.

—Joonie...—Jin casi suplicó, su pene había comenzado a elevarse y ahora se encontraba duro contra su abdomen.

—Nada de Joonie, no me llames por mi nombre si no te lo indico.

30 días de smut challenge - NamJin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora