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A SIMON LE ENCANTA COMO LLEVAS EL EMBARAZO. Tu barriguita se ha convertido en una especie de fascinación para él.
──── No puedo creer que mi hijo esté creciendo ahí dentro ────
Le gusta besarla con firmeza y acariciar la parte inferior con la palma de la mano, buscando cualquier movimiento mientras suspira incrédulo de que esta sea realmente su vida.
Está un poco obsesionado con todo esto.
Pero lo que a Ghost no le gusta demasiado de tu embarazo es lo a menudo, y al azar, que empiezas a llorar.
Una noche ha traído a casa comida para llevar, Simon la pone sobre la mesa y te busca. Cuando no estás en el dormitorio, entra en pánico por un momento, pero se le pasa cuando por fin te encuentra en el baño, con las luces apagadas. Estabas tomando un baño con sólo una vela sobre la encimera, tus ojos cerrados y tu cuerpo hundido en el agua caliente, tu vientre apenas sobresaliendo de la bañera.
──── ¿Por qué te bañas a oscuras? ──── pregunta encendiendo la luz.
──── No, no ──── prácticamente gimoteas y él vuelve a apagarla.
──── ¿Qué pasa? ────
──── Sólo... la luz. Es demasiado brillante ──── te oye suspirar y hay unas pequeñas salpicaduras mientras te frotas el estómago. ──── Estoy intentando relajarme ────
──── Bueno, tengo tu cena y nunca comes cuando está fría, así que vamos ────
Te ayuda a salir de la bañera, refunfuñando algo sobre que no es seguro bañarse en la maldita oscuridad, pero te da un beso en la frente húmeda y te seca cariñosamente con la toalla. Te ayuda a volver a ponerte el pantalon de chándal y su camiseta.
Pero cuando entras en la cocina y miras en la bolsa que ha traído, Simon ve en tu cara una expresión que conoce.
Se le aprieta el pecho de solo verte con los ojos llorosos.
Un ceño fruncido tiembla en tus labios.
Maldita sea.
Llevas una mano a tu frente y empiezas a llorar, lastimosamente, las lágrimas corren silenciosamente por tus mejillas mientras sacudes la cabeza. Él se apresura a revolotear detrás de ti, posando una mano en tu cadera.
──── Oye... oye, ¿qué pasa? ──── intenta preguntar con toda la calma que puede, pero tu llanto, por muy a menudo que se produzca, siempre le provoca una oleada de miedo. Todos los miedos de Ghost empiezan y terminan contigo, y ahora, con el niño que llevas dentro.
──── Esto no es lo que yo quería ──── le dices con voz temblorosa.
──── ¿Qué? ──── respira hondo y habla despacio. ──── Esto es lo que siempre quieres de ahí, amor. Te conseguí lo mismo ────
──── Lo sé, pero esta vez quería pollo ────
──── ¿Por qué no me lo dijiste? ────
──── Pensé que lo había hecho ──── te limpias las mejillas, pero las lágrimas no paran. ──── Creo que se me olvidó ────
──── Olvidaste decirme lo que querías ──── murmura Simon, no enfadado, casi divertido.
Te apartó el pelo de la frente con suavidad, dejando un suave beso en el y otro en tus rojos labios mientras tocaba tu hinchada barriga.
──── De acuerdo. Nada que no se pueda arreglar, ¿sí? ────
Y conduce de vuelta al restaurante porque le duele el nudo en el pecho y sabe que sólo se disipará si tus lágrimas hacen lo mismo. Pero cuando vuelve, y ves que en realidad ha vuelto con el pedido que olvidaste decirle en primer lugar, sólo lloras más fuerte, te acercas a él y te agarras al cuello de su abrigo. Tus mejillas húmedas se hunden en su pecho mientras restriegas tu rostro por su fuerte pecho, tus manos aun ceñidas en la gruesa tela de su chaqueta.
──── Jesús ──── dice, confuso y perdido, posando con cuidado la mano en tu espalda. ──── Cariño... ¿qué pasa...? ────
──── Eres tan considerado, tan dulce ──── gimoteas rompiendo en un sollozo. Y eso lo desconcierta por completo. ──── Creo que no te merezco ────
──── No me mereces, ¿eh? ──── murmura con un suspiro, cerrando los ojos y abrazándote ahora con más firmeza.
Recuerda cuando solía decir lo mismo, pero ahora eres su mujer, tu vientre hinchado se aprieta contra él y, aunque no tiene ni idea de cómo hacer que dejes de llorar, se limita a abrazarte y a decirte suavemente contra tu cabello:
──── Te lo mereces todo, mi amor. Hacer crecer a nuestro hijo ahí dentro no puede ser fácil. Y si se parece en algo a su viejo, sé que quiere cenar ────
