30 días de smut challenge - NamJin.

04. Primera vez.

Ambos chicos disfrutaban del beso, sus labios moviéndose en sincronía, Seok Jin se encontraba sobre las piernas de Nam Joon y ambos estaban sentados en el sofá del departamento del menor. El calor subía por sus cuerpos con cada una de las caricias que no tenían dobles intenciones, pero que aun así les calentaban el cuerpo sin que pudieran evitarlo.

—Nam Joon...—Seok Jin susurró sobre los labios de su novio, con una sonrisita que hizo sonreír bobamente al menor.

— ¿Qué sucede, príncipe mío? —respondió el moreno acariciando su mejilla con su mano y dejando pequeños besos en la otra.

— Quiero... quiero que tú y yo, uhm... ¿podrías hacerme el amor? —preguntó el mayor de los dos, tímido, causando solo una sonrisa en el rostro del ajeno.

—Amor, yo..., no quiero lastimarte—le aclaró acomodándolo más sobre sus piernas y acariciando su cintura. —Quiero esto tanto como tú, pero soy un chico muy torpe y que no mide la fuerza, yo no quiero lastimarte.

—No vas a lastimarme, Joonie—Seok Jin le aclaró sosteniéndole del rostro con ambas manos.

Seok Jin sabía lo rudo o torpe que podía ser su novio a veces, y por eso no había presionado a Nam Joon. Él sabía lo mucho que le amaba, se lo demostraba todos los días a base de pequeños detalles, pero ya llevaban saliendo más de 4 años, Seok Jin conocía lo pervertido que era su novio también, él mismo estaba bien al principio, pero ahora más que nada quería esto. Era gracioso el hecho de que ambos lo desearan con tanta fuerza y nunca habían pasado de caricias y besos torpes, si mucho habían llegado a masturbarse mutuamente o dejar moretones en la piel de su cuello. ¿Tenía un poco de incertidumbre? Sí. ¿Miedo? También, pero quería dejarlo atrás porque estaba seguro que su Nam Joonie jamás le haría daño.

—Yo solo quiero esto, porque es lo único que falta. Yo soy completamente feliz a tu lado, pronto lo seremos siempre.

—Y te agradezco por eso—Nam Joon sonrió tomando su mano derecha para dejar un besito sobre el anillo en su dedo anular. —Pronto, mi amor.

—Pronto—respondió Seok Jin de vuelta con una sonrisa, acercándose al oído del menor. — ¿Puedes follar a tu bebé entonces, Joonie? —susurró consciente de que estaba provocando a su prometido.

Nam Joon soltó una carcajada por lo que había dicho su novio, teniendo que separarlo de su cuello porque Seok Jin se había avergonzado. Besó con gusto las mejillas sonrosadas del rubio y dejó un piquito en sus labios.

—Si vamos a hacer esto, no vamos a hacerlo en el sofá—comentó levantándose del mueble con Seok Jin en los brazos. —Eres un príncipe, recuérdalo, amor.

Seok Jin asintió con el corazón casi saliéndosele por el pecho. Nam Joon era demasiado cursi, siempre halagándole, dándole su lugar o poniéndole apodos bobos y, Seok Jin amaba eso. Lo amaba porque él mismo siempre fue del amor tipo dulce y eso parecía disgustarle a sus antiguas parejas, justo ahora se alegraba de no haberse dejado llevar y esperar al que ahora sería su marido en un par de meses.

Nam Joon recostó al mayor sobre la cama con cuidado, tomando sus piernas por las rodillas para asegurarse de darse un lugar en medio de estas. Seok Jin sonrió y le atrajo del cuello para besarle, enredando sus piernas en su cintura y así las manos de Nam Joon lo sostuvieron del rostro mientras se besaban, mientras que las del rubio estaban entretenidas en el suave cabello menta del menor. Los besos eran lentos y necesitados, casi robándoles el aliento, solo hasta que Nam Joon se separó para repartir húmedos besos por el cuello y clavículas del mayor, desabotonando a su vez los botones de la camisa con una de sus manos, separándose una vez lo logró para deshacerse de su propia playera y de una vez desabotonar su pantalón, a la vez que Seok Jin terminaba de deshacerse de su camisa propia.