08. Mamada.

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Seok Jin bostezó aun sin abrir para nada los ojos, un par de lagrimitas saliendo de estos por la flojera que aún tenía, talló sus ojos y un bonito puchero se formó en sus labios cuando logró abrir los ojos solo para toparse con la oscuridad. Pensaba que sería al menos temprano por la mañana, porque se movió en la cama y no sintió el cuerpo calientito a su lado, cosa que lo había hecho despertarse. Pero la noche aún seguía sobre Seúl y lo comprobó cuando miró el reloj a su lado, 2:28 am.

Nam...—llamó en un susurro en medio de la oscuridad solo recibiendo silencio, y entonces reparó en la luz proveniente debajo de la puerta del baño. Quizás el menor había tenido la necesidad, pero eliminó esa idea cuando el menor comenzó a tardar más de lo necesario, sus locos pensamientos asustándole ¿Qué pasaba si el menor se había desmayado o algo peor? Soltando un gran suspiro Seok Jin se puso de pie, abrazándose un poco a sí mismo, el simpático pijama de RJ se veía bien en él.

Estaba dispuesto a regañar a Nam Joon, por hacerle despertarse tan temprano, por hacerle preocuparse tanto, de verdad que lo hubiera hecho de no ser por la situación con la que se encontró. Justo antes de abrir la puerta algo parecido a un quejido se dejó escuchar y entonces frunció el ceño dejando la mano en el picaporte, girándolo con cuidado y abriendo la puerta del mismo modo. Sus mejillas se calentaron poco a poco pero aun así solo se recostó un poco sobre el marco de la puerta. Sus ojos negándose a apartar la vista, porque Nam Joon estaba sobre la taza del baño, con los ojos cerrados y los audífonos colocados en sus oídos. Y su mano estaba... Oh dios, no estaba avergonzado, estaba molesto. Con un poco de rabia se acercó hasta el moreno para retirarle los audífonos causándole un gritito gracioso al moreno.

— ¡Diablos hyung! —le reclamó el de cabellos platinados dejando de mover su mano y mirándole con una sonrisita de niño travieso, para nada avergonzado. — ¿Te desperté?

— ¡Claro que me despertaste, maldito idiota! —Jin le reclamó molesto. —Y estás... estás aquí masturbándote a las 3 de la mañana. ¡Y cúbrete!

— ¿Estoy entendiendo bien? ¿Estás molesto? —Nam Joon preguntó riendo mientras subía sus pantalones de pijama que era lo único que traía encima.

— ¡Claro que estoy molesto! —Jin le dijo gritando bajito porque no quería ser escuchado por alguno de los miembros. —Estoy molesto porque necesitas de estos malditos videos asquerosos para poder jalarte la maldita polla como si hace un par de horas no me hubieras ya partido el culo.

—Oh bebé, estás celoso—Nam Joon le dijo acercándolo de la cintura con sus manos, haciendo que Seok Jin quedara parado en medio de sus piernas y entonces se recargó sobre su estómago. — ¿Quieres ver lo que estaba viendo?

—Por supuesto que no—Jin le contestó con un tono obvio mientras acariciaba sus cabellos casi por inercia. —Obviamente no quiero ver como necesitas de ver a otras personas para satisfacerte, Nam Joon.

—Sí, sí quieres ver—el menor insistió separándose del mayor, tomando su celular para desbloquearlo y ponerlo frente al mayor mientras desconectaba los audífonos, Jin miró hacia otro lado visiblemente molesto solo hasta que escuchó voces conocidas. Los colores se le subieron al rostro cuando observó el video, porque era un video donde él mismo era el protagonista y Nam Joon estaba embistiéndole con mucha fuerza, claro que el rostro del menor no se veía al ser él quien estaba grabando.

— ¿C-Cuándo grabaste esto? —Jin preguntó molesto y avergonzado recibiendo solo risas por parte del menor.

— ¿Lo ves? —Nam Joon pausó el video y dejó el celular a un lado. —Incluso si estoy masturbándome solo necesito de ti, eres pornografía para mí, Seok Jin.

—Cállate—el pelinegro susurró sin saber que decir. —Voy a ir a dormir, deberías venir también.

Nam Joon soltó una carcajada tomando al mayor de la cintura para que no pudiera alejarse.

30 días de smut challenge - NamJin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora