RECHAZADO POR UNA OMEGA

PRÓLOGO

A un costado del parque nacional Banff en Canadá, existe un pequeño pueblo que se encuentra escondido por el espeso bosque, una comunidad licántropa que, ha pesar de estar alejados de las grandes ciudades, tiene todo lo necesario para poder vivir tranquilamente. Consta de su propio hospital, sus propios almacenes y su propio colegio. En este último es donde encontramos a la protagonista de esta historia.

Una joven licántropa de 12 años caminaba por el pasillo de su colegio. Aquel día iba a hacer un día importante, pues había reunido el valor suficiente para declarársele a un compañero de clase, el chico de sus sueños, aquel chico que le quitaba el aliento. Ella sabía que declararse al futuro alfa era algo arriesgado y más en su posición como omega, ante los ojos de los demás ella era una mocosa humilde y débil que no servía para nada más que trabajar como servidumbre en la casa del alfa. El sombrío destino de todo omega.

Aquel día se declararía por medio una romántica carta que le entregaría a Sasuke Uchiha, futuro alfa de su manada "Luna Llena".

Su mejor amiga, Hinata Hyuga, también una omega de la manada, la esperaba frente a su salón, ansiosa por el plan que hoy llevarían a cabo. Llevaban meses planeándolo.

—¿Todo listo?

—Sí, la tengo en mi bolso —respondió Sakura con las mejillas sonrojadas —. Estoy muy nerviosa. ¿Crees que la acepte?

—Creo que sí —dijo Hinata —. Deja de dudar y entrégale la carta, si no lo haces jamás sabrás si él te corresponde o no.

Sakura sonrió y juntas entraron a su salón. Para desgracia de la ojijade, había una tercera persona escuchando aquella conversación.

—Esto va a ser épico —dijo esbozando una sonrisa.

El resto del día paso rápidamente, y en el último espacio libre, a tan solo 1 hora de salir de clases y mientras todos los alumnos estaban en el salón, Karin se subió a su pupitre y gritó:

—¡Todos tomen atención y guarden silencio! Quiero leer ante ustedes algo muy importante, así que mantengan la boca cerrada —dijo y todo el mundo guardó silencio.

De pronto comenzó a revolver sus bolsillos y sacó un sobre rosado y lo levantó a la vista de todos. Sakura dejó de respirar. De inmediato rebuscó entre sus cosas, dio vuelta su bolso sobre su pupitre y nada. Karin le había robado la carta y ahora la iba a leer. Ante todos. Ante Sasuke. Su corazón se estrujó con dolor.

—"Querido Sasuke: Sé que quizás tú no sabes quién soy y probablemente soy invisible para ti debido a mi estatus, pero tú para mí no lo eres, siempre te veo caminar por los pasillos o jugar con tus amigos y me has gustado desde hace mucho tiempo. Eres el chico más guapo de todo el salón e incluso del colegio, y espero que puedas aceptar mis sentimientos. Te quiere, Sakura Haruno".

El salón estalló en risas.

Todo el tiempo en que Karin había leído su carta, ella había observado a Sasuke, quien no mostró ninguna emoción, ni siquiera cuando terminó de leerla y todo el mundo se rió. Por un momento pensó que él la defendería, pero un segundo después él habló;

—Karin, déjate de estupideces.

La ojijade puso todas sus cosas dentro de su bolso, se lo puso en el hombro y corrió fuera del salón, mientras todos sus compañeros seguían burlándose de ella y gruesas lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas.