CAPITULO DIECIOCHO

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Sasuke reprimió las ganas de correr hacia ella y besarla.

— ¿Alguna otra idea? --- Le preguntó el azabache tratando de no sonreír.

— Nuestro grupo de mujeres en amplio, si bien hay excelentes tiradoras, también tenemos mujeres que son muy buenas luchadoras en combate cuerpo a cuerpo — Respondió — Si no quieres que se metan directamente en la batalla con los picaros, ponlas a proteger a las mujeres y los niños, así liberaras a los machos que ibas a poner en ese trabajo, dándole mayor utilidad en la línea de defensa del perímetro. — Menciono para después mirar rápidamente a la Ojiperla que aun permanecía detrás de ella. — Hinata es una excelente estratega, tiene una capacidad increíble para ver las debilidades o las fortalezas de una situación o un enemigo, conoce muy bien al grupo femenino y no conozco a nadie mas apta que ella para ayudarte planificar y organizar a las mujeres.

— Hinata, ve con Naruto y ayúdalo a organizar tanto a los hombres como a las mujeres — Ordeno Sasuke y la pareja de inmediato obedeció.

— ¿Y cual es tu habilidad? — Preguntó la madre de Sasuke con curiosidad. — Además de demostrar una gran inteligencia y fuerza bruta. ¿Cuál seria tu lugar en la batalla?

<< Mierda, tenia la esperanza que lo hubiera pasado por alto >> Pensó la pelirrosa.

<< Como si hacer volar a un beta de un solo golpe pudiera ser ignorado >> Ironizó Hana.

Los ancianos, que se habían mantenido en silencio pero expectantes de la situación, reaccionaron negativamente ante el recordatorio de que una vulgar Omega golpeara a uno de los suyos.

Y antes de que Sakura pudiese responder la pregunta de su luna.

— Esta mujer debe ser castigada mi señora, atacó a un miembro del consejo — Declaro rápidamente uno de los ancianos — Además de que aun esta pendiente su castigo por el ataque a la beta Karin.

La Ojijade reprimió las ganas de golpearlos.

Los muy imbéciles querían castigarla a pesar que no era su culpa.

— ¡Ese tema ya esta zanjado! — Exclamo Sasuke con la ira brotando de su cuerpo — No habrá castigo alguno, ni por eso ni por lo que sucedió hoy en esta sala. ¡¿Quedo claro?!

Su compañero estaba perdiendo todo el control que poseía, ella podía ver el esfuerzo que estaba haciendo Sasuke por no matarlos por insultarla o agredirla, el estaba sufriendo mucho.

Estaba sufriendo por ella.

— Usted me pregunto cual era mi habilidad — Menciono dirigiéndose a Mikoto, ignorando completamente a los ancianos — Además de mi conocimiento en medicina, soy muy buena luchadora, pero definitivamente, lo más importante no es mi habilidad, sino mi lugar en esta guerra y ese lugar esta junto a mi compañero — Declaro para después hacer a un lado la blusa que llevaba puesta y revelar la marca de Sasuke.

CAPITULO DIECIOCHO:

La sorpresa enmarco en todos los rostros presentes, incluido el mismo Sasuke. Los ancianos se mantuvieron en silencio mientras Fugaku observaba la marca en el cuello de la Ojijade para después observar a su hijo.

Quien miraba fijamente a su mate.

— Se que quizás no soy la compañera que esperaban para su hijo, debido a mi rango. — Respondió al mismo tiempo que Sasuke comenzaba a caminar hacia ella — Pero les puedo asegurar que daré todo de mi para ser una digna Luna tanto para ustedes como para la manada.

El azabache atrapó el rostro de Sakura entre sus manos y la beso sin dudar.

La Ojijade respondió el beso instintivamente.

RECHAZADO POR UNA OMEGADonde viven las historias. Descúbrelo ahora