02. Por la mañana.

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La luz comenzaba a filtrarse por las cortinas, pegando directamente en el rostro de la persona más cercana a la ventana. Seok Jin frunció el ceño con evidente molestia, le había dicho a Nam Joon que eran mejor las persianas, pero al parecer a su líder no le parecía lo mismo. Trató de levantarse para ir y cerrarlas, pero una mano sujetando su cintura con firmeza se lo impidió; así que Jin suspiró y se quedó en su lugar, Nam Joon solía abrazarlo por la noche y era casi imposible que lo soltara, incluso entre sueños, el moreno le había explicado que simplemente sentía la necesidad de protegerlo e incluso su cuerpo actuaba por sí solo. A Seok Jin eso le había parecido tierno durante un tiempo, pero con el paso de los días comenzaba a sentirse asfixiado. Terminó por acostumbrarse, pero solía soltarse y de paso despertarlo a base de pequeños pellizcos en sus brazos.
Esta vez sin embargo decidió dejarlo dormir más, la noche anterior Nam Joon había llegado cansado, a pesar de que tenían un par de días libres, el menor estaba ocupado con algunas canciones nuevas. El sol ya había subido lo suficiente como para no molestar, así que Jin no protestó cuando el menor lo atrajo más de la cintura a la vez que escondía su rostro en su cuello.
—Mhm...
Seok Jin estaba incluso casi quedándose dormido cuando escuchó ese extraño sonido por parte del moreno. Le pareció extrañó y decidió no tomarle importancia y no lo hubiera hecho de no ser porque Nam Joon volvió a gruñir y lo pegó aún más y oh... ¿Eso era una erección? Claramente lo era y Jin pudo comprobarlo cuando el castaño comenzó a frotarse entre sus glúteos.
—Nam J-Joon...—trató de llamarle manteniendo la cordura, pero el otro aún seguía dormido al parecer.
Jin cerró los ojos tratando de no soltar ningún sonido, porque eso comenzaba a gustarle, mientras que Nam Joon tomó sus caderas con fuerza y continuó impulsándose, en algún momento ni siquiera tuvo que hacerlo porque era el pelirosa el que estaba frotándose contra el menor por voluntad propia.
Normalmente Jin solía quejarse porque Nam Joon parecía querer follarlo todo el tiempo, incluso había tenido que lidiar con las miradas acusatorias de los demás miembros el día de ayer, después de que el castaño lo hubiera convencido de tener sexo en su estudio, al parecer las paredes de la compañía no eran lo suficientemente gruesas. Así que estando allí, frotándose contra alguien dormido lo hacía sentir solo un poco culpable. ¿Eso podría considerarse violación? Y una mierda, Nam Joon fue en primero en comenzar a toquetearlo

Seok Jin dio un gran suspiro antes de tomar la mano del menor para pasarla el mismo por la piel de su cadera, moviéndola poco a poco hasta su vientre y dejando caricias allí, claro que no esperaba que las manos del menor comenzaran a moverse por sí solas.

—Que príncipe tan travieso—Nam Joon susurró con voz ronca en su oído, seguido de una risita. Jin podía apostar porque sus mejillas estaban rojas, el calor en estas se lo confirmaba.

—Nam Joon yo no... ¡Uhm!—Jin trataba de decir algo coherente, algo que justificara sus acciones, pero no podía hacerlo si el menor seguía tocándole de esa forma. — ¡Deja de tocarme, estás distrayéndome!

—Estoy despierto desde que comenzaste a restregarte contra mí, Seok Jin—Nam Joon se burló más y eso hizo enfurecer al mayor. —Si quieres que te folle solo dímelo, yo siempre hago lo que me pides.

— ¡Tú fuiste el que empezó a tocarme dormido!—se quejó el mayor siendo callado rápidamente por la mano del moreno.

—Los demás siguen aquí, seguramente están durmiendo, pero no hay que arriesgarnos, ¿de acuerdo?

—Yo no quiero...—Jin cerró los ojos cuando sintió de nuevo la mano del menor moviéndose por su cuerpo, pasando por sus caderas debajo de su ropa.

—Oh, claro que quieres, cariño.

Nam Joon sonrió cuando el mayor no protestó más, aun con su mano izquierda en la boca de Jin continuó acariciándolo con su mano derecha, pasando su toque por la piel de su cadera, subiéndola poco a poco hasta llegar a los erectos pezones, acariciándolos y pellizcándolos.

30 días de smut challenge - NamJin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora