Capítulo 9

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Narra Kate:

Había quedado paralizada, completamente en shock. Susan, Robert, el beso, todo.
Aprete mis puños sintiendo como la sangre me comenzaba a hervir, como la furia se apoderaba de mis huesos. Tome el valor y camine hacia el refri tomando la jarra de jugo y pasando por su lado hasta alcanzar un vaso de la despensa.

Robert: Será mejor que te vallas Susan. -dijo y la acompañó a la puerta.

Luego de un rato siento sus enormes pisadas y cuando estaba a punto de irme el se para en la puerta cubriendo el paso.

Robert: Oye yo puedo...

Kate: ¿Qué? ¿Puedes qué? ¿Explicar? Mira no quiero hablar contigo ahora estoy muy enojada contigo y no quiero romper este vaso en tu frente por que muero de sed -lo empuje dejándolo a un lado y camino a las escaleras-

Robert: No -dice jalandome y apegandome hacia la pared junto a su cuerpo- Ella me besó, no yo. Kate te amo a ti a nadie mas -dice frustrado y mirandome- Se que es una locura porque eres una niña para mi pero te amo. Y haría lo que fuera por ti...

Mi cuerpo se había congelado ante sus palabras, cuando por fin reacciono suelto el vaso sobre la alfombra y lo beso subiendo mis manos a su cuello. El beso comenzó suave y tierno. Pero un movimiento de su pelvis junto a mi hizo que nuestros cuerpos se entendieran y la temperatura comenzará a subir.

Mis manos quitaron su camiseta con dedos torpes y me subí a su cintura. Cuando siento las sábanas sus besos bajaron a mi cuello quitando mi blusa y mi sostén. Mis dedos desabrocharon su pantalón y los baje junto a su bóxer girando y quedando arriba de el. Comencé a besar su cuello con algo de desesperación y moviendo me sobre su miembro.

Sus manos se posan sobre mi trasero haciendo que me apriete más a su enorme erección, de un rápido movimiento mis short y mis bragas habían desaparecido. Me mira a los ojos plantando un suave beso en mis labios y se hunde en mi con firmeza mientras sus manos en mi cintura me sostenían el comenzaba a moverse con rapidez y firmeza haciendo que mis gemidos fueran cada vez mas altos.

Sus movimientos no eran bruscos pero tampoco suaves y era lo que me encantaba.
Minutos después de tanta perdición comencé a sentir como los dos comenzabamos a colocarnos rígidos a la venida del éxtasis.

Robert: OH CARIÑO -grita y arqueo mi espalda al sentir como me llenaba y yo a el.

Love For You? Yes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora