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❝ LUST ❞

SIMON RILEY FEM! oc

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     SENTADA EN TU DESPACHO, jugueteabas con tu alianza de plata, mirando cómo lo hacías girar alrededor de tu dedo, esperando a que tu marido le respondiera el mensaje. Había sido un poco tenso entre los dos. Malentendidos, él invalidando tus sentimientos, insegura de tu posición, pero demasiado ansiosa para preguntar.


 Sentías que te pesaba el pecho y no levantabas los ojos del suelo mientras te replegabas sobre ti misma. Te retraías; intentaste decirte a ti misma que sólo era una mala racha. Una y otra vez. Lo querías. Pero, ¿ya no estabas enamorada de él? No estabas segura.

 Las brillantes luces halógenas zumbaban sobre ti, el olor del ambiente estéril encapsulaba tus sentidos. El suave metal de tu dedo te quemaba en la piel, el peso de lo que significaba te chamuscaba el corazón. Preguntas y más preguntas se repetían en tu mente.

No fue hasta que una mano te agarró del hombro cuando te diste cuenta de que había alguien más en la clínica contigo. Soltando un grito ahogado, te diste la vuelta y viste a Simon frente a ti. Tenía un brillo de preocupación en los ojos. 

──── ¿Estás bien? ──── su voz era tranquila y firme. Levantaste la vista hacia él desde el taburete y asentiste con una mueca. Mentira. 

──── ¿Te está ignorando otra vez? ──── señaló el teléfono con la cabeza. Simon no conocía los pormenores de tu relación, pero sabía que era tensa. Lo supuso por los comentarios pasivo-agresivos que hacías de vez en cuando.

──── No. No, no... estamos bien. Bonito disfraz ──── sonreíste, con la voz un poco temblorosa. Era Halloween y todos iban al bar local, te habían invitado pero habías declinado. Llevaba un disfraz tipo parca, una guadaña a la espalda y su característica máscara de calavera, por supuesto. El chaleco táctico negro se ceñía a su físico tonificado y ancho, mientras el top negro se ceñía a su pequeña cintura, que contrastaba perfectamente con sus anchos y fornidos hombros. 

 Hombros que has tenido el placer de ver y tocar en múltiples ocasiones, de hecho.

 Te miró con curiosidad, su mirada fija en tus expresiones.

──── Pareces tensa, linda. ¿Seguro que no quieres venir a tomar algo? ──── aunque se cernía sobre ti, no te intimidaba. Era tan... atractivo.

 Sacudiendo la cabeza, te pusiste en pie y el taburete crujió al levantar tu peso. Esperabas que el se apartara de tu camino, pero no lo hizo. Sin darte cuenta, chocaste contra su pecho y rebotaste hacia tu mesa. Arrugaste la nariz y te cruzaste de brazos.

𝗚𝗛𝗢𝗦𝗧 ⋆ one shootsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora